Curiosidades sobre la novela Ben-Hur

Muchas son las novelas que se han convertido con el paso del tiempo en clásicos de la literatura universal como sería el caso de Don Quijote de la Mancha (1605), La metamorfosis (1915), Guerra y paz (1869), La isla del tesoro (1883) o El conde de Montecristo (1844), entre otras. Y entre todas estas también se encuentra Ben-Hur (1880).

Lewis Wallace es el escritor y militar estadounidense autor de ese libro, que cuenta la vida y peripecias de un príncipe judío. Libro que ahora queremos conocer más a fondo a través de algunas de sus principales curiosidades:

Su título original fue Ben-Hur: una historia de Cristo.
Su autor encontró la inspiración para escribirla en un momento inesperado, mientras realizaba un viaje en tren. Y es que durante el mismo entabló una interesante conversación con un agnóstico anticristiano y eso le sirvió para pensar en un argumento religioso y de calado con el que construir esta novela, que fue la más importante de toda su trayectoria. En concreto, hay teorías que indican que le dio forma a este libro como una manera de poder plasmar e interpretar las propias ideas que él tenía sobre Dios.
La novela fue escrita por su autor en su mayor parte en Crawforsville, concretamente debajo de un haya. No obstante, fue finalizada en Nuevo México pues allí tuvo que desplazarse aquel para ejercer como gobernador.
Está considerado como el libro cristiano más importante e influyente de todo el siglo XIX.
Se encuentra dividida en un total de ocho partes y en un epílogo.
Desde que se publicó consiguió tanto éxito y gustó tanto a muchas personas, que incluso el entonces presidente de Estados Unidos, James A. Garfield, tomó la decisión de “premiar” a su autor. En concreto, lo que hizo fue darle el cargo de plenipotenciario en el Imperio Otomano.
Durante muchos años ha estado entre los libros más vendidos, superando en ventas a grandes éxitos literarios tales como La cabaña del tío Tom (1852), escrita por Harriet Beecher Stowe.
Ha sido adaptada en varias ocasiones a la gran pantalla. No obstante, sin lugar a dudas, la película que más éxito alcanzó fue la realizada en el año 1959 por el director William Wyler que tuvo como protagonista al actor Charlon Heston. Ese largometraje pasó a la historia del séptimo arte por ser uno de los más laureados, ya que logró once premios Oscar.
El protagonista de la mencionada película, muy puritano, se negó en rotundo a que apareciera en el film un elemento de la novela: que Ben-Hur y Mesala hubieran sido amantes durante la adolescencia. Así, debido a Heston se obvió ese hecho sentimental en el filme.
La Metro Goldwyn Mayer pagó en el año 1925 600.000 dólares a Lewis Wallace para hacerse con los derechos y así llevar su libro al cine.
A pesar del éxito de esta novela y de llevar desde hace décadas entre las más vendidas, hay numerosos críticos repartidos por todo el mundo que destacan que, a pesar de eso, su calidad literaria es bastante cuestionable.
La novela ha sido traducida a más de veinte idiomas diferentes a lo largo de su existencia.