Escribí no hace mucho sobre diversas formas de introducir el conflicto en una historia. Hoy comienzo un nuevo miniciclo sobre el tiempo narrativo. En esta primera parte voy a detenerme en la importancia de este elemento en la tensión narrativa y tocaré brevemente algunos recursos que sirven para trabajar con él; en una futura entrega analizaré cada uno de estos recursos con ejemplos.
Tiempo del relato y tiempo de la historia
Uno de los elementos fundamentales en toda historia es el tiempo en el que transcurre; tanto el período histórico como la duración del conflicto. Recibe el nombre de tiempo narrativo y hacer un buen uso de él puede servirnos para conseguir una historia redonda y contundente. Evidentemente, si no lo usamos bien podemos caer en dificultades de las que nos resultará difícil. Se compone del tiempo del relato (perspectiva desde la que se mira el conflicto) y el tiempo de la historia (cronología de los sucesos). Ambos se deben trabajar en conjunto para otorgarle a la historia la fuerza que necesita.
En el tiempo del relato tenemos una mirada temporal. Nos permite ubicarnos frente a los acontecimientos y ofrecer al lector el punto desde el cual se va a analizar-contar la historia. En cuanto al tiempo de la historia, hay que recordar que nunca coincide con el tiempo real; porque no se puede escribir una obra que detalle al segundo una historia y que sea realmente interesante. Aprender a combinarlos, por tanto, nos puede ayudar a posicionar al narrador frente a los sucesos.
Por otra parte, debemos tener presente que en el tiempo de la narración los acontecimientos que aparecen no siempre se presentan de forma cronológica. Esto significa que al contar una historia podemos comenzar por el principio, por el final o incluso por el medio. Podemos saltar de un suceso del presente a uno del pasado. Es más, podemos empezar narrando desde el futuro. Es decir, las posibilidades de jugar con el tiempo en la narrativa nos permite otorgarle a la historia la fuerza que queremos, priorizando aquellos hechos que consideramos más relevantes para guiar al lector a través de la aventura.
Si sabemos jugar adecuadamente con el tiempo del relato y el tiempo de la historia podremos construir una trama que se sostenga y que goce de una tensión narrativa apropiada; lo que hará que los lectores se sientan atraídos por ella. Asimismo, es importante recordar siempre que un buen uso del tiempo le permitirá al lector atar cabos entre acontecimientos y seguir prendido a la historia, más allá de la historia planteada en las páginas del libro.
Recursos para trabajar el tiempo en las narraciones
Para plantear o hilar el tiempo en la narración existen una serie de recursos que nos ayudan a cautivar el interés del lector. Estos son:
- Anacronía: hacer uso de saltos temporales para llevar al lector a través de pasadizos aparentemente aleatorios.
- Prolepsis: adelanto de acontecimientos que aún no hayan sucedido.
- Analepsis: regresar a un momento que ya ha sido narrado para revelar algo nuevo.
- Silepsis: utilizar dos líneas temporales que se van superponiendo.
- Elipsis: contar un hecho que ocurre en un salto temporal sin dar detalles sobre él.
- Sumario: enumerar una serie de acontecimientos para poner al día al lector sobre lo ocurrido en un tiempo que no se narra.
- Ucronía: negar un hecho ocurrido, y narrado en la historia, para fabular en torno a lo que podría haber ocurrido en su lugar.
Fácil es enumerarlos, pero a la hora de utilizarlos en la narración siempre surgen dificultades. Sobre ellas trabajaré en el próximo texto, intentando analizar en detalle cada uno de estos recursos, con ejemplos que sirvan para interiorizarlos. Así que los invito a mantenerse atentos para continuar con este tema.
Es muy cierto lo que decía Marguerite Duras, de que a escribir se aprende escribiendo; sin embargo, aparte de escribir hay que leer mucho y con un interés crítico en todo aquello que llega a nuestros ojos. De hecho, pienso que en ocasiones es mejor leer mucho a escribir más de lo mismo. Así que, los invito a estar atentos a este aspecto de las historias que les gustan, para intentar captar el uso que los autores a los que admiran hacen del tiempo narrativo. Hay muchos autores que pueden ayudarnos a trabajar el tiempo con precisión.
Comentarios3
Muy interesante.
Gracias.
Pienso como AAdonis. Super interesante. Cuando estás escribiendo es necesario ir leyendo sobre todos los elementos que te ayudan a hacerlo mejor. Un abrazo, Tes.
Gracias por este excelente material que brinda apoyo sin duda alguna.
Cariños
rosamary
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