Documentos de gran valor histórico y literario

Una mañana, Margarita Kallsen se acercó a mí y me entregó un fajo importante de libros también importantes.

Al llegar a casa leí los textos. Así fue como me adentré en la revista del Instituto Paraguayo; el ente fue fundado en el año 1896 por un grupo de jóvenes con ganas de dar a la sociedad paraguaya un vehículo formador de renovación y resurgimiento después de la gran postración de la Guerra Grande.

Entre los directores y los colaboradores se cita a la intelectualidad de la época: Cecilio Báez, Manuel Domínguez, Blas Garay, Ignacio A. Pane, Fulgencio R, Moreno, Moisés S. Bertoni, Guido Boggiani, A. Audibert, V. Díaz Pérez, Juan E.
O»Leary y otros de igual renombre.

Era el ideal del Instituto Paraguayo dar relevancia al desarrollo de la cultura intelectual y física y del espíritu de asociación.

En el citado material hallé poemas, uno perteneciente a Ignacio A. Pane.
Una poesía titulada «En el hogar» llevaba la firma del gran poeta paraguayo Alejandro Guanes.

Otra letra que llamó mucho mi atención es la carta de agradecimiento enviada por el escritor Rafael Obligado, quien fue acogido por la intelectualidad paraguaya como miembro honorífico del Instituto Paraguayo.

Muchas cartas polémicas, firmadas por personalidades de la época, que giraban en torno a la Guerra del Paraguay y que aparecieron en el año 1869, en el diario «La Tribuna» de Buenos Aires, se habían agotado y fueron publicadas entonces en la revista del Instituto Paraguayo.

Los escritores de las cartas polémicas eran personalidades de fina cultura y conocedores de las ofensas sutiles.

Hallé en la revista del Instituto Paraguayo perlas de singular valor y que vendrían a ser como un bloque de humor, necesario en todo texto de circulación masiva.

He aquí el ejemplo:

SIN DELITO

«Preguntado un cachafaz
– ¿Por qué preso hasta la fecha?
Contesta sin más ni más
-«Es por supuesta sospecha»
Nemo
Asunción, Noviembre 1° de 1896″.

Despertó mi interés la reedición de un pequeño libro escrito en la memoria de Gumersindo Ayala Aquino. Hombre de naturaleza bohemia, él era un consumado autor de poesías y frecuentador de bares. La autora de una anécdota relacionada con el poeta de marras es Josefina Plá. Me estoy refiriendo al texto «Jheñoivo Tavaguasu»: se trata de una valiosa contribución de Gumersindo Ayala Aquino en el idioma autóctono. Guaraníticamente pura, como lo señala Alejandro Brugada Guanes en el Proemio de la primera edición, la obra compendia el sentido histórico de la fundación de Asunción, al cumplirse el 432 aniversario de la fundación de la ciudad capital.

Muchos textos más como «Ivagarape», de José Martínez, impreso por la editorial Minerva y un pequeño estudio de Juan E. O»Leary sobre la batalla de Tuyutí, me acercó la señora Margarita Kallsen, generosamente.

Le estoy muy agradecida.

Blog de Delfina Acosta

Comentarios1

  • Delfina Acosta

    OJALÁ LEAN LO ESCRITO SOBRE LITERATURA PARAGUAYA.
    CARIÑOS, AMIGOS MÍOS.



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