«El erotismo», de Lou Andreas-Salomé

Si existe una mujer en la literatura que haya sido opacada por los lazos emocionales e intelectuales que mantuvo con algunos referentes masculinos fundamentales de su tiempo, esa es Lou Andreas-Salomé.

Pero aunque la historia la recuerde como la que volvió locos a Rilke y a Freud, hubo en ella (y nos legó) un razonamiento inteligente sobre su tiempo y sobre el lugar al que ha sido relegado lo femenino, y sobre todo, lo sexual de la feminidad. Como considero que es una autora que todos deberíamos leer, he decidido incluirla en el Desván de los Libros Perdidos con una de sus obras más fascinantes.

Aquí va: «El erotismo» de Lou Andreas-Salomé.

La mujer en la historia

Escribir sobre la mujer sin ser mujer. Eso es lo que vienen haciendo los hombres desde tiempos antiquísimos; y sin embargo, pocos han llegado a comprender el alma humana que tenemos porque nos miran desde otro lugar. Lou Andreas-Salomé lo sabía y por eso en libros como “El ser humano como mujer” o “Psicosexualidad” intentó avanzar sobre estas cuestiones y dejar una clara idea de lo que implicaba ser mujer en un mundo de hombres. Así, volcó su confianza y su deseo para que las que venimos después seamos realmente conscientes de ello y pujemos por esa mujer deseosa que todas llevamos dentro, más o menos encerrada.

El erotismo en lo literario se encuentra casi estrictamente ligado a lo masculino, no sólo al mirarlo desde los afectos eróticos, donde predomina la mirada del hombre sobre su propio sexo y la que ejerce sobre la mujer definiendo lo que en ella es el erotismo, sino también en lo estrictamente simbólico, donde la mirada es obtusa y distante. Así, virginidad y maternidad fueron desde tiempos antiguos los símbolos de lo preciado en el erotismo femenino, dejando a un lado el desarrollo libre de la experiencia sexual de las mujeres. Dos elementos, a su vez, que cooperan con la proliferación y entronización del patriarcado, y la anulación de la individiualidad de las mujeres. Mientras que la virginidad se presenta como una estrategia para resguardar a la mujer de su propia sexualidad, para alejarla de lo que ella es, la maternidad colabora con la imposición de un rol rotundo que impide el contacto con el propio interior porque exige más de lo que da.

Leemos a Salomé que se pregunta qué puede tener que ver lo religioso con nuestra relación con la sexualidad; y ella misma se responde: que opera como una especie de cueva, para resguardar la libertad y poner a la mujer en una situación de pasividad absoluta. Usa la imagen de la virgen como ejemplo, cuya maternidad sin sexo puede servir para explicar de qué forma se ha degradado a través de los decretos religiosos la experiencia sexual de la mujer.

Sobre erotismo y sexualidad femenina

De todas formas, Salomé no critica ambas experiencias, sino que las usa como vehículo para explicar la capacidad de ser libres, de experimentar una sexualidad que nos sirva para conectarnos con nosotras mismas. Eso es lo que viene a decirnos: que somos autónomas y que nuestra sexualidad es nuestro tesoro, que debemos explorarla para saber qué y quién somos. Todos los apuntes que hace en torno al erotismo de lo femenino me parecen interesantes y por eso creo que es un libro para leer y releer con calma. Teniendo en cuenta la distancia temporal, pero sin olvidar los puntos en común entre su tiempo y el nuestro: la supremacía del patriarcado en nuestras sociedades.

Lou Andreas-Salomé es recordada más por sus amoríos con ilustres figuras de su tiempo que por su legado intelectual. Una de las maldiciones que persigue a las grandes mujeres. Sin embargo, con su cerebro lúcido supo peregrinar a través del psicoanálisis, la filosofía y la literatura y dejó obras llenas de contenido, de reflexiones profundas y de aciertos. En «El erotismo» el enfoque está puesto en cómo funciona la psique femenina y de qué forma el mundo de los hombres ha conseguido anular nuestras capacidades (o lo ha intentado). Leer a Salomé es acercarse al centro del conflicto para entender cómo funcionamos y buscar una salida que nos libere.

He vuelto a ella a raíz de la relectura de «El erotismo» y he pensado que era un muy buen momento para incluirla en el Desván de los Libros Perdidos. Cualquier libro de esta autora es interesante, pero me une a este un lazo particular y por eso quiero recomendarlo y rescatarlo. ¡No se lo pierdan!

Comentarios1

  • Edna Diaz

    Interesante artículo. Es bueno saber de mujeres ilustres como ella.



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