Curiosidades sobre José María de Pereda

De tal palo tal astilla (1880), Pedro Sánchez (1883), Peñas arriba (1895) y Sotileza (1885) son algunas de las grandes obras que convirtieron y han convertido al escritor cántabro José María de Pereda (1833 – 1906) en un referente de la literatura española de todos los tiempos. De ahí que, además de distintos reconocimientos, consiguiera pasar a formar parte de la Real Academia Española.

No obstante, a pesar de su importancia, hay quienes aún no lo conocen a fondo. Por eso, hemos pensado que una buena manera de ahondar en su vida y en su obra es a través de distintas curiosidades, como lo son estas:

  • Sus padres llegaron a tener 22 hijos, aunque solo 9 consiguieron llegar a adultos.

  • Durante toda su vida tuvo una gran pasión por la Naturaleza en general y por la caza y la pesca en particular.

  • Estudió en el Instituto Cántabro de Santander, donde también lo hicieron otras ilustres figuras del país tales como Gregorio Marañón o Gerardo Diego, entre otros. Eso sí, jamás fue un gran estudiante.

  • Una de las mayores frustraciones de su vida fue no haber desarrollado una carrera dentro del ámbito científico.

  • Su hijo Vicente de Pereda y Revilla también fue novelista, aunque, de igual modo, escribió obras de teatro, ensayos e incluso libros sobre la historia del arte.

  • Para escribir su novela Pedro Sánchez se inspiró en la Revolución de 1854.

  • Trabajó no solo como escritor sino también como periodista. En concreto, comenzó esta última faceta en el año 1857 en el diario La Abeja Montañesa, donde firmaba sus artículos con el seudónimo de Paredes.

  • Asimismo, también desarrolló una amplia carrera política, que inició en 1871 como diputado carlista.

  • Su primera obra de gran éxito fue Escenas montañesas, que se publicó en 1864.

  • A pesar de que ideológicamente eran opuestos, José María de Pereda forjó una gran amistad con autores como Leopoldo Alas «Clarín» o Benito Pérez Galdós. Con este último compartió su afición al tabaco.

  • Sus problemas de salud fueron un hándicap que arrastró a lo largo de toda su existencia. Así, no solo sufrió cólera sino que desde 1855 padeció neurastenia, que viene a ser un trastorno neurótico que se identifica, sobre todo, por un cansancio exagerado. Eso sin olvidar que en los últimos años de su vida también padeció una apoplejía que acabó con el movimiento de la parte izquierda de su cuerpo.

  • De él siempre se destacó su apariencia seria y su planta de miembro de la alta burguesía así como también su gracia innata y su enorme capacidad para mantener conversaciones de lo más ingeniosas.

  • Uno de los momentos más duros de su vida fue el suicidio en el año 1893 de su primogénito. Ese trágico suceso pasó mientras estaba escribiendo su novela Peñas arriba. Por ese motivo, no dudó en dibujar una cruz en el manuscrito original de la misma. Es más, tanto le afectó ese fallecimiento que optó por dejar de escribir y a ello se unió que su neurastenia se agravó de forma considerable.



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