En este momento que está en boca de todos la peli «Passengers», se me ha ocurrido traer a nuestro desván de los libros perdidos una novela que presenta una trama con ciertas similitudes. Desconozco si la película se ha inspirado en este libro, lo que sí está claro es que en ambos casos hay una fuerte inspiración en referentes ineludibles del género de la ciencia ficción como Asimov, Wells y Pratchett, entre otros autores imprescindibles.
Se titula «Despierta», y es de de Beth Revis. En nuestro desván de los libros perdidos, le hacemos un huequito a esta novela.
A través del Universo
Este es el título que tuvo la obra originalmente (un poco en homenaje a la canción de Los Beatles y otro poco porque tiene bastante que ver con lo que en ella ocurre), y aunque se trata de una novela relativamente nueva: publicada por primera vez en el 2011, se ha convertido en una aventura de referencia para los más jóvenes.
La ciencia ficción sin lugar a dudas ha adquirido una gran popularidad en los últimos años y a veces es muy difícil dar con una historia que esté bien planteada y desarrollada, una novela que te impacte o que te atrape. Existen ciertas fórmulas que se repiten de un libro a otro y que de tan usadas resultan cansinas. «Despierta», sin embargo, es diferente. Presenta detalles sumamente curiosos que le dan a la historia movimiento y que te obligan a sentir en carne propia las experiencias de la protagonista.
A grandes rasgos diremos que se trata de una historia de intriga que se ambienta en un escenario futurista y con características propias del género de la ciencia ficción. Sin embargo, ni la tecnología de la nave ni los datos relacionados con el futuro que les espera a los personajes es tan relevante, la lectura se centra en lo que vive la protagonista y es un análisis más sociológico sobre cómo funcionan las sociedades humanas; por eso, quizá encauzarla en el género de ciencia ficción no sea del todo correcto.
Características fundamentales de la obra
«Despierta» narra la historia de un grupo de personas que viajan hibernadas en una nave espacial de nombre Fortuna. Su destino es un nuevo planeta, Tierra Centauri. Después de que la Tierra ha sido devastada y ya no presenta posibilidades de supervivencia ha sido necesario buscar una solución ante la inminente extinción de la especie. En esa nave viaja Amy, una adolescente peculiar con cierta actitud de sabelotodo: vamos, lo que viene a ser una adolescente en toda la regla. Entre el resto de los hibernados viajan sus padres; el objetivo del viaje es llegar a un nuevo planeta y, al despertar, colonizar el nuevo territorio. No obstante, hasta que esto suceda deben pasar cientos de años, que son los que dura el viaje.
Por alguna razón, que iremos descubriendo a lo largo de la lectura, Amy despierta antes de tiempo. Sus padres continúan hibernando y, de pronto, se ve sola en aquella inmensa nave y tiene que arreglárselas para sobrevivir. Pronto descubrirá que los encargados de guiar la nave son un tanto agresivos y tiene que andarse con cuidado, procurando no ser vista. Aunque, no todos son así. Elder, el que pilotea la nave y al que todos respetan por su gran sabiduría, se sentirá fascinado por Amy y entablarán una relación, que también tendrá sus discusiones. No obstante, gracias a él, Amy podrá sentirse un poco protegida.
Ahora bien. Cuando crees que ya lo sabes todo sobre las idas y vueltas en la nave descubres que hay un asesino suelto. Esto genera una cierta adrenalina en ti como lector. ¿Te imaginas estar a bordo de una nave a millones de kilómetros de tierra firme y venir a enterarte de que uno de tus compañeros de viaje es un psicópata? En fin. Este elemento le otorga mucha emoción a la historia, y es uno de los que la aleja de lo que viene a ser una historia de ciencia ficción al uso.
Hay también una historia de amor, ¡ya lo verás! ¿Qué otra cosa podía esperarse teniendo a una adolescente en escena? Lamentablemente, debo decirte, que este es el punto flojo de la historia porque no hay una profundización en el lazo afectivo ni me ha resultado interesante la forma en la que se plantea esa historia de amor; no obstante es un mínimo detalle contra todas las otras características positivas de la obra.
Si a todo esto además tenemos en cuenta que su autora, Beth, tenía 17 años cuando lo escribió, digamos que hay que reconocerle el mérito de haber amalgamado tan bien la historia. Así que, ya lo sabes, si te pierden las historias de ciencia ficción una vez que hayas ido al cine a ver la peli de Lawrence y Pratt, date una vuelta por la librería y hazte con un ejemplar de «Despierta» de Beth Revis porque vale la pena leerlo. Supongo que he dado ya suficientes razones para incluirla en el desván de los libros perdidos.
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