La dramaturgia de Gregorio Martínez Sierra y María de la O Lejárraga

Uno de los autores de teatro más importantes del siglo XX dentro de la literatura española es, sin duda alguna, el madrileño Gregorio Martínez Sierra que consiguió en su momento un gran éxito gracias a trabajos que llegó a realizar, en muchos casos, de manera conjunta con la que fuera su primera esposa, María de la O Lejárraga. Juntos escribieron, incluso después de separarse, una extensa bibliografía que ha pasado a ser un clásico dentro del género teatral de España.

Si aún no has tenido la oportunidad de leer ninguna de estas obras, aquí te damos a conocer algunas de las cuales no puedes dejar de disfrutar.

La primera de ellas es la que lleva por título Lirio entre espinas. En el año 1911 es cuando se estrenó la misma en el Teatro Apolo de Madrid, un trabajo que no ha estado exento de polémica pues se ha debatido mucho sobre su autoría aunque la mayoría de los expertos determinan que fue realizado de manera conjunta por la citada pareja.

Sea como sea, con aquel se nos cuenta uno de los episodios más horrorosos de la ciudad de Barcelona en los primeros compases del siglo XX: la Semana Trágica, que se produjo como consecuencia de la orden del gobierno de mandar a españoles, fundamentalmente padres de familia, a ejercer como soldados a las posesiones que se tenían en Marruecos, y que dio lugar a una fuerte represión que trajo consigo consecuencias fatales para la población.

En el marco de dicho acontecimiento es donde hace acto de aparición la protagonista. La misma es una monja llamada Sor Teresa que se encuentra huyendo de la persecución desatada esos días y que, sin darse cuenta, se refugia en un prostíbulo. Un lugar donde descubrirá la vida tan dura de las mujeres que allí trabajan a las que conseguirá comprender y ayudar en la medida que puede.

Amor de cuna

Precisamente unas religiosas son también las figuras centrales de otra de las obras teatrales realizadas por Gregorio Martínez Sierra y María de la O Lejárraga, aunque muchos apuntan a que fue ella la que la escribió en solitario. Nos estamos refiriendo al trabajo titulado Canción de cuna.

En el Teatro Lara de Madrid fue cuando se estrenó en el año 1911 aquel en el que se cuenta como una niña (Teresa) es abandonada, a finales del siglo XIX, a las puertas de un convento. Una pequeña que, desde ese momento, se convertirá en la hija adoptiva del médico del pueblo pero que será educada por las monjas que viven en el citado convento.

Su infancia y todo lo que llega a significar para esas hermanas de la Congregación de los Dominicos será la que el lector o espectador, según sea el caso, irá descubriendo. Y así será como se llegará a descubrir a Teresa en su mayoría de edad. Un momento aquel en el que conocerá a un joven llamado Antonio del que se enamorará perdidamente, con el que se casará y con quien emprenderá una nueva vida en tierras americanas, dejando así atrás una infancia llena de recuerdos y mujeres que la cuidaron y protegieron como si fuera su hija.