El encabalgamiento. Su utilidad en el poema y los tipos que existen.
En esta sección Poesía, nos toca hablar sobre un elemento muy importa de la escritura poética, el encabalgamiento. Te contaremos cuál es su importancia dentro del género y los tipos de encabalgamiento que existen.
Si te interesa el tema, te invitamos a leer los artículos anteriores sobre las pausas y los elementos de un poema.
¿Qué es el encabalgamiento?
El encabalgamiento es una figura retórica que sirve para ligar dos frases. Se llama así porque se muestra «a caballo» entre dos versos. También se ha vuelto muy popular el uso del término francés «enjambement», cuyo significado es «atravesar» o «franquear», aunque entre los lingüistas hispanohablantes se prefiere el de «encabalgamiento». Siguiendo esta lectura, la frase aparece en dos partes: en el verso que le corresponde (encabalgante) y en el verso siguiente (encabalgado).
En otras palabras podríamos decir que la pausa del final del verso no coincide con la pausa semántica ni gramatical. Es decir, que se trata de una discrepancia entre la unidad métrica y la sintáctica.
El encabalgamiento produce una cierta disonancia al poner de manifiesto una ruptura en la armonía entre ritmo, métrica y sintáctica.
En una estrofa tenemos dos ritmos: el lingüístico y el del verso. El primero está estrechamente vinculado a la gramática, al orden de las frases. El segundo se caracteriza por mostrar una secuencia de acentos colocados de una determinada forma a lo largo del texto para dotarla de ritmo y separados entre sí por las pausas versal y estrófica.
Cuando aparece el encabalgamiento esta armonía se rompe, porque los ritmos no van a la par. Entonces, la pausa versal tiende a ser más breve al sustituirla por la pausa sintáctica. Esto puede provocar, muchas veces, que el fenómeno divida en dos la extensión del ritmo de un verso provocando una incomodidad en el lector.
¿Cuál es la utilidad del encabalgamiento? La mayor ventaja de usar este recurso es la de dotar de variedad al ritmo. Cuando los versos son métrica y sintácticamente redondos tienden a provocar cierta monotonía en el lector; el encabalgamiento, rompe con esa constancia y ofrece un nuevo ritmo al poema.
También puede ser muy útil para crear un poema diverso, que superponga imágenes y que, incluso, trabaje con un lenguaje coloquial. También la ambigüedad se ve enriquecida, porque ofrece unos matices infinitos de lectura y permite dejar las frases a la mitad, sin que por ello se rompa el sentido o la identidad del poema.
Tipos de encabalgamiento
Dependiendo del uso que se haga del encabalgamiento en el poema, podemos dividirlos en varios tipos.
A continuación te hablamos de los más importantes y te dejamos algunos ejemplos para que puedas fijarlos mejor.
Encabalgamiento abrupto
Es sumamente frecuente. Se caracteriza por prolongar el sentido de un verso al siguiente. Cuando se termina la idea, se presenta una pausa que, aunque generalmente conecta el sentido, comienza una nueva secuencia.
Encabalgamiento suave
Es otro recurso bastante usado. Podemos distinguirlo porque el sentido de un verso se prolonga hacia el siguiente y continúa fluyendo, sin una pausa ortográfica o de sentido.
Encabalgamiento léxico
Se caracteriza por dividir una unidad de sentido, una palabra, en dos, rompiendo rotundamente con su significación.
Encabalgamiento oracional
Tiene lugar cuando se comienza con una oración subordinada y se separa el antecedente del resto de la frase, quedando éste en la parte encabalgante (antes de la pausa versal) y el resto en el encabalgado (después de la pausa versal).
Encabalgamiento estrófico
Uno de los encabalgamientos populares en ciertos estilos métricos, como el cuarteto y el soneto. El encabalgamiento coincide con la pausa estrófica pero prolonga el sentido de una estrofa a la siguiente.
¡Ya sabes un poco más! Ahora, manos a la obra. A practicar encabalgamientos y a construir poemas diversos, con su propio ritmo.
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