Te recomendamos dos novelas de Toni Morrison que no deberías perderte. La escritora norteamericana que ha fallecido ayer en New York fue una de las representantes más relevantes de la cultura afro en la literatura universal.
Toni Morrison fue la primera mujer afroamericana en ganar el Premio Nobel de Literatura. Pero no fue eso lo que la hizo relevante, sino su obra. Toni Morrison, que ayer nos dejó publicó novelas donde la vida era mucho más extensa que en la realidad, luchó contra las normas y contra los arzobispos y consiguió convertirse en una de esas pocas criaturas que se vuelven inmortales. La pena es honda pero nos quedan sus historias; entre todas ellas pocas han alcanzado la potencia que demostró con sus primeras: como estas dos novelas que nadie debería dejar de leer.
«Ojos azules»
Es difícil leer esta novela y mantenerse intacto. Nos tropezamos con Pécola, una niña negra que atraviesa una realidad sórdida y en ella debe aprender a confiar en sus sueños y a tener esperanza. Algo difícil de sostener en un mundo que impone unos parámetros de belleza que ella no puede alcanzar y que la somete a ser vista con ojos llenos de prejuicios y de racismo.
Pécola es una niña desgraciada que pese a todo ha conseguido desarrollar una habilidad: hacerse invisible. Lo consigue volando de la realidad a través de la imaginación y plantándose en un espacio alternativo donde es una niña con los ojos azules a quien todas las niñas envidian.
Es una novela potentísima en torno a las injusticias sociales y a la dificultad para hacer algo provechoso con la propia vida si tus referentes se han dejado avasallar por un mundo que los desprecia. No obstante, en Morrison hay luz, y es esa chispa de esperanza seguramente lo que más amamos en ella y lo que le ha permitido convertirse en un referente ineludible de la literatura universal.
«La canción de Salomón»
Este es para mí el libro más hermoso de Morrison. Esa búsqueda de la propia identidad a través de la ficción que hace la escritura me parece realmente alucinante. Y lo hace a través de una historia familiar. Un hombre negro decide despegarse para siempre de sus raíces para ser aceptado en el mundo de los blancos, y consigue vivir una existencia cómoda aunque en cierto modo, de espaldas a la realidad de su pueblo.
Todo va bien hasta que su hijo decide optar por un camino distinto: acercarse a las raíces, ir contra la voluntad del padre y reconstruir su propia identidad. Para ello tendrá que oponerse a la violencia y a la discriminación que ejercen sobre ellos los blancos y, al hacerlo, ponerse en contra de su propio padre. Se dan así espeluznantes situaciones, conversaciones donde la rabia y la incomprensión afloran y una serie de experiencias que marcarán la vida de los protagonistas para siempre.
Es ésta una novela muy bien narrada donde hay lugar para reflexiones filosóficas y antropológicas pero sobre todo que puede servir para entender las tensiones que se pactan en las relaciones cercanas. Asimismo es un canto a favor de la identidad y de la libertad. Una novela que nadie debería dejar de leer.
En la narrativa de Toni Morrison no hay falsedad. Escribe con naturalidad y busca llegar a nuestro corazón, contándonos cómo es la vida de personas que viven a nuestro lado y a las que a veces ignoramos. Su voz ha sido fundamental para la visibilidad de la discriminación racial y el sexismo imperante de la sociedad norteamericana, que es extensible a las nuestras. Leerla es reconocer que todavía queda mucho por hacer. Nos quedan sus libros, para continuar con esa búsqueda identitaria y de igualdad social.
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