El lobo estepario (1927) o El juego de los abalorios (1943) son dos de las mejores novelas que nos ha legado el escritor alemán Hermann Hesse (1877 – 1962). Este es un referente dentro del ámbito literario, como así lo demuestra el que obtuviera importantes reconocimientos internacionales tales como el Premio Nobel de Literatura en 1946.
Precisamente por su importancia, queremos conocerlo más en profundidad, tanto a él como a su obra, y por eso vamos a exponer algunas de las principales curiosidades al respecto:
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Su nombre completo era Hermann Karl Hesse.
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Descendía de misioneros cristianos. De ahí que su abuelo tuviera una editorial de textos religiosos y que, con el tiempo, él llegara a ingresar en el Seminario Evangélico de Maulbronn. No obstante, aguantó poco tiempo allí dadas las estrictas normas que existían, entre las que estaba el no poder leer poesía.
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En su juventud, como llegó a reconocer, tuvo ideas suicidas provocadas, entre otras cosas, por la mala relación que tenía con sus padres y el continuo cambio de escuela y centros. Es más, en una ocasión consiguió llevarlas a la práctica y acabó ingresado en un manicomio durante una temporada.
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A lo largo de su vida trabajó, además de como escritor, de aprendiz de librero, de pintor, de mecánico en una fábrica de relojes…
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En 1898 Hermann Hesse publicó su primer libro de poemas: Canciones románticas, que fue un auténtico desastre en ventas. No sería hasta 1904, cuando publicó la novela Peter Camenzind, cuando pudo comenzar a vivir de su obra. Año en el que también se casó, lo hizo con Maria Bernoulli, con la que formó una familia y con la que tuvo un matrimonio lleno de crisis.
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Durante su vida tuvo varios problemas de salud relacionados con la vista, pero también sufrió de migrañas y de neuralgia.
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Era un gran lector de las obras de Goethe, Schiller y Lessing.
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Al estallar la Primera Guerra Mundial se personó como voluntario en la embajada de Alemania, pero sus problemas de salud hicieron que se considerara que no podía estar en el frente, pero se le dio un cargo: responsable de la librería de los prisioneros de guerra alemanes.
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Los momentos más duros de su vida fueron el fallecimiento de su padre, la enfermedad de su hijo Martin y una crisis esquizofrénica que sufrió su esposa, de la que luego se separaría para volver a casarse, en 1924, con Ruth Wenger. No obstante, tendría un tercer matrimonio, pues el segundo nunca llegó a ser consumado. En concreto, su tercera esposa fue Ninon Dolbin.
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Llegó a publicar utilizando el seudónimo de Emil Sinclair. Buena muestra de ello es la obra Demian (1919).
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Mantuvo una amistad con otras ilustres plumas como Thomas Mann y Bertolt Brecht.
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Durante las décadas de los años 30 y 40 se topó con el rechazo del público alemán y de su país de origen debido a que se opuso abiertamente al nazismo.
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De sus obras se han conseguido vender más de 30 millones de ejemplares y se han traducido a más de cuarenta idiomas diferentes.
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Durante mucho tiempo ha sido el escritor europeo que más se ha leído tanto en Japón como en Estados Unidos.
Comentarios1
No sé, a mí como que me ha gustado más Demian. Será por la edad en que lo leí, (16) que me sentí muy identificada con el personaje, y el lobo estepario se me hizo un viejo depresivo ya que se inventaba problemas porque no tenía objetivos en la vida, ; )
El juego de los abalorios, lo leí mucho después y me ha encantado.
Saludos, muy buen artículo.
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