En nuestro artículo sobre el desván de los libros perdidos de esta semana les traigo una obra que tiene ya algunas décadas. Se trata de «El error de Descartes» de António Damásio, un libro cuya lectura nos lleva a ponernos en contacto con nuestras emociones y a reflexionar en torno a nuestra forma de entender los sentimientos.
Un neurólogo apasionado de la filosofía
António Damásio es un reconocido neurólogo portugués que se ha especializado en el estudio de los sistemas neuronales vinculados al desarrollo de la memoria, las emociones, el lenguaje y la toma de decisiones. Entre sus numerosos trabajos se destacan sus grandes avances en el área que estudia los desórdenes manifestados a través del comportamiento cognitivo.
No obstante, Damásio no se conforma con el estudio, es también un prestigioso escritor científico. Una de las particularidades de sus libros es que se encuentran escritos con un lenguaje claro que permite que variopintos lectores se acerquen a ellos. Su título más conocido es «El sentimiento de lo que ocurre: cuerpo y emoción en la construcción de la consciencia» (ganador en el 2001 del Premio Book Review que otorga el New York Times).
«En busca de Spinoza» y «Error de Descartes» son dos de sus publicaciones que intentan reflexionar en torno a las afirmaciones de la filosofía respecto al funcionamiento de nuestra mente. La relación entre filosofía y neurobiología es un tema que le interesa especialmente. En muchos de sus textos sugiere que a través de la ciencia se pueden llegar a comprender muchos aspectos de las estructuras éticas, morales y personales de las sociedades.
Evidentemente incluso los grandes pensadores de la historia se han equivocado o, al menos, han presentado sus ideas de una forma poco clara. António Damásio, en este libro intenta desvelarnos cuál fue el error de Descartes. A lo largo de la lectura descubriremos que dentro de las interesantes y necesarias afirmaciones que hizo el filósofo racionalista existió una leve falla: considerar que las emociones se encuentran totalmente desprendidas del raciocinio. Para ello ha compuesto un libro que podría calificarse en el género de la literatura científica y filosófica en el que nos explica por qué es falsa esta afirmación.
El error mejor guardado de la filosofía
«El error de Descartes» vio la luz en 1994 y aunque en principio se publicó con un título más largo («El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano») en las siguientes ediciones se dio a conocer de la forma corta. En él Damásio explica que la creencia de Descartes de que la mente existe de forma independiente al cuerpo, certificada con su popular frase «pienso, luego existo», anula el lugar que ocupan las emociones en el desarrollo de la vida y con ellas de la salud integral de nuestro cuerpo. Somos materia que permite el pensamiento, la experiencia y la sensibilidad; ninguna de nuestras capacidades existe de forma aislada.
Para Damásio la relación que existe entre mente y cuerpo es indivisible y en esa dualidad que presentó Descartes donde racionalidad y emoción viajaban por caminos absolutamente separados el neurólogo observa una de las afirmaciones más falsas de la historia de la filosofía.
El cuerpo cumple una función vital en la forma en la que pensamos. Nuestro cuerpo funciona como un contenedor de las experiencias y, por tanto, de la forma en la que las memorizamos y reflexionamos lo que nos acontece. Hay en el libro una extensa explicación en torno a la forma en la que trabaja nuestro sistema límbico que se encuentra sustentada por el trabajo que Damásio ha relacionado como neurólogo durante muchas décadas de trabajo.
Según Damásio las emociones y los sentimientos tienen un papel muy relevante en el razonamiento y en la forma en la que ha evolucionado la racionalidad de nuestra especie a lo largo del tiempo. Además, argumenta que cualquier inconveniente o daño en la corteza prefrontal (encargada de realizar las funciones ejecutivas relacionadas con la toma de decisiones en un contexto social) puede provocar serias dificultades en la forma de pensar y llevar a cabo decisiones.
Aunque a simple vista puede resultar un libro no apto para amantes de la ficción, «El error de Descartes» podría ser una excelente lectura para reflexionar en torno a la manera que tenemos de relacionarnos con el arte y con el resto de los habitantes del planeta. Después de todo, comprender cómo funciona nuestra mente, y de qué forma se ve implicado en el acto racional cada órgano de nuestro cuerpo, puede ser el mejor punto de partida para comprendernos más y dar lo mejor de nosotros en lo que hacemos. Por todo esto creo que es un libro que no puede faltar en la biblioteca de cualquier lector que se considere agudo y vivo. ¡No se lo pierdan!
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