Si hubiera que hablar de un escritor de fama mundial que tuviera el honor de ser un mito dentro de la literatura universal y concretamente en el marco del género de terror ese sería, sin lugar a dudas, el estadounidense Edgar Allan Poe. Y es que el mismo consiguió renovar el mismo no sólo a través de la novela gótica sino también de los cuentos.
Precisamente, por ello, ahora queremos centrarnos en esas breves obras que hicieron de aquel escritor un referente para sus contemporáneos y para las generaciones venideras.
Entre ese conjunto de relatos cortos que se convirtieron en hitos dentro de la literatura de terror podríamos destacar, por ejemplo, El gato negro.
En el año 1843 fue cuando se publicó aquel que ha conseguido convertirse en uno de los más terroríficos de cuantos se han creado hasta el momento. Concretamente dentro del terror psicológico se encuentra aquel que nos acerca a la vida de un matrimonio que vive en compañía de un gato que pronto morirá. Y es que el marido lo matará en uno de sus frecuentes episodios en los que está completamente borracho.
Sin embargo, otro gato pasará a formar parte pronto de la vida de esta pareja que se verá envuelta en una serie de trágicos acontecimientos, incluido un incendio, que consiguen poner “de punta” los nervios del lector.
El horror en los cuentos de Poe
No menos relevante e importante en la carrera del escritor estadounidense Edgar Allan Poe es el cuento titulado El hundimiento de la casa Usher, que vio la luz por primera vez en el año 1839.
La historia de aquel se nos presenta tomando como punto de partida la visita de un joven a un viejo amigo. En un caserón apartado y aislado es donde vive este en compañía de su hermana. Ambos están absolutamente alejados del resto de la sociedad pues se encuentran atravesando unas complicadas y extrañas enfermedades que les hace temer a ambos por sus vidas.
Y así sucederá, pues la muchacha morirá y sus restos serán enterrados en una cripta para que descanse en paz. Sin embargo, este sólo será el punto de inicio de una serie de trágicos, horrorosos y pavorosos acontecimientos que no dejarán de perseguir a los protagonistas.
Pero para auténtico terror, en este caso el asociado a la capacidad humana para generar dolor, el que se narra en otro de los cuentos más espeluznantes del citado autor: El pozo y el péndulo.
Y es que la historia que nos cuenta aquel es la de un hombre que se encuentra encerrado en una celda. La temible, oscura y monstruosa Inquisición es la que le ha aislado en dicho espacio en el que sabe que va a morir. Y es que un péndulo con un filo cortante empieza a descender desde el techo.
El miedo en este momento no le incapacita la razón y consigue, mediante una serie de trucos, que las ratas que conviven con él logren romper la cuerda que le tiene atado. De esta manera se libera y consigue que el péndulo deje de moverse. Pero cuando empieza a respirar un poco más tranquilo observa horrorizado como ahora la celda le tiene preparada una nueva forma de morir pues aquella comienza a reducir de manera palpable su tamaño.
Un hecho este que le llevará a la desesperación y que hará que intente tirarse al pozo que se encuentra en medio de la celda. Sin embargo, finalmente será rescatado por un caballero que ha descubierto las torturas que estaba cometiendo la Inquisición.
Comentarios1
Totalmente de acuerdo. Edgar Poe siempre ha sido y siempre será un referente para los más grandes prosistas y poetas, tales como Baudelaire, Cortázar, Borges, G. Bachelard y A. Artaud, entre otros. Edgar Poe fue un innovador como hubo pocos y otro ejemplo más de autenticidad literaria absoluta. Como justamente observó Jorge Guillén:” Nada más repulsivo que el arte como embuste; ninguna archiputrefacción más decadente.”
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