Una de las cuestiones que más preocupa a quienes sienten pasión por la literatura es comprender los límites entre la lírica y la narrativa y entender hasta qué punto puede escribirse libremente un poema sin caer en un uso incorrecto del género. En este artículo intentaremos aclarar algunos aspectos que definen claramente una prosa de una poesía.
¿Cómo es un texto poético?
Si bien a grandes rasgos la forma de entender la diferencia entre prosa y poesía está basada en la estructura que cada una posee, esta clasificación no es del todo válida. Hoy en día en el que la cuestión estética ha recibido tantas nuevas perspectivas y que no existe una rigidez en cuanto a la escritura poética, los parámetros que deberían utilizarse para comparar ambos géneros son otros.
Primero es necesario señalar que para que un texto pueda ser considerado poético es necesario que cuente con una función estética que ponga por encima la palabra de lo que se expresa. En segundo lugar. Y segundo, debemos decir que no todo texto poético es una poesía, una prosa poética también entra en esta clasificación y, más allá de que su función estética puede asemejarse a la de un poema, presenta una arquitectura diferente.
Pero en este punto surge un problema ¿cómo saber diferenciar entre una prosa poética y un relato que utiliza ciertos recursos líricos para embellecerse? Posiblemente la respuesta sea difícil de alcanzar porque también en este arte muchas cosas son relativas e incluso lingüístas de distinguido renombre se contradicen completamente en cuanto a su manera de entender este tema.
La poesía contemporánea ya no respeta las formas antiguas y presenta una estructura absolutamente irregular. Según lo han podido comprobar a lo largo de los años, una estructura regular como la que se encuentra presente en la poesía clásica genera sensaciones tranquilizadoras, mientras que una irregular genera inquietud y provocación; si tenemos en cuenta esto, entonces podemos decir que solo es posible la poesía actual si es irregular, porque en estos tiempos de cambio y de tanta incertidumbre no necesitamos de versos calmos sino de palabras revolucionarias.
Las características de una prosa
Si bien es cierto que a simple vista diferenciar entre una poesía y un relato y saber ubicar a cada uno en el lugar que le corresponde es una tarea sencilla; no ocurre lo mismo con la prosa poética, la cual se encuentra irrigada de un montón de imágenes y se favorece de cientos de recursos propios de la creación en verso para expresarse.
Una prosa poética se diferencia de un poema porque se encuentra escrita de forma sucesiva, sin cortes en las frases ni detenimiento en la métrica o la musicalidad, y también se diferencia de un simple texto narrativo en que intenta transmitir sentimientos y no narrar sucesos.
De todas formas, como siempre lo decimos, lo ideal es no cerrarse en teorías herméticas, porque en todos los géneros existen autores que intentan ir más allá de las normas y presentar obras que modifican la forma de entender los géneros y que permiten el crecimiento de las letras en todos sus aspectos.
Un ejemplo de prosa poética es el siguiente fragmento de Gabriela Mistral:
La poesía y el espacio
Con el surgimiento de la obra poética de Whitman surgió un concepto que se conoce como feísmo el cual se caracterizó por la utilización de recursos considerados «no poéticos» en la poesía; conceptos que no podían entrar en la clasificación de «bellos» o «poéticos» por encontrarse demasiado cerca del habla coloquial e informal; posteriormente esta concepción fue modificándose y, así como la idea estetizante que se tenía de la belleza fue variando hasta dejar ese idealismo exacerbado, la poesía se volvió un género más amplio en el que confluyen una serie de estilos y voces muy diversas entre sí.
La definición que el término poesía tenía para los primeros griegos era como un sinónimo de creación. Los poetas se sienten creadores al mirar el mundo e intentar reproducir las emociones que experimentan de una forma colorida, modificando esa esencia en la imagen que han percibido.
El lenguaje permite la creación porque al darle nombres a las cosas de algún modo se las está modificando, abstrayendo y cargando de significados; entonces las cosas dejan de ser lo que eran para convertirse en una idea, es decir son creadas nuevamente, transformadas en esa emoción que experimentó el propio autor. Incluso, para reducir todavía más el concepto podríamos decir que la poesía es esa emoción que se transmite en los versos.
Si tenemos en cuenta esta manera de entender este arte, comprendemos que entonces el lenguaje es tan sólo un instrumento que sirve para concretar ese movimiento que tiene lugar en el interior del poeta y llegar a ese otro interior del lector, modificando su esencia, causándole algo único e irrevocable.
Todo esto nos lleva a entender que la poesía no puede ser fijada en una estructura metódica y numérica porque entonces pierde esa función de volverse una idea o una emoción en un tiempo determinado. Esto la obliga a modernizarse y a estar al día de la forma en la que perciben el mundo los poetas de cada época; entonces, al igual que el concepto de belleza, el de poesía no puede ser estático, sino que debe presentar rasgos flexibles que permitan el contacto del lenguaje con la realidad en pos de la forma en la que dicho poeta entiende la belleza y la estética.
Para terminar diremos que para que un poema pueda ser considerado como tal debe tener fundamentalmente una imagen que circule a lo largo de todo el texto, una cierta musicalidad (aún si está escrito de forma irregular) y sobre todo, una preocupación por el cuidado del lenguaje, haciendo uso de metáforas, aliteraciones, metonimias y demás recursos poéticos, para brindarle al texto una identidad única y permitir, a su vez, que del mismo poema puedan surgir diversas emociones de acuerdo al lector que se encuentra con él.
La prosa, en cambio, intenta transmitir una idea clara y, si bien en algunos casos también se vale de ciertos recursos, tiene la necesidad de ser más directa y, sin perder el sentido de belleza con el que el autor se sienta identificado, presentar emociones límpidas y significativas.
Comentarios2
Excelente escrito y cuando yo sea grande quiero escribir de esa manera. Me agrada mucho sus palabras.
una buena aclaración, estoy seguro que con estas explicaciones podemos discernir mejor lo que es cada una de las dos formas de escribir. gracias
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.