Afortunadamente, gracias a la globalización y al avance de las nuevas tecnologías, tenemos la oportunidad de conocer a autores de otros países que han ofrecido o están ofreciendo a la literatura unas obras realmente atractivas e interesantes, a las que pocos lectores pueden resistirse.
Muchos son los escritores que hemos podido conocer de esta manera y uno de ellos es el israelí Eshkol Nevo (1971) que, aunque comenzó su andadura profesional dentro del ámbito de la publicidad, finalmente se ha decantado claramente por la literatura. Y ha sido un gran acierto por su parte ya que de su pluma han salido y están saliendo trabajos de gran calidad, que han conseguido convertirse en un referente dentro y fuera de su país.
Si tienes curiosidad por conocerle a él y a su obra, te recomendamos que empieces por estas dos novelas:
La simetría de los deseos
En el año 2013 fue cuando se procedió a publicar en castellano este libro que gira en torno a los grandes sentimientos y preocupaciones del ser humano. Y lo hace a través de la figura de cuatro personajes, cuatro amigos (Yuval Fried, Yoav Alimi, Amijai y Ofir), que han compartido toda una vida juntos y que un día, mientras ven un partido del mundial de fútbol deciden escribir en un papel cuáles son su principales sueños. Lo harán con el objetivo de que unos años después, cuando vuelvan a reunirse con motivo del nuevo mundial, puedan saber si esos anhelos se han llegado a cumplir o no.
A partir de esos papeles escritos en secreto cada uno viene a reflejar su personalidad, sus prioridades y sus valores. Y es que mientras uno sólo quiere pasar toda su vida al lado de la mujer que ama, hay otro que sólo quiere hacer feliz a su familia, está el que desea convertirse en alguien importante en la sociedad y por último se halla el que desea darle un rumbo a su existencia.
¿Conseguirán cumplir sus objetivos vitales?
Los amores solitarios
2015 fue, por su parte, el año elegido por Eshkol Nevo para acometer la publicación de este otro libro, que gira en torno al personaje de Ben Zuck. A través del mismo lo que se intenta explicar al lector es cómo cualquier decisión que tome, por mínima que sea, se puede acabar convirtiendo en el pequeño detalle que cambie para siempre su vida.
Este joven lo que hace es, una vez que termina el servicio militar, dejar al amor de su vida (Ayelet) para tomar un nuevo rumbo, pues piensa que lo mejor es decantarse por un camino dentro del ámbito religioso y por un trabajo relacionado con la arquitectura. Y esa decisión, como no podía ser de otra manera, cambiará para siempre su destino. Un destino que le llevará a conocer a otros muchos personajes que, como él, también se decantaron por seguir ideas y principios que, en algunos casos, fueron muy acertadas, pero, en otras, un auténtico fracaso.
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