«Desmembrado», de Joyce Carol Oates —Gatopardo Ediciones—

Salgo de leer «Desmembrado» de Joyce Carol Oates (Gatopardo Ediciones) con un nudo. No en el pecho, en las tripas. Ahí donde está nuestro cerebro dormido, donde se cuecen nuestras batallas, donde nadie más que nosotros sabe qué habita, qué duele.

Leer a Oates es internarte en un universo donde lo macabro parece aliarse con la ternura. Porque por extraño que parezca, sus historias son eso: una mezcla de rabia con inocencia, lo que las convierte en algo tanto fascinante como doloroso. Es éste un libro asombroso que todos deberíamos leer.

Háblanos del pasado

Así comienza «Desmembrado», el primer cuento de este libro. En el que nos encontramos con una joven que es llamada a declarar sobre su relación con un hombre que ha sido hallado asesinado. A medida que avanza en el relato-recuerdo, debe enfrentarse a una historia que pese a ser suya no deja de resultarle extraña. A tal punto que en determinado momento no se entiende qué es recuerdo y qué imagen provocada por las voces ajenas.

Comenzar a escribir desde la herida. Partir de ella para reconstruir el pasado, minuto a minuto. Eso hace Oates y nos ofrece historias auténticas no tanto por lo que cuentan sino por la forma en la que se encuentran narradas. Su pluma se encuentra dotada de giros inesperados y de una lucidez espeluznante. Este primer cuento no es la excepción, tenemos aquí un conjunto de personajes dolidos, rotos y en ocasiones absolutamente perdidos.

En la voz de Oates no hay sólo un discurso para entretenernos, de hecho no parece existir esta intención en ningún momento. De fondo la narrativa se construye como una crítica, con la necesidad de denunciar la pobreza, las diferencias de clase, el sexismo. Y sobre todo, de construir el pasado y la experiencia de gente marginada, incomprendida e insignificante para el sistema. Sin duda, esta es la característica que más me atrae de sus narraciones y que en «Desmembrado» se aprecia con rotundidad.

¿Qué hay después del dolor? ¿Hacia dónde hay que ir en busca de esperanza? Estas preguntas se hacen muchos de los personajes. La adolescente que descubre que el amor a veces no es lo parece, la niña que desea contención y la busca de formas extrañas, la viuda que se siente acosada por el machismo que la circunda, las niñas con padre que están abandonadas, los animales indefensos que se pasean por muchos de estos cuentos. Tenemos aquí un buen grupo de familias disfuncionales, de vidas destrozadas por la ira, el odio y el maltrato, que repiten sistemáticamente lo que les han hecho.

El mundo gira deprisa y las consecuencias de una simple decisión pueden ser desoladoras. Esto golpea a estas criaturas, que intentan nombrar lo que escuece. Niñas abandonadas que han visto cómo sus vidas han cambiado de un segundo al siguiente, casi sin saberlo, sin notarlo. Una mujer que ha quedado viuda y sumado al dolor de la pérdida debe aceptar el acoso por parte de un cuñado que desea hacerse con la casa. Y tantas otras vidas que se ven rajadas por la violencia, la incomprensión, el sexismo y que, sin embargo, siguen. Y aquí me detengo porque en este punto se halla la luz de Oates. Todos sus personajes comparten una actitud que es bandera de vida y que reside en que pase lo que pase siguen adelante.

Foto: Daraleelibros (IG)

Primeras palabras

Esta forma en que comienza «Desengaño» es tan contundente que al terminar el cuento he vuelto al principio y lo he releído varias veces. A simple vista no dice mucho. Nos pone en situación. Pero a medida que avanzas y, sobre todo cuando has terminado la lectura, entiendes que esconde muchísimos matices. Y el más importante de ellos es esa simple palabra, ‘descargada’. Porque en el momento en que el arma aparece en escena no queda del todo claro si está cargada o no pero quien recuerda necesita creerlo. Pienso entonces, que esa certeza del principio quizá nos está diciendo de qué forma cambiamos el pasado para entenderlo o para luchar contra la culpa. Este es para mí uno de los cuentos más impactantes del libro y me ha interesado especialmente el lenguaje usado en él.

Pero no es el único. En todos los cuentos percibimos la destreza de Joyce para comenzar a contar, su capacidad para atraparnos desde la primera frase. No ha habido en este libro ni un sólo cuento que no me haya enganchado en el primer párrafo. La forma en la que Oates consigue construir sus narraciones, trenzar la trama como si las palabras fuesen hebras de un tejido y todas se enredaran (o amalgamaran) hasta formar un algo monstruoso, a veces angustiante, me parece fascinante. Por otro lado, Oates se atreve a ser cruel con sus personajes, y muchos de los cuentos te dejan sumida en la desolación cuando los terminas.

Foto: Bookend451 (IG)

Violencia y escritura

En gran parte, la responsable de que así sea es la violencia, que podría asumirse como el eje central de las historias, como la columna vertebral que relaciona a todos los personajes y sus dramas. La violencia doméstica, la institucional, la que se abre paso en las relaciones y las va limando desde dentro. La violencia es el elemento presente en todos los relatos, y le sirve a la autora para construir un entramado atrapante donde nunca sabemos si estaremos a salvo.

La violencia sistemática y la normalización de aquellas formas de agresión contra las mujeres que tienen su historia y que perduran en el tiempo es otro de los temas que aborda Oates; en general en todos los relatos, pero especialmente en «La chica ahogada», que narra la desaparición de una estudiante en un campus y la forma en que las autoridades han teñido de falsedad los hechos convirtiendo en suicidio lo que fue un asesinato. Este es el cuento más duro y combativo de todo el libro y me ha recordado inevitablemente otra obra maravillosa, «La casa de la fuerza» de Angélica Liddell.

«Desmembrados» parece un libro escrito para intentar explicar lo que somos, para ponerle nombre y apellido a la crueldad y la violencia, para hurgar en las raíces del machismo, en esa educación que consiente el maltrato como método de comunicación y/o conversión. Despertar, ver lo que has hecho o lo que te han arrebatado. A ese despertar apuntan todas las historias, en él amanecen la mayoría de los personajes, y sobre él se construyen relatos que no te pueden dejar indiferente como lector.

Foto: Gatopardo Ediciones (IG)

DESMEMBRADOS
Joyce Carol Oates
Traducción: Patricia Adón
Gatopardo Ediciones
200 páginas
19,95 €