Muchas son las obras que están consideradas clásicos de la literatura de todos los tiempos y entre esas se encuentra, sin ningún género de dudas, El retrato de Dorian Gray (1890). El escritor irlandés Oscar Wilde es el autor de esta novela, que es una de las más importantes de su bibliografía y que ha inspirado a multitud de literatos posteriores.
El paso del tiempo, la muerte y la belleza son los pilares argumentales de este trabajo que ahora queremos conocer un poco más a fondo descubriendo algunas de sus particularidades:
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El primer borrador del libro fue escrito en 1889 y contaba con trece capítulos.
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En un primer momento, se publicó como cuento en una revista literaria de Estados Unidos que respondía al nombre de Lippincott´s Monthly Magazine. No obstante, después su autor la modificaría en parte, le establecería nuevos capítulos y consiguió que viera la luz como novela, que sería la única que publicó.
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Entre los cambios que realizó Wilde estaban desde la incorporación de nuevos personajes hasta un aumento en el número de capítulos e incluso la autocensura con respecto a ciertos pasajes homosexuales. Buen ejemplo de esto último es que en la obra original se decía: “Le he consagrado a usted un sentimiento más intenso de lo que un hombre debería sentir por un amigo. De alguna manera, nunca he amado a una mujer”. Sin embargo, tras las modificaciones esa misma sentencia se transformó en: “Desde el momento en el que lo conocí, su personalidad ha tenido una gran influencia sobre mí”.
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El prefacio que tiene la novela no fue incluido en su primera versión. En concreto, fue creado e incorporado después de las críticas que aquella recibió y fue redactado por su autor como una manera de poder hacerle frente a esas, de responderlas y acallarlas. Fundamentalmente las críticas iban en contra de la parte “homoerótica” de la historia.
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Precisamente por este libro Oscar Wilde fue acusado de homosexual y llevado ante los tribunales ya que los dos personajes centrales masculinos mantenían una estrecha relación. No obstante, consiguió defenderse alegando que un hombre no puede ser juzgado por lo que escribía.
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El escritor llegó a afirmar que varios de sus personajes estaban inspirados en sí mismo. Así, expuso que Dorian es quien le gustaría ser en otras edades, Basil es lo que creía ser y Lord Henry era un reflejo de la idea que la gente tenía sobre él.
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A lo largo de la novela nos encontramos con referencias tanto a personajes de obras de William Shakespeare como a la novela A contrapelo (1884), de Joris-Karl Huysmans. En concreto, ese libro se convierte en el que “corrompe” a Gray.
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El retrato de Dorian Gray ha sido adaptado en varias ocasiones por el mundo del cine, la primera tuvo lugar en el año 1945 y la última en 2009. No obstante, también ha sido llevada al teatro, a la televisión e incluso al mundo de los videojuegos.
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