«Corazones perdidos», de Montague Rhodes James

"Corazones perdidos", de Montague Rhodes JamesSi algo caracterizó al escritor inglés Montague Rhodes James fue su capacidad para captar el horror de una situación y llevarlo a su punto máximo. Un horror que se nutre de situaciones cotidianas y que desvela lo cínico y malévolo que puede habitar en cada cosa que nos rodea, incluso en aquellas que a simple vista parecen más inocentes.

Hoy les traigo «Corazones perdidos» de M.R. James, otra obra imprescindible rescatada de nuestro desván de los libros perdidos. Un libro de relatos donde horror, drama y humor se fusionan y dan un brebaje exquisito de buena y entretenida narrativa.

El horror que parte de lo cotidiano

En «Corazones perdidos» nos encontramos con un conjunto de más de treinta relatos espectrales que contienen no sólo historias sumamente intensas sino además una escritura llena de matices donde el humor y el horror se dan la mano y permiten amasar una lectura entretenida a la vez que escalofriante.

James se educó en una cultura donde el elemento fantasmagórico estaba vinculado con el ambiente gótico; donde los fantasmas eran personajes pálidos y con cierta majestuosidad que se imponían en la escena a través de una larga historia, enlazada con la tradición del lugar donde se aparecieran.

Sin embargo, la forma en la que él los introduce en la literatura (y como bien nos lo cuenta en este texto María Merino) es quitándoles toda majestuosidad, toda señal de grandeza: sus fantasmas suelen ser individuos desaliñados, perezosos y en algunas situaciones hasta ridículos. Uno de estos personajes, por ejemplo, es un rollo de franela que tiene unos ojos de araña, ¡de lo más excéntrico! ¿no les parece?

"Corazones perdidos", de Montague Rhodes James

Lo sobrenatural que se abre paso entre sueños

«Corazones perdidos», de Montague Rhodes James comienza con la historia de Stephen Elliot un niño de once años que acaba de quedarse huérfano y es enviado a vivir en casa de su primo, el señor Abney.

Abney es un hombre muy sabio que conoce con lujo de detalles las religiones más antiguas y, aunque ahora se halla retirado, en su juventud escribió numerosos textos sobre los diversos mitos que existen a lo largo de todo el mundo. Cuando Stephen llega se lleva una mala impresión de su primo, aunque el señor Abney lo recibe con mucha alegría e intenta que éste se sienta a gusto en el lugar, un extraño presentimiento embarga el corazón del niño.

Aunque al principio todo parecía ir bien, de pronto, Stephen comienza a tener extraños sueños que le llevan a viajar por la enorme mansión en sueños y a mostrarle pequeños rincones que esconden oscuros secretos. A partir de allí Stephen intenta por todos los medios conocer los secretos de su primo y de aquella mansión; y es la ama de llaves, Bunch, quien responde gustosamente a sus preguntas. Comienza entonces una larga búsqueda del niño que quiere saberlo todo. Una búsqueda que derivará en desvelar por qué su primo está tan interesado por el mundo de las supersticiones y lo sobrenatural.

Y éste es sólo el primero de muchos relatos donde podremos encontrarnos la visión fantasmagórica a la que se abocó James en su narrativa. Un terror que se acerca mucho al horror y roza el mal gusto, sin llegar a tocarlo. Sin duda, «Corazones perdidos» es una lectura ideal para todos aquellos que amamos las buenas historias de terror que nos dejan ese gustito raro entre temor, fascinación y disfrute.

"Corazones perdidos", de Montague Rhodes James

James, el padre de las historias de fantasmas

Todos estos relatos se encuentran ambientados en el siglo XIX, en escenarios absolutamente comunes (en aquella época) y se caracterizan por mostrar la otra cara de la vida, ésa que sólo es mirada por aquellos que creemos que tiene que haber mucho más en la realidad de lo que vemos, los que estamos convencidos que la realidad se encuentra bañada de horror, sólo hay que saber mirarla detenidamente.

Con una gran maestría, James consigue llevarnos de relato en relato cautivándonos y conmoviéndonos con la misma intensidad con la que nos obliga a horrorizarnos. Por todo esto «Corazones Perdidos» era un libro que no podía faltar en nuestro desván de los libros perdidos.

A Montague Rhodes James se lo conoce como el padre del género literario conocido como ‘ghost story’ (historias de fantasmas). Y no es para menos ya que en sus relatos nos encontramos con una serie de personajes extravagantes que provienen de otras dimensiones. Espíritus, fantasmas de variopintos aspectos y tramas llenas de recovecos misteriosos se pierden en sus letras. No es por tanto extraño que al hablar de James todos pensemos en Poe o en Lovecraft, otros dos nombres ineludibles de la literatura de terror anglosajón.

Y si les gustan las historias de terror, no deberían dejar de leer otros títulos rescatados en este ciclo; tales como: “La cara del miedo”, de Nikolaj Fröbenius, “Carmilla”, de Joseph Sheridan Le Fanu y “La casa en el confín de la tierra”, de William Hope Hodgson. ¡A disfrutar de estas geniales lecturas!

"Corazones perdidos", de Montague Rhodes James



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