Curiosidades sobre Antonio Gala

Hablar de la literatura española de los siglos XX y XXI supone hacer referencia obligada al escritor Antonio Gala (1930). Y es que él nos ha dado la oportunidad de disfrutar de grandes obras tales como La truhana (1992), Testamento andaluz (1997), El manuscrito carmesí (1990) y La pasión turca (1993).

El valor innegable de sus trabajos, su calidad literaria, su versatilidad y su constante aportación a ese sector artístico le han valido para obtener numerosos reconocimientos, como sería el caso del Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca (1963), el Premio Planeta (1990) o el Premio Andalucía de las Letras (1989).

Precisamente por el papel tan importante que ocupa y ocupará para siempre en la literatura, hemos considerado que es un buen momento para ahondar en su figura y en su bibliografía a través de varias curiosidades como estas:

• Su nombre completo es Antonio Ángel Custodio Sergio Alejandro María de los Dolores Reina de los Mártires de la Santísima Trinidad y de Todos los Santos Gala Velasco.

• Nació en Brazatortas, una población de la manchega provincia de Ciudad Real. Sin embargo, con 9 años se marchó con toda su familia a vivir a Córdoba, de donde se siente realmente. De ahí que sea conocido popularmente como un escritor cordobés.

• Desde temprana edad sintió verdadera pasión por la literatura. De ahí que ya con solo 14 años realizara una conferencia al respecto.

• Entre los autores que tenía como referencia en sus primeros pasos literarios se encontraban San Juan de la Cruz, Garcilaso de la Vega y Rilke.

• Es un nombre muy culto que cuenta con varias licenciaturas universitarias: Ciencias Políticas y Sociales, Derecho así como Filosofía y Letras.

• Llegó a ingresar en Los Cartujos, pero finalmente fue expulsado porque no se adaptaba a las estrictas medidas de disciplina que tenían. Esa situación le inspiró para llevar a cabo su obra titulada Ahora hablaré de mí (2000).

• Recorrió Europa y vivió en distintos países y ciudades tales como Portugal y Florencia.

• Si hay un objeto que identifique a Antonio Gala es el bastón, que siempre lleva consigo. Al parecer, comenzó a utilizarlo después de haber sufrido una perforación de estómago que estuvo a punto de costarle la vida.

• Su trabajo como escritor de artículos semanales en el diario El País fue el que consiguió que empezara a tener un nombre en el ámbito de las letras.

• Su primera obra publicada fue la poética Enemigo íntimo (1959). Más tarde se estrenaría en el teatro, concretamente en 1963, con Los verdes campos del Edén. Sin embargo, su primera incursión en el género de la novela tuvo que esperar hasta 1990, cuando vio la luz el libro El manuscrito carmesí.

• Una de las labores más importantes de Antonio Gala, además de la pertinente como escritor, ha sido y es como mecenas. Y es que puso en marcha una fundación que lleva su nombre gracias a la cual apoya y concede becas a jóvenes artistas de distintas disciplinas.

• Entre sus citas más célebres podemos destacar algunas tales como “A la política se dedican quienes no sirven para otra cosa” o “La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante”.