Crímenes singulares de la Literatura

Los lectores apasionados de las novelas de terror, de misterio, policíacas y de suspense seguro que a lo largo de su extensa relación con la Literatura han tenido la oportunidad de leer historias donde se producen asesinatos de lo más pintorescos, truculentos o diferentes. No obstante, para aquellos y para quienes ahora empiezan a descubrir el género de la novela negra aquí vamos a señalar los crímenes más singulares que han tomado protagonismo en las páginas de algunos libros a lo largo de la Historia.

Hablar de asesinatos de este tipo es hablar, sin lugar a dudas, del trabajo titulado Los crímenes de la calle Morgue. En el año 1841 fue cuando se publicó el mismo de manos de uno de los autores más importantes dentro del estilo policíaco y de terror: el estadounidense Edgard Allan Poe.

Un libro importantísimo en la Literatura aquel pues está considerado como el primero de la historia que se enmarca dentro del género detectivesco y que establece lo que serán las bases de dicho estilo.

El punto de partida de dicha narración es el asesinato en París de una madre y de su hija. Un trágico suceso que pondrá en jaque a la policía que iniciará así una investigación para intentar aclarar qué ha sucedido y quién es el culpable. Sin embargo, el trabajo llevado a cabo por aquella no parece dar sus frutos por lo que tomará las riendas M. Dupin, un detective aficionado que utilizará todo su ingenio y perspicacia para dar una explicación absolutamente sorprendente de lo que ha acontecido con esas dos víctimas.

Crímenes de ayer y hoy

Si singular será lo que se descubra que ha sucedido con dichas mujeres no será menos «fascinante» lo que se produce con la historia que se cuenta en la novela Crímenes, que publicó en el año 2009 el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka.

Aquella es un relato coral donde muchos son los personajes que toman protagonismo para poder reflejar la crudeza de la realidad social que se está viviendo en la actualidad en el país del autor. Así, el lector conocerá a una pareja que ha comenzado una investigación para descubrir de dónde proceden las gotas de sangre que aparecen en su casa, a un hombre que una mañana se despierta con resaca pensando que ha asesinado a un indigente o a otro caballero que descubre la mano de una mujer en una calle de la ciudad en la que vive.

Pero no sólo la actualidad está manchada de sangre, también lo está el pasado de la humanidad. Y precisamente en él es donde se sitúa la historia que transcurre en el libro titulado Los crímenes de la rosa blanca.

En el año 1996 fue cuando el escritor inglés Michael Clynes lanzó al mercado literario dicha novela que se desarrolla en una de las épocas más convulsas de su país: el siglo XVI. En concreto, el punto de partida del relato es el asesinato del rey Jacobo IV de Escocia por parte de los ingleses.

Un hecho aquel que traerá consigo que la esposa del fallecido, la reina Margarita, que es hermana de Enrique VIII se vea en la necesidad de refugiarse en la corte inglesa para proteger su vida. Allí tendrá un séquito entre el que se encontrará el caballero Roger Shallot que, junto a Benjamin Daunbey, deberá investigar quién se esconde detrás de una serie de asesinatos que se están produciendo.

Una rosa blanca junto al cuerpo de cada víctima es la única pista que aquel tendrá para poder solucionar estos crímenes que tienen lugar en muy extrañas circunstancias.