Pablo Paniagua es un escritor que busca, sin éxito, un editor que publique sus novelas. Su “manifiesto”, donde explica que las grandes casas editoriales están en la búsqueda de algún chiche literario, de algo que “pegue”, como se dice, en la lectura fácil, pone al desnudo el comercio literario a gran escala.
A mí, personalmente, las últimas novelas que van apareciendo con mucho ruido mediático, no me dicen nada. Sí me dicen mucho, aquellas novelas españolas, como La Regenta, de Leopoldo Alas “Clarín”, Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós, Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes. Me dice muchísimo toda aquella literatura que no ha salido de los márgenes de la técnica y del lenguaje puro, fomentador de ideas e inquietudes en los lectores.
Cómo nos han formado las novelas de los genios de la literatura española, y de los genios de la novelística rusa, aun cuando hemos leído las traducciones, en muchos casos. En fin, la buena literatura se va a pique. Y todo porque los intereses comerciales de los editores van ganando terreno.
He aquí un extracto del manifiesto de Pablo Paniagua:
“La vida pasa rápido y yo mañana podría estar muerto. No tengo tiempo para entrar en ese proceso ‘kafkiano’ de buscar un editor para mi obra, más cuando casi todo lo que se publica es un tipo de literatura consumible, destinada a un lector poco exigente y alienado dentro de un sistema que sólo busca beneficio económico. Está claro que a la industria editorial le dejó de interesar la buena literatura, en favor de un nuevo producto que bien podría semejarse, si se permite la comparación, a una hamburguesa de McDonald´s. A eso lo quieren reducir todo: ‘la literatura chatarra’ en pos del logro económico y a costa de un lector complaciente”.
Viene el remate:
“Tú que escribes bien, deja de mirarte el ombligo; ¿crees que tienes un tesoro que nadie leerá?; son millones los lectores que te esperan; ahora puedes ser un pionero de la literatura digital, de escribir una página en la historia; ya el paso del tiempo juzgará a cada cual según la calidad de su trabajo; no tengas miedo de formar parte del futuro y, sobre todo, no dejes que nadie pisotee el sueño de tu vida. Dentro de poco, les aseguro, grandes escritores surgirán por Internet”.
Comentarios3
Amigo Pablo:
Saludo cordial y de acuerdo con Ud. en que el camino más fácil es o la literatura chatarra, como dice o la pornoliteratura que se cobija con la pretensión neonaturalista de mostrar las enfermedades de nuestra sociedad de consumo y se queda en suplir la necesidad morbosa del público, que es fomentada por los grandes creativos de la televisión que todo lo venden por medio del desnudo y la mediocridad a la que le dan visos espectaculares.
Sinembargo no se debe desfallecer. Adelante y éxitos.
GRACIAS POR LOS COMENTARIOS !!!
En la espera, no desesperes....ya llegaran tiempos mejores...
Me gustaría leer lo que tu escribes.
De qué.. país eres..?
ADELANTE!!
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