Curiosidades sobre Antón Chéjov

Hablar de teatro es hablar de dramaturgos tan insignes como Pedro Calderón de la Barca, William Shakespeare, Arthur Miller o Tennessee Williams, entre otros. Una lista en la que hay que incluir de manera irremediable al escritor ruso Antón Chéjov (1860 – 1904), que nos legó obras tan importantes como Las tres hermanas (1901) o El jardín de los cerezos (1904).

Por esas obras de teatro así como su gran cantidad de relatos cortos, esta pluma se ha convertido en un verdadero referente dentro de la literatura universal de todos los tiempos. No obstante, existen algunas curiosidades de su vida o de su obra que merece la pena conocer como las que te exponemos a continuación:

  • Su pasión por la literatura le viene desde temprana edad pues su madre, Yevguéniya Yakovlevna, disfrutaba ejerciendo de cuentacuentos para sus seis hijos.
  • Comenzó a escribir por una cuestión meramente económica. Y es que necesitaba dinero no solo para pagar su carrera de medicina sino también para ayudar en casa, pues la familia atravesaba un complicado bache. Así, empezó escribiendo relatos cortos de tipo humorístico que firmaba con el pseudónimo de Antosha Chejonté.
  • A lo largo de su vida compaginó su faceta literaria con la medicina, ya que era doctor. Precisamente esa dualidad no dudó en expresarla de la siguiente manera: “La medicina es mi esposa legal, la literatura solo mi amante”.
  • Su obra La gaviota (1896) se estrenó en San Petersburgo como un verdadero desastre. De ahí que Chéjov se llegara a plantear dejar el teatro de lado. No obstante, dos años después logró un gran éxito en su representación en Moscú y eso le animó a continuar con la dramaturgia.
  • Se convirtió en un verdadero referente dentro del teatro por el empleo frecuente del monólogo. Y eso sería algo que luego le imitarían otros escritores.
  • Una de las obras más complicadas de realizar, en la que más invirtió y en la que incluso llegó a perder salud fue la que venía a exponer su experiencia en las prisiones de la isla de Sajalín. Nos estamos refiriendo a La isla de Sajalín (1895).
  • Fue un hombre solidario siempre dispuesto a ayudar a quienes más lo necesitaban. Así, no solo financió la construcción de varias escuelas sino que, además, recaudó fondos para poder paliar la hambruna existente en Samara o para construir un sanatorio de tuberculosis.
  • Mantuvo amistad con escritores de la talla de Máximo Gorki y León Tolstoi. Este una vez al despedirse le dijo: “Con todo y con eso, no me gustan tus obras de teatro. Shakespeare escribe mal y tú, peor todavía”.
  • Gran parte de su vida, Antón Chéjov la pasó enfermo de tuberculosis. De ahí que residiera durante muchas temporadas en Yalta o Niza donde la climatología no dañaba tanto su estado de salud.
  • Murió en 1904 en la Selva Negra y desde allí hasta Moscú su cuerpo fue trasladado de una forma muy singular. En concreto, los restos del autor viajaron en un vagón refrigerado de un tren que era utilizado para transportar ostras.

Comentarios1

  • Antonio José Royuela

    Me encanta este tipo de curiosidades 😉 Buen trabajo, María.



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