El amor ha sido uno de los sentimientos que más y más páginas ha protagonizado en la Historia de la Literatura Universal pero no ha sido el único pues también ha hecho lo propio su más directo rival: el odio. Otro sentimiento fuerte este, presente en la esencia humana, que igualmente ha dado lugar a un sinfín de títulos de los que han disfrutado los ávidos lectores.
Ambas emociones son las que dan nombre al libro que en el año 2005 protagonizó Kasey Michaels: Amor y odio.
Joshn Atkins es el personaje central de esta narración en la que se muestra la sed de venganza que este tiene. Jura que, pase lo que pase, hará pagar a Emily Blair la muerte de su hermano.
Ese es su objetivo y el que le guía a poner en marcha un plan pero todo dará un giro cuando, por una serie de circunstancias, se encuentre a solas en una colina con Emily y el rencor que siente se convierta en deseo.
Una cruel venganza fruto de un pasado oscuro lleno de personajes y tramas que se entrecruzan es el que da sentido a la última obra de Jordi Sierra i Fabra, que precisamente ha sido publicada en este año 2011.
El rastro del odio es el título de dicho trabajo en el que se da cuenta del asesinato de un hombre en una residencia de ancianos de la ciudad de Barcelona. Un hecho que dará lugar al inicio de una investigación en el que ese oscuro pasado del que hablábamos saldrá a la luz, sin remedio, para arrojar claridad sobre lo sucedido.
Dos sentimientos enfrentados
Tal y como afirmábamos anteriormente, el amor y su opuesto en ocasiones van de la mano y eso es lo que se cuenta en la novela de Florencia Bonelli publicada en el año 2008: Bodas de odio.
Tres son los personajes centrales que dan sentido a la misma a través de sus relaciones: Fiona Malone que es una joven cuyo deseo es encontrar al hombre de sus sueños con el que desposarse; don Juan de la Cruz de Silva, un apuesto pero oscuro hombre que se mueve en el círculo de don Juan Manuel de Rosas, un gobernador duro y temido por todos.
El nudo de la historia se producirá cuando se entrecrucen las vida de los dos primeros, ¿qué sucederá? Básicamente que ella se vea envuelta en un mundo de venganzas, odio, tretas y artimañas que desconocía.
Realidad «pura y dura» es de la que habla André Glucksmann en el ensayo que sacó al mercado en el año 2005 bajo el título El discurso del odio. Unas páginas en las que expresa que atentados como el de las Torres Gemelas o el de los trenes en la estación de Atocha han traído consigo que el hombre vaya acumulando odio y rabia.
De esta forma establece que hechos de esta índole han provocado que en el siglo XXI se vivan y experimenten sentimientos de este tipo al igual que sucediera en el pasado.
Unas palabras las que desarrolla este autor con las que finalmente viene a dejar un mensaje como el que dice que «un mundo en el que sobrevivir es sobrevivir al odio».
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