Curiosidades sobre Fernán Caballero

La familia de Alvareda (1849), Clemencia (1852) o La gaviota (1849) son algunas de las obras que nos legó la escritora española Fernán Caballero (1796 – 1877), que se convirtió en una de las plumas más interesantes de la época.

Tanto su propia persona como su obra fueron muy controvertidas y por eso hoy queremos adentrarnos un poco más en esta figura para poder conocerla más a fondo:

Fernán Caballero era el seudónimo que utilizaba para escribir. Su verdadero nombre era Cecilia Francisca Josefina Böhl de Faber y Ruiz de Larrea. Si eligió aquel para firmar sus obras es porque, según llegó a afirmar, tenía “un sabor antiguo y caballeresco”.
Su padre, el cónsul Juan Nicolás Böhl de Faber, fue el que impulsó el Romanticismo en España.
Desde que nació y hasta los 17 años, cuando llegaría a Cádiz, vivió en Hamburgo donde adquiriría sus valores de profundo catolicismo y de apuesta por la tradición.
Desde temprana edad sintió interés por la literatura, ya que sus padres eran unos apasionados de ese arte y organizan tertulias literarias en casa.
Se casó en tres ocasiones: con el capitán de infantería Antonio Planells y Bardají, que moriría poco tiempo después de la boda, con el marqués de Arco Hermoso (Francisco de Paula Ruiz del Arco), que también falleció, y con Antonio Arrom de Ayala, que era dieciocho años más joven que ella.
Con su segundo esposo vivió en Sevilla y en su hogar organizaban tertulias a las que llegaron a acudir figuras tales como Washington Irving.
A raíz de su tercer matrimonio fue cuando comenzó a escribir de forma más frecuente y a centrarse en esa gran pasión. Y es que la complicadísima situación económica que tenían le llevó a tomar la decisión de publicar sus obras.
El primer trabajo que publicó fue La Gaviota, que vio la luz en entregas en 1849 a través de las páginas de El Heraldo.
Le unió una gran amistad con la también escritora Rosalía de Castro.
Algunos de los trabajos que realizó están inspirados en la ciudad sevillana de Dos Hermanas. De ahí que rezumen ambientes populares y andaluces.
Gran parte de su obra la redactó en francés.
Si fue una mujer controvertida es debido a que tenía unos ideales muy conservadores y estrictamente religiosos en muchos aspectos. Y eso que ella luchaba por vivir de su literatura, en unos tiempos difíciles, y que se convirtió en foco de las habladurías por tener un tercer esposo mucho más joven que ella. No obstante, para otros expertos su figura fue alguien que sí puso su granito de arena para que, en ciertos aspectos, evolucionara el papel de la mujer en la sociedad.
Entre las particularidades que se han dado a conocer de Fernán Caballero están que le encantaba fumar puros, que le disfrutaba viviendo rodeada de gatos y pájaros e incluso que le fascinaban los dulces.
En la actualidad sus restos descansan en el Panteón de Sevillanos Ilustres.