12 curiosidades sobre Garcilaso de la Vega

Calderón de la Barca, Góngora, Lope de Vega o Miguel de Cervantes son algunos de los autores más importantes del llamado Siglo de Oro español. No obstante, en ese mismo grupo también se encuentra el poeta toledano Garcilaso de la Vega (1498 – 1536).

Su nombre y su obra son conocidos por la mayoría de la población. Sin embargo, existen curiosidades respecto a esa figura y a su bibliografía que no todo el mundo sabe. Por ese motivo, ahora te vamos a presentar varias que te pueden resultar interesantes:

Su mejor amigo fue el poeta y caballero Juan Boscán. Juntos se considera que introdujeron en la poesía en castellano lo que se conoce como lírica italianizante. No obstante, no hay que pasar por alto que también trabó una fuerte amistad con Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel (Gran Duque de Alba).
Sirvió al rey Carlos I como contino, que era una especie de guardia real.
Le encantaba la música y tocaba muy bien el arpa, el laúd y la cítara.
Se casó en el año 1525 con una dama de la hermana de Carlos I Doña Elenor. Esta se llamaba Elena de Zúñiga. No obstante, tuvo un hijo fruto de una relación anterior al matrimonio con una comunera de Toledo. Hijo que no reconoció legalmente hasta que falleció, porque así lo había recogido en su testamento.
Precisamente en su testamento dejó escrito también el número de limosnas e incluso a quiénes debían dárselas. Eso sin pasar por alto que estableció que quien le sucediera debería adoptar el nombre de Garcilaso de la Vega y de Guzmán.
En su vida tuvo tres amores importantes, además de su esposa y de la madre de ese hijo. Nos estamos refiriendo a Guiomar Carrillo, a su prima monja Magdalena de Guzmán y a su cuñada Beatriz de Sá.
Garcilaso de la Vega llegó incluso a ejercer como espía del rey Carlos I. Lo hizo en momentos concretos cuando, por ejemplo, fue enviado por el monarca a Francia para ver cómo el rey galo estaba tratando a su hermana. Esa fue la “versión oficial” del viaje, aunque la real era que debía conocer el estado de las tropas en la frontera.
En su poesía influyeron a partir de un momento determinado los trabajos de Francesco Petrarca, Ludovico Ariosto o Jacopo Sannazaro.
Le apasionaba la mitología, especialmente el mito de Apolo y Dafne.
Participó en numerosas contiendas importantes de aquel momento y en más de una ocasión resultó gravemente herido. Es más, en esas batallas llegó a enfrentarse a personajes relevantes como sería el caso, por ejemplo, de Barbarroja.
Los restos de Garcilaso de la Vega tuvieron un ajetreado viaje. Y es que, entre otros lugares, estuvieron en la Capilla del Rosario en la Iglesia de San Pedro Mártir o en la Iglesia de San Francisco el Grande Madrid.
Los incondicionales de este autor, conocido por sus églogas y elegías, pueden descubrirlo más en profundidad si viajan a Toledo. Y es que existe una ruta que lleva por los rincones más importantes en la vida de aquel como su casa natal o la Plaza de San Román, donde hay una escultura que le homenajea.