Te puede resultar curioso que hoy vayamos a hablarte de uno de los mejores y mayores directores de cine de todos los tiempos como es el británico Alfred Hitchcock (1899 – 1980). No obstante, lo vamos a hacer porque no solo estuvo detrás de las cámaras para darle forma a espectaculares películas como “Psicosis” (1960) o “La ventana indiscreta” (1954) sino que también realizó sus incursiones en el mundo de la literatura.
Sí, como lo has leído. Fruto de sus preferencias tenemos hoy al alcance de la mano una larga lista de cuentos y relatos de suspense que publicó para disfrute de sus incondicionales. Nos estamos refiriendo a libros como Resuélvalo usted mismo, Fue un crimen maravilloso o No apto para cardíacos. Se trata de publicaciones que venían a recoger algunas de las narraciones de suspense que más le encandilaron o que consideraba imprescindibles.
Precisamente porque quizás no sabías de su faceta literaria e incluso de su vida, hoy queremos adentrarnos un poco en su figura para darte cuenta de alguna de sus curiosidades más sorprendentes:
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Era un ferviente admirador de escritores como Edgar Allan Poe y Charles Dickens. Precisamente llegó a manifestar que quizás fueron las historias que leyó de ese primero las que le hicieron decantarse por realizar películas de suspense.
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Tuvo el honor de dirigir la primera película sonora de su país de origen: “La muchacha de Londres” (1929).
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Se declaraba un hombre asustadizo, en concreto, de los niños, de la policía, de las alturas y…¡de los huevos!
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Entre su amplia filmografía podemos destacar que no dudó en llevar a la gran pantalla una de las novelas más exitosas de la autora Patricia Highsmith. Nos estamos refiriendo a Extraños en un tren.
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Aunque pueda resultar increíble jamás consiguió ganar un Oscar en la categoría de mejor director.
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Muchos fueron los relatos literarios que le fascinaron. No obstante, entre los mismos podemos destacar algunos como La fiesta de cumpleaños de John Burke, La cámara oscura de Basil Cooper o Los hombres sin huesos de Gerald Kersh.
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Se manifestaba un ferviente admirador del cineasta español Luis Buñuel.
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Trabajó como rotulador de los títulos de las películas mudas y como guionista, una profesión esta que también desempeñó su siempre fiel mujer, Alma.
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Entre sus frases más célebres se encuentran algunas como esta:
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Se consideraba que era muy bromista, especialmente le encantaba gastar bromas pesadas a los actores con los que trabajaba.
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Si a Agatha Christie se la conoce como la dama del suspense, a Hitchcock se le llama el mago del suspense.
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A lo largo de su carrera, trabajó codo con codo con algunos de los mejores escritores de aquel momento para conseguir los guiones perfectos. Nos estamos refiriendo a figuras como Raymond Chandler o John Steinbeck, entre otros.
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Su epitafio reza así:
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Tan importante es la figura de Alfred Hitchcock que sus películas no solo son clásicos del cine, de obligado visionado, sino que numerosas producciones le hacen guiños a aquellas. En concreto, nos referimos a largometrajes como “Pulp Fiction”, “12 monos”, “Carrie” o incluso “La noche de Halloween”.
Comentarios1
Realmente es un director magistral, quien no haya visto sus películas se ha perdido casi lo mejor del cine.
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