Pros y Contras de la comunicación electrónica

Hace unos días hablamos de los cambios que impuso la llegada del correo electrónico a nuestra vida. Volviendo la comunicación más instantánea y permitiéndonos una rapidez en las respuestas, jamás imaginada.

¿Por qué  creen que el correo electrónico se ha vuelto tan popular? ¿Cuáles son los aspectos negativos de esta nueva forma de comunicación? ¿Cómo hago para aprovechar mejor el tiempo que paso en Internet? Estas son algunas de las preguntas a las que intentaré dar respuesta en el artículo de hoy.

Entre lo digital y lo análogo

Pese a lo que muchos esperaban, la comunicación electrónica no ha provocado la desaparición de otros medios, en todo caso ha condicionado sus usos. Por ejemplo, el teléfono no ha dejado de existir, sino que ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías. Tal es así que al día de hoy, es más común comunicarse a través de WhatsApp, una mejora de lo que es chat en los móviles, que a través de un correo electrónico.

Hace tan solo un par de décadas si queríamos enviar un correo electrónico a un organismo público, antes debíamos realizar una llamada telefónica para avisar de dicho envío y asegurarnos de que había llegado correctamente. Ahora ya no hace falta tanta formalidad. Internet nos permite llegar instantáneamente al destinatario que deseemos. Pese a ello, el fax sigue existiendo y también permanecen con vida el correo postal y el teléfono.

El correo electrónico es una herramienta más práctica en esta época y tiene la particularidad de poder utilizarse tanto para comunicarnos en forma de breve mensajería o de carta tradicional.

¿Has tirado la basura?

Entre los aspectos negativos de esta herramienta cabe mencionar el bombardeo de mensajes sin importancia que nos llevan a invertir mucho tiempo y energías y mermar nuestra productividad. Cosa que nos ocurrirá, sobre todo, si no sabemos gestionar correctamente nuestro tiempo y no somos capaces de discriminar con rapidez el correo basura del que puede ser importante.

Para ello es indispensable un buen manejo de las herramientas que nos ofrece quien nos provee la dirección de email. Indicar cuáles son nuestras direcciones favoritas, establecer los filtros que delimiten la mensajería válida de los mensajes basura y crear una serie de carpetas que nos permitan ordenar los diferentes mensajes, podría ser sumamente vital para que leer los emails no se vuelva una tarea cansina y eterna.

Según lo manifiestan diversas estadísticas, del tiempo que pasamos delante del ordenador, casi el 25% lo dedicamos a revisar el correo electrónico. Como si cada instante pudiera ser decisivo y de nuestra atención dependiera la vida de esa persona que está por enviarnos un mensaje, que hasta ahora ignoramos.

El Síndrome de Diógenes

Existe un concepto que se denomina Síndrome de Diógenes en el Correo Electrónico. Es, como ya se imaginarán, una nueva terminología que sirve para señalar a aquellas personas que guardan absolutamente todos los mensajes que reciben, con esa sensación de que en el futuro pueden serles de utilidad.

Esas personas incluso temen borrar el correo basura, por lo que tienen una cuenta llena de porquería donde, cuando desean buscar algo se les vuelve tarea casi imposible. Como encontrar una aguja en un pajar.

Aprender a borrar lo que no utilizamos o lo que no es realmente necesario es una buena forma de organizar nuestra casilla. De este modo, cada vez que necesitemos encontrar un correo electrónico determinado, podremos llegar a él fácilmente, sin perder decenas de horas. Si lo consiguen, cuéntenme el secreto, por favor. 😉

¿Por qué el Correo Electrónico es tan popular?

Recientemente leí un artículo en el que se enumeraban las 10 razones por las que el uso del correo electrónico se ha extendido hasta alcanzar un nivel de popularidad inimaginado. Cito a continuación siete de ellas.

1. Es el medio nuevo más popular. Es muy raro que haya personas que no lo utilicen; lo cual lo convierte en un medio popular, básico y que ya ha sido asimilado como fundamental en la sociedad.
2. Ha traspasado generaciones. Consiguiendo que incluso personas mayores de 50 años lo utilicen; siendo el único sistema moderno de comunicación al que se han sabido adaptar las personas de esa generación.
3. Es menos molesto que el teléfono o la mensajería instantánea. Puede ser mucho más sencillo para establecer una comunicación con un desconocido, sin sentir la incomodidad de estar molestándolo.
4. Permite filtrar la comunicación. Gracias a las diversas herramientas, pueden establecerse diversos filtros para determinar cuáles son las direcciones que envían mensajes seguros.
5. Facilidad para compartir archivos. Dada la gran capacidad de los servidores, pueden almacenarse grandes cantidades de mensajes y compartir archivos de forma sencilla.
6. Rapidez. Podemos llegar a miles de personas con tan solo un clic.
7. Versatilidad. Pueden redactarse cartas formales o informales o incluso mensajes de tipo coloquial e instantáneo.

En el lenguaje escrito formal no se utilizan muchas onomatopeyas o interjecciones, pero en el mensaje coloquial y el escrito informal, estas pueden ser fundamentales para comprender el verdadero sentido del enunciado. Son un recurso del código oral y gestual que permite llevar a lo escrito la coloquialidad de la oralidad.

Entre las onomatopeyas más utilizadas tenemos aquellas que pueden servir para expresar que hay un golpe o bofetada (zas, plaf, pam), para decir que algo te repugna (puaj, aj), para expresar que no estás muy seguro de lo que puedes responder (ejem, mmm, este..), para denotar que estás sorprendido (guau), para expresar que estás escuchando o leyendo con atención (ajá, claro) y para decir que algo no te gusta o te parece mal (uf, grr). Hay muchos más y siempre se van agregando ya que las onomatopeyas tienen la particularidad de modificarse y difundirse de forma oral.

El correo electrónico es sin duda una fabulosa herramienta, de nosotros depende que hagamos un buen uso de él para evitar crear lazos de dependencia que nos generen niveles o estrés de ansiedad que nos hagan perder el rumbo de lo que verdaderamente importa en la vida.