«Diccionaria» y las palabras que cambian su sentido en diferentes géneros

«Diccionaria», un glosario que reúne aquellos términos que cambian su sentido en diferentes géneros, para denotar significados peyorativos.

"Diccionaria" y las palabras que cambian su sentido en diferentes géneros
 
 
En el artículo de hoy vamos a centrarnos en un diccionario raro y fascinante que ha visto la luz hace un tiempo y que me parece fabuloso. Diccionaria (Libros Cúpula) es un trabajo de investigación de Ana Martín, Xavier Gimeno y Fernando Alcázar en el que encontramos un montón de palabras que usamos a diario y que en su forma femenina tienen una connotación peyorativa, aunque en su forma masculina suelan aludir a cosas increíbles. Descubrir estos caminos torcidos del lenguaje, que sirven para confirmar que quizá no exista cosa más política que la lengua, nos puede servir para comunicarnos mejor, sin recurrir a la violencia verbal para dirigirnos a otras personas. ¿Seremos capaces de conseguirlo? Veamos algunos de los términos analizados en este diccionario.
 
 

«Diccionaria», las palabras que se tuercen

Ana Martín, Xavier Gimeno y Fernando Alcázar han hecho una interesantísima investigación en torno a algunas palabras que mientras en masculino aluden a cosas positivas, al ser usadas en femenino tienen un sentido peyorativo. Diccionaria (Libros Cúpula) pretende ayudarnos a entender este tropiezo del lenguaje, desglosando en un libro con forma de diccionario aquellas palabras que usamos de forma cotidiana, que tenemos totalmente integradas en nuestro lenguaje, y cuyo significativo es negativo. Mientras «coñazo» es algo aburrido, «cojonudo» alude a algo espectacular. «Zorro» se usa para aludir a la astucia de alguien mientras que «zorra» es sinónimo de ‘puta’.

Con algunas palabras, además, aunque el significado que denoten sea el mismo dependiendo de a quién hacen referencia pueden tener un sentido negativo o positivo. Ocurre con «ambicioso«. Un hombre ambicioso es alguien que hace todo lo posible por conseguir lo que desea; una mujer ambiciosa es una ‘trepa, calculadora y egoísta’. Un hombre astuto es ‘hábil’; una mujer astuta es ‘malvada’. Y así sucede con muchísimas calificaciones.

«Barragán«, cuya raíz latina alude a la libertad, es utilizada para expresar que un hombre es ‘fuerte, trabajador y valiente’. Cuando se aplica a una mujer, «barragana», se hace referencia a una concubina, pareja conformada fuera de los ritos legales.

Un «fulano» es ‘un hombre cualquiera’, una «fulana» es una forma despreciativa de referirse a una mujer que tiene hábitos sexuales no convencionales. «Golfo» se usa para referirse de forma pícara a un hombre, en el sentido de ‘pillo, holgazán’; mientras que usada en femenino esta palabra es una forma despectiva de referirse a una prostituta.

Un hombre público tienes influencia y es respetado por la sociedad. Una mujer pública, por su parte, es una mujer que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero. Por otro lado los términos «gallo» y «gallina» se usan con sentidos opuestos; mientras el primero alude a alguien ‘fuerte y valiente’, el segundo es sinónimo de ‘cobarde’.

"Diccionaria" y las palabras que cambian su sentido en diferentes géneros

Profundizar en el sentido de las palabras

Pasemos ahora a las expresiones «¡Es un coñazo!» y «¡Cojonudo!». Ambas hacen referencia el término «coño» que significa ‘vulva’. Pero mientras que en su versión femenina tiene el sentido de ‘aburrido, insoportable o latoso’ en el segundo significa ‘algo verdaderamente bueno’. Siguiendo en esa línea el término «histérico», aunque en el diccionario aparece en masculino prácticamente no se usa así; se aplica en femenino para ‘feminizarlo’ y es una palabra cuya raíz griega significa ‘relativo al útero’.

Como éstas encontramos muchas otras palabras explicadas en este libro. Su lectura puede servirnos para pensar mejor cómo y cuándo usamos determinadas palabras. La forma en la que usamos el lenguaje no sólo describe el mundo sino que lo crea: el lenguaje nos sirve para dar vida a ese mundo, transformando así la realidad.

A través de un análisis exhaustivo, Ana Martín, Xavier Gimeno y Fernando Alcázar intentan mostrarnos la cara sórdida de la comunicación: lo que se revela en lo que se dice, y en lo que no. Un viaje a través de un montón de términos que han sido usados para denigrar y maltratar a otras personas; términos que han ayudado a reafirmar la identidad machista de nuestro idioma. Aún estamos a tiempo de convertir la cosa más hermosa que tenemos, el lenguaje, en un espacio de intercambio pacífico y alegre. Aprender el sentido de las palabras que usamos es un buen punto de partida para evitar aquellos términos que pueden herir la sensibilidad de nuestros interlocutores.

"Diccionaria" y las palabras que cambian su sentido en diferentes géneros

Comentarios1

  • MISHA lg

    Aún estamos a tiempo , así es definitivamente , gracias por compartir besos besos
    MISHA lg



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