Desde hace unos años los poetas David Eloy Rodríguez y Jacinto Pariente realizan un taller de verdiales cerca de donde vivo, en el pueblo de Benagalbón. Cuando me contaron de qué se trataba no pude evitar interesarme. De su generosidad para compartir sus conocimientos y mi curiosidad surgió este diálogo en el que nos cuentan acerca del taller y de esta tradición única en España, que construye vínculo entre poesía y música. Aquí va la primera parte de esta extensa charla que hemos mantenido. Espero que te guste.
Improvisación en la copla verdialera
David Eloy Rodríguez y Jacinto Pariente imparten un taller en el Centro de Estudios del Folclore malagueño de Benagalbón (Málaga) desde hace tres años, en el que cualquier interesado por la tradición verdialera puede aprender mucho y pasar un rato absolutamente entretenido con otras personas con iguales intereses. Pero a mí lo que me interesa es el origen, la semilla, y les pregunto por la forma en la que la relación con los verdiales se fue gestando en cada uno.
D—Yo llegué a la fiesta de verdiales, que es propia de los montes, campos y ahora barrios de Málaga, tanto por la vía de la antropología como por la vía de la poesía popular. Resulta que además de mi obra literaria publicada, escribo canciones y letras flamencas para diversos artistas, y llevo años impartiendo talleres y seminarios de cómo crear letras flamencas para públicos diversos en colegios, institutos, universidades… en colaboración con distintas instituciones, sobre todo en Andalucía, pero también en otras regiones para ampliar, renovar y actualizar el repertorio de la poesía popular (por ejemplo, recientemente una experiencia fabulosa en el Museo Etnográfico de Castilla y León, en Zamora).
»—Hace cuatro años me contactaron desde la Diputación de Málaga para que realizara un proceso parecido, centrado en que quien se inscribiera en el curso pudiera crear e improvisar coplas en la fiesta de verdiales. En el I Congreso de Verdiales celebrado en el Centro de Estudios del Folclore malagueño de Benagalbón, en abril de 2017, se había planteado en las conclusiones que la actividad ritual de improvisar o levantar coplas en una lucha de fiesta estaba hoy desdibujada por su poca práctica y se recomendó proponer formas para potenciar esta acción expresiva de la oralidad como instrumento para el reconocimiento de la cultura actual… Fue así que convoqué como profesores invitados a dos grandes artistas y sabios fiesteros, Jacinto Pariente y Carlos Fernández Campos, de la Panda de los Baños del Carmen, para conformar un equipo multidisciplinar que abordara este reto, que pensara y planteara una línea de acción e imaginara y diseñara contenidos, materiales, metodologías… El taller tuvo una calidísima acogida, y este año ha sido la tercera edición consecutiva.
»—A la editorial malagueña El Cartuchito de Letras le llegó el eco de lo fértil que estaba siendo la travesía y se interesó en publicar las mejores letras que se generaron, de forma individual o colectiva, anónima o autoralmente, por los participantes en el taller, y así surgió el libro “Verdiales de la Coplerativa. Nuevas letras para la fiesta”, recién publicado. Por otro lado, este ha sido el tercer año del Concurso de Coplas Levantás en Benagalbón, y ha vuelto a ser un éxito rotundo: participación de todas las pandas, enorme calidad en las improvisaciones, mucha gente joven animándose, momentos conmovedores, inolvidables… Tanto Jacinto como un servidor hemos tenido el honor de participar como parte del jurado en estos años, y podemos dar fe del buen momento del que goza ahora la copla levantá.
J— Yo soy parte de la Panda de los Baños del Carmen, un reductillo inclasificable de almas inquietas y mentes anárquicas, amigas de la fiesta. Entré de la mano del gran Carlos Fernández, músico, profe de músicos, maestro y agitador de los verdiales. Es un privilegio poder vivir desde dentro la fiesta de verdiales, y de ella forman parte esencial sus letras, que disfruto como fiestero y admiro y practico como poeta.
»—El motivo del interés por recuperar la tradición del cante improvisado es que en una noche de fiesta se oyen siempre las mismas coplas. Hay mucha variedad de cante, pero poca de letra. Y eso no es bueno para la fiesta. Hay mucho talento por ahí suelto capaz de aportar savia nueva al patrimonio lírico de la fiesta. Las coplas clásicas, recogidas entre otros por Pepe Molina, que no se pierdan nunca, eso por descontado. Pero que entren coplas nuevas que reflejen el universo nuevo de los nuevos fiesteros: en realidad, eso fueron un día las coplas antiguas. Antes de hacerse clásicas también ellas fueron nuevas y modernas.
Talleres para sostener la cultura
Son tiempos difíciles para las tradiciones. Nuestras instituciones suelen poner sus ojos en el horizonte extranjero y se olvidan de difundir y sostener el capital cultural que nos contiene y nos identifica. Por eso trabajos como el de David Eloy y Jacinto en Málaga son tan importantes. Sobre estos talleres, que cada año reúnen a más gente interesada en los verdiales conversamos también. Cuando les pregunto acerca del público que se acerca a los talleres y su dinámica, me cuentan lo siguiente.
J—Unas cuarenta personas participaron en cada edición. Perfiles muy diversos: gente de la fiesta, amigos de la misma, músicos, escritores, poetas, personas curiosas…
»—Al talento, para convertirlo en poesía, hay que achucharlo un poco, hay que convocarlo y animarlo a que aparezca y fluya. La dinámica del taller ha estado una vez más basada en practicar muchísimo, tratando de reducir al máximo las complejidades teóricas. Jugando se aprende todo lo que importa. Hay que aprender las reglas que hay que comprender bien para aplicarlas y que todo cuadre como se debe, y después a componer letras: imaginar, sentir el ritmo y escuchar la música del verso, sintetizar, naturalizar y hacer fluir lo que se quiere decir, transmitir, seducir, emocionar… Aprender a pensar rápido y rítmicamente, a atreverse, a improvisar en verso, a decir lo que merece la pena decir… Aprender a ver los aciertos, a comprobar y corregir los errores. Aprender que todos podemos si lo intentamos.
«Verdiales de la Coplerativa. Nuevas letras para la fiesta»,. Así se titula el libro que ha publicado El Cartuchito de Letras y que se presentará en Málaga el próximo viernes. Reúne las coplas creadas en el taller y sin duda puede ser una maravillosa introducción para los que queramos conocer mejor este arte. Dice David que lo que les encantaría que sucediera con ese libro es que esas coplas se cantaran y se incorporaran así con naturalidad al repertorio de la fiesta, y que animen a más gente a escribir y a improvisar poesía.
Las fotos son de los amigos del blog Su Mal Espanta.
No te pierdas la segunda parte de la entrevista que publicaremos mañana y podrás verla aquí.
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