Mientras en Europa algunos países están intentando legislar la prohibición de donación de sangre a los homosexuales, en este mismo continente también pasan otras cosas. Tales como proyectos que te llenan de luz y te renuevan tu confianza en esta retorcida especie a la que pertenecemos. En este peculiar grupo de personas que hacen cosas positivas se encuentran los creadores de la editorial La Calle, quienes intentan aportar su granito de arena para promover a través de sus obras la integración sexual en el mundo de la literatura.
Con un catálogo interesante y una propulsión enérgica esta editorial se para frente al mercado del libro y ofrece lecturas que promueven la apertura mental a través de historias entretenidas dirigidas a diferentes públicos. Gracias a un intercambio de mensajes mantenido con Ismael Gálvez Clavijo (Departamento de Marketing y Comunicación) e Inmaculada Pavía (Directora Editorial) hoy contamos en Poemas del Alma con la primera parte de una entrevista que nos permitirá conocer más de cerca la labor que realizan. ¡Espero que disfruten de la lectura!
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—¿Cómo surgió la idea de crear esta editorial y por qué “La calle”?
—La idea llega por el camino por el que surgen las grandes ideas, por una propuesta interna de dos componentes de la editorial, compradores habituales de literatura LGTB que no encontraban respuesta a sus necesidades como lectores aventajados: las historias siempre eran las mismas, la calidad literaria no era demasiado buena, el cuidado editorial en torno a la maquetación, tipo de letra, dificultaba la lectura… demasiados impedimentos para hacer lo que querían, disfrutar con la lectura. En ese momento surgió la propuesta dentro del grupo editorial al que pertenece La Calle, crear una editorial con unos valores claros y sencillos, abogar por la visibilidad de las letras LGTB aportando valor editorial, profesionalidad, rigor y calidad.
»El nombre de La Calle nace de un brainstorming muy peculiar, como casi todos, fue el nombre que mejor representaba la filosofía, pluralidad, libertad, frescura y de ahí nace nuestro Manifiesto por La Calle, donde defendemos los valores con una metáfora muy gráfica y que puede ser visitada en nuestra web.
—En “La Calle” os presentáis como una editorial que aboga por la pluralidad. ¿Cómo es posible sostener un emprendimiento con características tan peculiares? ¿Se venden bien vuestros libros?
—Emprender es aprender, caminar y arriesgar, y para ello es necesario saber qué necesitan las personas a las cuales te vas a dirigir y además dirigirte hacia ellas con toda la fuerza y el empuje de la ilusión. Para nosotros la pluralidad es vital porque se convierte en sinónimo de riqueza cultural; sesgar los títulos porque se dirijan a hombres o mujeres sería restar visibilidad a parte del colectivo, y eso va en contra de nuestros lectores.
»Siempre que hagas esa pregunta sobre ventas a un proyecto recién nacido la respuesta es la misma, menos de lo que debería ;-); es una broma. Para nosotros no es excusa que el sector editorial se encuentre actualmente en horas bajas, que esté inmerso en un proceso de cambio estructural, nuestros libros están llegando al colectivo y seguimos trabajando porque cada día lleguen a más lectores. Actualmente estamos presentes en las principales cadenas de venta de libro online y offline, y disponible también en Latinoamérica, la visibilidad de las letras LGTB solo se consigue llegando cada día a más personas y tratando de que los libros sean adquiridos, así cada día llegaremos más y mejor.
—Con un catálogo tan específico imagino que la mayoría de vuestros lectores formarán parte de la comunidad LGTB… ¿Me equivoco? ¿Tenéis el objetivo de llegar a un público más heterogéneo?
—La idea es trabajar desde la pluralidad, y en ella reside la heterogeneidad. Lo ideal sería que no tuviéramos que trabajar por la visibilidad, que los libros para el lector LGTB estuvieran integrados totalmente en los géneros que delimitan los pasillos de una librería, y no en una parte específica, en este caso actuamos acorde a una situación actual, y nos vemos en la obligación de hacerlo de esta forma, pero trabajamos para que toda la cadena del libro integre libros, géneros y lectores.
—¿Todos vuestros autores pertenecen a la comunidad LGTB? ¿Qué parámetros tenéis en cuenta a la hora de aceptar un manuscrito?
—El proceso de edición está totalmente profesionalizado, y dentro la selección y estudio de las obras que recibimos. Nosotros defendemos una política, desgraciadamente no nos podemos comprometer a publicar todo lo que recibimos, pero sí nos comprometemos a estudiar y valorar todas las propuestas.
»Claro está que si nuestro público es LGTB, los autores y las historias deben interesar al lector LGTB, eso no es impedimento a que si la historia es buena y atractiva para nuestro público, aunque el autor sea hetero, tenga cabida en nuestro catálogo, la prioridad reside en que sea una historia que enganche, sea atractiva y sumerja totalmente al lector.
—Además de trabajar por la visibilidad de la literatura homoerótica ¿colaboráis de forma activa por la lucha de la igualdad sexual? ¿Qué propuestas lleváis a cabo en este aspecto para lograr la inclusión del colectivo LGTB en la sociedad, y en la literatura?
—En este caso nuestro fin es actuar desde un punto de vista cultural, trabajar desde la integración, educación y formación. Por suerte existen muchas empresas y asociaciones que en diferentes sectores aportan su grano de arena y permiten avanzar desde distintos frentes pero con una misma filosofía.
»Como ejemplo, hemos publicado el primer cuento infantil para educar en la diversidad sexogenérica, a través de la ATA en Andalucía, implicando en la presentación a la administración pública.
»También tratamos de implicarnos de forma personal, con motivo de la conmemoración el pasado 23 de abril del día Internacional del Libro, participamos de forma activa en una charla en un centro escolar de un municipio de Córdoba hablando sobre la integración del colectivo LGTB.
—En los últimos años ha crecido de forma alarmante la violencia contra homosexuales, extranjeros y otros grupos minoritarios. ¿Cuáles consideráis que son las causas para este reflorecimiento de la violencia y de qué forma se puede trabajar desde el ámbito de la literatura para luchar contra ese tipo de manifestaciones de intolerancia?
—Desgraciadamente cada cierto tiempo se viven y reviven escenarios de este tipo, el único medio, es trabajar en la educación en todos los rangos de edad, pero prestando especial atención al público joven porque serán ellos los actores del mañana.
»La literatura es un medio de información y comunicación vital, por lo que debe mostrar historias reales que aunque puedan avergonzar por su dureza muestren que este tipo de violencia existe, hacer visible un problema es el primer paso para trabajar en su solución, y en esta línea decidimos publicar el ensayo de Lucas Jurado, mostrando una realidad de nuestra sociedad que creemos olvidar pero de la que aún sufrimos ciertas consecuencias, como fue la dictadura.
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De cara a la Feria del Libro de Málaga que se estrena hoy mismo, quisiera invitarlos a pasarse por la Caseta 16 en el Palmeral de las Sorpresas, donde podrán hallar todas las obras de esta preciosa e innovadora editorial. Y el lunes, no se pierdan la segunda parte de esta entrevista.
Fotografías: Editorial La Calle
Comentarios1
La aparición y ojalá el auge de de esta editorial es una espectacular noticia dentro de un mundo en el que no abundan las alegrías. Buena entrevista, Tes. Un abrazo.
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