Te contamos lo que vuelve a «El paraíso perdido» de John Milton una de las obras emblemáticas de la historia de la literatura.
El 9 de diciembre de 1608 nació John Milton, uno de los escritores ingleses más destacados del siglo XV. Su obra más importante, El paraíso perdido continúa siendo leída con absoluta devoción. En el artículo de hoy intentamos explorar las características de esta obra que la han convertido en una de las más importantes de la literatura occidental. Si aún no la has leído, deseamos que al terminar este artículo desees lanzarte de cabeza a su lectura.
John Milton: el nacimiento de un poeta sin igual
Para los anglófilos John Milton es mucho más que uno de los pilares de la poesía en lengua inglesa, es también uno de los referentes más destacados de toda la literatura occidental. Su obra cumbre, el poema épico El paraíso perdido, es una de las grandes creaciones de la literatura universal, leída, traducida y adorada en todo el mapa occidental. Una obra épica que es principalmente alabada por su profundidad filosófica, riqueza lingüística y su exploración de temas teológicos, políticos y humanos.
Milton nació el 9 de diciembre de 1608 en Londres, en el seno de una familia acomodada. Su padre era escribano y compositor musical y reconoció enseguida el talento de su hijo para las palabras y las ideas, y se esforzó en darle una excelente educación, a fin de que aprovechara sus dones. Así, John asistió a la St. Paul’s School y posteriormente al Christ’s College de Cambridge; sin embargo, su gran deseo era convertirse en clérigo, camino que intentó iniciar pero del que se desvío rotundamente para dedicarse en cuerpo y alma a la escritura.
De pequeño se descubrió a sí mismo como un lector fervoroso que disfrutaba muchísimo aprendiendo; durante su juventud y adultez, pasaba largos períodos aislado dedicándose al estudio de la literatura, la filosofía y la teología, de forma autodidacta, y combinaba el aprendizaje con la escritura de poesía. Gracias a las posibilidades de su situación económica tuvo la suerte de poder realizar un viaje a Italia, la cumbre de la cultura en aquel momento, y conocer a las figuras más destacadas del momento, entre los que se encontraba Galileo Galilei.
Es probable que el talento y la excelencia de Milton hayan sido idóneos para pensar los tiempos convulsos que tuvo que vivir: un momento convulso en la historia inglesa, marcado por la Guerra Civil, el juicio y la ejecución de Carlos I, y el establecimiento de la República de Cromwell. Siguiendo la estela de sus referentes clásicos, Milton desarrolló un aparato de pensamiento propio que le permitió escribir tratados en los que puso en palabras sus ideas políticas y religiosas que defendían la libertad de expresión, la reforma eclesiástica y los ideales republicanos. Algunas de estas ideas se reúnen en Areopagítica, un apasionado alegato a favor de la libertad de prensa.
Pero donde más destacó este escritor inglés fue en el territorio poético. Entre las que se destacan, L’Allegro, Il Penseroso y su obra más popular, El paraíso perdido. Sus últimas dos obras también tienen cierta resonancia, aunque suelen mencionarse menos, Sansón agonista y El paraíso recobrado. Toda su obra, pero sobre todo la popular epopeya sigue siendo estudiada y analizada en todo el mundo, no sólo por su contenido épico y teológico (o no tanto) sino porque fue una obra que movió los cimientos de la literatura al presentar las ideas de una forma innovadora y contundente. Una de las historias más citadas a la hora de referirse a la lucha entre el bien y el mal en relación al destino de los seres humanos.
John Milton falleció a causa de insuficiencia renal el 8 de noviembre de 1674 en Londres. Sus últimos años de vida fueron sumamente difíciles por sus problemas emocionales, a los que se les sumó la ceguera completa, una condición que había comenzado durante su juventud hasta que se convirtió en un serio problema que complicó enormemente su vida. A pesar de ello, siguió trabajando al dictado, y esta condición no redujo su productividad; de hecho, durante este período dictó sus obras más importantes, incluidas El paraíso perdido y El paraíso recobrado. La muerte lo encontró en su casa de Bunhill Fields; sus restos descansan en la iglesia anglicana de St Giles-sin-Cripplegate, ubicada en es una iglesia anglicana en la ciudad de Londres, ubicada en Barbican Estate. El espíritu de sus letras ha seguido vivo desde entonces influyendo a escritores como William Blake, Percy Shelley y T.S. Eliot.
La gran obra de John Milton
John Milton es el autor de una de las obras más importantes de la literatura inglesa, El paraíso perdido, que vio la luz en 1667 y en breve se convirtió en una de las epopeyas más leídas en lengua inglesa; para muchos es uno de los textos de este género más importantes de toda la historia de la literatura universal. Una de sus grandes peculiaridades es que se encuentra escrita en verso blanco (versos escritos en pentámetro yámbico que no tienen rima); originalmente se compuso de diez libros pero siete años más tarde Milton publicó una nueva edición con correcciones y amplió el contenido a doce libros.
El paraíso perdido cuenta la historia de la caída de Satanás, la rebelión de los ángeles contra Dios, y la posterior caída de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Aunque se basa en textos bíblicos, principalmente en el Libro del Génesis y en pasajes del Nuevo Testamento, Milton enriquece el relato con elementos de la mitología clásica y una visión personal de la teología y la filosofía: es una explosión de imaginación y creatividad puestas al servicio de una narración épica inolvidable.
Las consecuencias de la desobediencia, éste podría ser el tema central de la obra; sin embargo, es una obra que permite numerosas lecturas y, de hecho, lecturas opuestas: hay quienes la toman como una visión de todo lo que está bien, que es el afrontar la libertad sin importar las consecuencias, y quienes la reciben como un texto aleccionador que viene a advertirnos sobre las posibles consecuencias de la rebeldía contra un bien supremo. Milton explora temas tales como la libertad, el destino, el pecado, la redención y el sufrimiento humano.
Lo más destacado de esta obra, y lo que le ha permitido sostenerse como uno de los libros fundamentales de la literatura occidental es la cantidad de referencias intertextuales: a la biblia y a las obras griegas clásicas, principalmente; Milton consigue establecer vínculos asombrosos entre su presente y la historia de la literatura a través de una obra que destaca por su complejidad lingüística y su belleza.
El hecho de que John Milton haya compuesto este libro con ayuda de otras personas (recordemos que lo escribió al dictado porque se hallaba completamente ciego) le otorga a la obra un valor agregado. Que haya sido capaz de cuidarlo tanto a nivel técnico sin poder visualizar la composición y dejarlo tan bien acabado confirman que estamos ante una mente prodigiosa y de una creatividad desbordante. ¡No dejes de zambullirte en esta epopeya fascinante!
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