Su faceta política es, sin duda alguna, una de las que más fama dio al Duque de Rivas (1791 – 1865), llamado Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano. Sin embargo, esta figura española también consiguió un importante peso dentro de la literatura del momento y lo logró gracias, por ejemplo, a su interesante bibliografía como dramaturgo.
Una carrera literaria aquella que estuvo marcada por grandes obras teatrales entre las que se encuentra, por ejemplo, Lanuza. En el año 1822 fue cuando vio la luz este mencionado trabajo que es una tragedia en cinco actos.
Zaragoza es la ciudad que ejerce como escenario de esta historia en la que toman protagonismo diversos conflictos bélicos, políticos y sociales. En concreto, eso se consigue a través de personajes de lo más carismáticos y llenos de personalidad como sería el caso de un general del ejército de Felipe II, nobles aragoneses, infanzones y Lanuza, la Justicia Mayor de Aragón.
Don Álvaro, personaje insigne
No obstante, si hay una obra teatral que ha dado relevancia dentro de la literatura española al Duque de Rivas ha sido la que lleva por título Don Álvaro o la fuerza del sino. En el año 1835 fue cuando se llevó a cabo el estreno de la misma que tiene el privilegio de estar considerada como el primer drama español de corte romántico.
En concreto, en ella se nos muestra a una serie de personajes que, de manera irremediable, se dejan arrastrar en la vida por las pasiones que sienten y no pueden reprimir.
En la Sevilla del siglo XVIII es donde está ambientada la historia que se nos cuenta y que toma como protagonista a Don Álvaro, un adinerado indiano que mantiene una relación amorosa con una aristócrata llamada Doña Leonor.
Se trata de una relación muy complicada ya que el padre de la joven, el Marqués de Calatrava, no está de acuerdo con la misma al considerar que aquel no es digno de su hija. Sin embargo, a pesar de ese impedimento ambos quieren luchar por su amor y deciden escaparse pero serán sorprendidos por el marqués.
Esa situación acabará trágicamente pues cuando el protagonista decida lanzar su pistola al suelo, esta se dispara accidentalmente causando la muerte del suegro. Un hecho que hará que los hermanos de Doña Leonor decidan perseguir a los enamorados para matarlos.
Los remordimientos, las culpas y el acoso que sufren llevarán a que la relación se rompa. Así, ella ingresará en un convento y de él descubriremos que se marcha a Italia donde ingresará en el ejército y donde entablará amistad, sin saberlo, con uno de los hijos del Marqués de Calatrava al que finalmente acabará asesinando en un duelo. Un hecho que le llevará a sufrir remordimientos, por lo que refugiarse en un monasterio.
Pasarán los años y la venganza por la muerte del citado marqués seguirá estando presente en la vida del segundo de los hijos del mismo. Este descubrirá a Don Álvaro y le retará en un duelo que acabará con la muerte del citado vástago y también de Doña Leonor. Una muerte esta última que hará que el protagonista tome la decisión de acabar con su vida.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.