«Cuando te vi caer», de Sebastián Basualdo (Hojas del Sur)

En su obra La historia comienza Amos Oz reflexiona sobre la importancia de los buenos inicios de una narración a la hora de definir su valía. Cuando te vi caer de Sebastián Basualdo (Hojas del Sur) podría servir de ejemplo. Tiene un comienzo preciso: el desgarrador momento en que un personaje corre el tupido velo de un secreto y se da de jeta con la realidad. A partir de ese momento vamos adentrándonos en una historia que en un relato íntimo trabaja sobre algunos temas idiosincráticos de la cultura argentina: la efervescencia juvenil de los años noventa, los lazos vecinales y familiares en un barrio de las afueras de la Capital y la sombra de la guerra de Malvinas, como un recuerdo doloroso que nadie sabe colocar del todo en su propio pasado. Una guerra de la que se habla poco. Una historia de fracaso que ha dejado en la invisibilidad a muchísimas personas cuyas vidas se han visto afectadas por este acontecimiento nacional. Desde un tono casi apolítico (si eso existiera), Basualdo propone algunas inquietudes importantes y se aferra a la literatura como bote salvavidas.

Los secretos que nos entierran

Lautaro Nogán es hijo adoptivo de un excombatiente de Malvinas. La admiración y el respeto que siente por su padre es una de las marcas de su identidad. Su deseo es que aquel hombre lo mire con cariño, y es ésta quizá la fuerza interior más poderosa, que condiciona casi todas sus acciones. Con ese objetivo se ha llegado a interesar por la guerra de una forma casi obsesiva, conservando recortes, aprendiendo terminología y reconstruyendo el relato bélico desde su lugar. En vez de obsesionarse con Batman o el Hombre Araña, Lautaro tiene un superhéroe especial, su padrastro, Norberto Nogán.

El fracaso, el descubrimiento de una realidad mucho más cruda de lo que creía y el desencanto, son las experiencias que irán marcando la trama.
El narrador es un hombre que, a partir de la recuperación de un diario que escribió siendo adolescente, hace un viaje recapitular al pasado e intenta ver las cosas, los acontecimientos más importantes de su vida, desde la mirada de aquel entonces. A través de la lectura comenzamos a presenciar situaciones que han sido definitivas para la construcción de su identidad y podremos asistir a ese momento particular en el que un personaje revive el pasado desde una mirada adulta.

Cuando te vi caer podría leerse como una novela de iniciación donde la mentira y los secretos familiares son el hilo conductor. El niño que crece y que de pronto descubre que muchas cosas que creía inamovibles eran frágiles. Sobre la fragilidad y aquellos momentos en los que nos quebramos para siempre se detiene Basualdo para construir un personaje querible, que nos conmueve desde el primer desengaño. Quizá, yendo un poquito más a la raíz, podríamos decir que se trata de una novela sobre las consecuencias de los secretos mejor guardados en las familias y su estrecho vínculo con la infelicidad de los descendientes. Finalmente, es una historia pacifista, que nos invita a pensar en las barbaridades de la guerra, sobre todo cuando el conflicto se ha alejado en el tiempo y los protagonistas han vuelto a las sombras.

Una novela de iniciación

Una de las cosas más interesantes de la narrativa de Basualdo es la posibilidad de encontrarse con las palabras de la infancia. Personalmente, esta experiencia ha sido catártica y estimulante. Esto se debe a que es un escritor con buen oído, que le permite construir diálogos cercanos, que echan raíces en la vida cotidiana y que nos ayudan a conversar con los personajes, conociéndolos, sintiéndolos parte de nuestra vida. La propia voz del narrador también nos lleva a los noventa: ciertos usos del lenguaje nos remiten a la forma en la que hablábamos en aquella época. En ese sentido es un libro muy pero muy cuidado.

Otro aspecto a destacar de esta novela de Basualdo es que no se centra en el conflicto en sí, sino en sus consecuencias. ¿Qué ha sido de esos hombres y mujeres que fueron arrastrados al delirio patrio de combatir en una guerra que estaba perdida desde antes de empezar? ¿Cómo han podido reconstruir sus vidas? ¿De qué manera narrar lo heroico cuando la realidad se muestra tan cruda? Estoy convencida de que el tono de esta novela, donde la inocencia del narrador lleva el asunto a un territorio de ternura y también de fervor vital, es lo que la ha permitido al autor presentar algunos interrogantes importantes, cuyas respuestas podrían ayudarnos a reconstruir la voz colectiva de los años noventa y con ella, intentar despegarnos del discurso chovinista para mirar con mayor realismo también la realidad que tenemos.

Leer Cuando te vi caer puede llevarnos a reflexionar sobre nuestra propia vida, las mentiras que nos contamos para sobrevivir y, sobre todo, la forma en la que miramos el relato de los demás. Una novela hermosa y tierna, que nos obliga a pensar en las consecuencias reales de un acontecimiento trágico cuyos motores reales siguen fuera del discurso hegemónico y sus protagonistas siguen olvidados, ninguneados. Los buenos comienzos auguran historias necesarias. Esta novela de Sebastián Basualdo es un buen ejemplo de lo que nos enseñara Oz. Que nadie deje de leerla.

 
 
 
 
CUANDO TE VI CAER
Sebastián Basualdo
Hojas del Sur
978-98-7891-611-8
231 páginas