El hombre lobo en la Literatura

Los monstruos han sido siempre fuente de inspiración para la Literatura, al igual que para otras artes, y es que el magnetismo que desprenden es una baza que muchos autores han decidido usar en beneficio de sus obras y narraciones.

Este sería el caso del escritor Guy Endore que en el año 1933 publicada la afamada obra El hombre lobo de París. Una narración esta, convertida ya en un clásico del género de terror, que es contada por Aymar Galliez.

Una figura esa que nos acerca a la vida de su sobrino, llamado Bertrand, que desde su más tierna infancia ha sufrido extraños comportamientos al caer el día. Tanto es así que incluso tiene pesadillas en las que se convierte en una bestia. Pero lo duro de la situación para este joven es que esos horribles sueños se hacen realidad pues está experimentando en su cuerpo una transformación animal.

En el año 1870, y en concreto en la Guerra Franco-Prusiana, está ambientada esta novela que para muchos tenía una historia que intentaba ser utilizada para hacer referencia al que el instinto animal de las personas que les lleva a la guerra, es similar al del licántropo protagonista.

Muy singular e interesante es el libro Memorias inciertas del hombre lobo que el escritor Alfredo Conde publicó en el año 1971. Los dos adjetivos citados son perfectos para definir a este trabajo y es que en él se nos cuenta el caso real de un hombre, Manuel Blanco Romasanta, que fue conocido como el Hombre-Lobo de Allariz.

A mediados del siglo XIX fue cuando vivió esta figura que llevó a cabo una serie de crueles y atroces crímenes. La autoría de los mismos por parte de Manuel era innegable pero él en su defensa utilizó la justificación de que era un licántropo.

El hombre más lobo más terrorífico

Uno de los auténticos maestros del terror del siglo XX es, sin duda alguna, el escritor norteamericano Stephen King  y él tampoco ha podido resistirse a los encantos literarios que ofrece el hombre lobo.

Por tal motivo, en el año 1983 lanzó al mercado la novela El ciclo del hombre lobo, un trabajo que como siempre a nadie deja indiferente.

En un pequeño pueblo, en Maine, es donde transcurre esta historia en la que se cuenta como la población está atemorizada por los cadáveres que de pronto empiezan a aparecer. Los ciudadanos tienen claro que deben actuar realizando unas batidas, pero una sola persona decidirá ir por su cuenta.

Dicho vecino será Marty, un joven paralítico que está convencido que todo es culpa de un hombre lobo por lo que decide adentrarse solo en el bosque para enfrentarse con el monstruo. En ese duelo lo único que consigue es herir al licántropo en un ojo. Pero lo sorprendente del asunto será que al día siguiente cuando intente encontrar al vecino que es el hombre lobo descubrirá que el único que tiene un ojo herido es el sacerdote.

Otro de los libros más interesantes sobre los licántropos es Balas de plata. En el año 2010 fue cuando vio la luz este trabajo de David Wellington que gira entorno a la figura de Cheyenne Clark, una apasionada de los deportes de aventura que se pierde en un bosque solitario del Círculo Polar Ártico donde sufrirá el ataque de un hombre lobo.