Curiosidades de los hermanos Grimm

Entre los hermanos más conocidos del mundo literario tenemos que hablar de manera irremediable de los hermanos Grimm, Jacob y Wilhelm. Y es que gracias a su labor hemos sido conocedores de cuentos que han ido pasando de generación en generación, como sería el caso de Caperucita Roja, Hansel y Gretel o incluso Blancanieves.

Es cierto que los conocemos, pero quizás hay algunas curiosidades de su vida o de su obra que no han llegado al gran público. Nos estamos refiriendo a hechos tales como los siguientes:

Cuando tenían unos diez u once años de edad, perdieron a su padre, que ejercía como funcionario del Principado de Hesse.
La muerte de su padre hizo que la familia pasara penurias económicas, pues eran la madre y seis hijos que alimentar. No obstante, contaron con la inestimable ayuda de su tía, que vivía en la corte. Esa les respaldó en todo momento, permitiendo así que pudieran continuar con sus estudios. En concreto, fue en el año 1802 cuando se trasladaron a Marburgo para estudiar Derecho.
El escritor alemán Clemens Brentano fue el que, sin querer, trajo consigo que la vida de los hermanos Grimm cambiara para siempre. Y es que ese, que se encontraba realizando una colección de poesías inspiradas en cuentos alemanes, necesitaba ayuda para acometer ese plan. Por eso, en el año 1806 le solicitó a su cuñado, el profesor de la Universidad de Marburgo Friedrich Carl von Savigny, que le consiguiera a alguien que en Kassel intentara descubrir poemas que le pudieran servir para darle forma al citado proyecto. El docente pensó en su estudiante Jacob Grimm, que tenía en ese momento 21 años, quien aceptó el encargo junto a su hermano Wilhelm, que contaba con un año menos.
Ese proyecto que decidieron acometer fue el que pronto les hizo darse cuenta de que iban a enmarcarse en un propio: recopilar cuentos populares alemanes.
Más de veinte personas, fundamentalmente mujeres, fueron las que les dieron a conocer esos citados cuentos que luego plasmarían en papel con el título Cuentos de niños y del hogar. Quizás la que más les prestó “auxilio” fue una inmigrante hija de un hugonote llamada Dorothea Viehmann. Eso sin pasar por alto que una de esas mujeres claves para los hermanos Grimm en la recopilación de cuentos fue Dorothea Wild, hija del farmacéutico de Kassel, que acabaría siendo la esposa de Wilhelm.
Otra de las féminas que les ayudó en este proyecto acabaría convirtiéndose en una de las poetisas más importantes de Alemania a lo largo del siglo XIX. Nos estamos refiriendo a Annette Droste-Hülshoff.
Además de en cuentos populares transmitidos de forma oral, se inspiraron también en recopilaciones ya existentes como Mil y una noches.
En pro de no herir las sensibilidades de los lectores de sus cuentos, los hermanos optaron por proceder a cambiar algunos aspectos de los que iban recopilando. Así, por ejemplo, hicieron que tanto en Hansel y Gretel como en Blancanieves la madre malvada original fuera sustituida por la madrastra.