Todos aquellos lectores que sean unos románticos y que les encante disfrutar de historias donde el amor es el que se encarga de hacer que la vida de los protagonistas gire hacia unos derroteros u otros, no pueden dejar de conocer a la escritora Julianne MacLean. Y es que esta autora canadiense es actualmente uno de los mejores exponentes del género romántico en todo el mundo, tal y como lo demuestran sus cifras de ventas. Un éxito que quizás se deba al hecho de que apuesta por introducir en muchos de sus libros a figuras de atractivos canallas y mujeriegos que acaban cayendo en las redes del enamoramiento.
Para acercarse a la bibliografía de la misma se puede empezar por novelas tales como Mi héroe privado, que se publicó en el año 2004. En ella se toma como figura centra a la joven Adele, una americana que al llegar a Inglaterra es secuestrada, pero rápidamente será liberada.
Ella espera que sea su prometido, Harold, el que venga a rescatarla pero no será él sino el primo de este, Damien, el que acuda en su ayuda. Un hombre que no tiene nada que ver con todos los que la protagonista ha conocido hasta el momento pues él es mujeriego, muy apuesto, amante de la aventura y muy valiente.
Juntos emprenderán el camino de regreso al castillo de Harold y eso les llevará a pasar varias noches durmiendo en posadas. Un hecho que propiciará que entre ambos personajes, por más que cada uno intenta respetar a aquel, surja la inevitable pasión. Circunstancia que complicará la vuelta a la realidad.
Canallas vs Amor
Dos desconocidos que ven cruzar sus vidas son también los protagonistas de la novela titulada Retrato de un amante, que llegó a manos de los lectores en el año 2006. En este caso las figuras centrales del relato son Annabelle Lawson y Magnus Wallis.
Un tren es el escenario que ejerce como punto de encuentro de aquellos que desde el primer momento se sienten atraídos uno por el otro y eso les lleva a dejarse abandonar al placer. Pero la magia que surgió entre ambos parece desvanecerse cuando la joven descubra que él no es el pintor que ella pensaba y por el que se había dejado retratar sino que en realidad es un granuja y un mujeriego.
Ese descubrimiento hará que un muro de frialdad se establezca en el corazón de Annabelle pero el mismo se derrumbará cuando quede con Magnus pues este quiere pedirle que le permita exponer en una galería de Londres los cuadros que realizó de ella. Una cita profesional esta en la que nuevamente la pasión, el deseo y el amor volverán a hacer acto de presencia.
Precisamente otro caradura como el personaje masculino de este libro es el que toma protagonismo en la novela que Julianne MacLean publicó en el año 2007 con el título Rendida a un canalla.
En concreto, el personaje del que estamos hablando es lord Martin, un mujeriego que siempre ha conquistado a la mujer que ha querido y que ahora se establece como objetivo hacer lo propio con Evelyn Wheaton, una joven rica que está buscando marido. Sin embargo, aquel no lo tendrá nada fácil pues ella siempre le dio calabazas durante la época del instituto.
Esta situación hará que Martin se establezca el enamorarla como una simple misión, por orgullo, pero la misma acabara siendo algo más, una cuestión de deseo y de amor.
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