El viernes pudimos disfrutar de la primera parte de la entrevista al poeta cordobés José Ignacio Montoto. Aquí les dejo la segunda entrega en la que nos cuenta curiosidades acerca de La cuerda rota y otras de sus obras.
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— La cuerda rota fue un poemario que de alguna forma te dio más visibilidad. De hecho, muchos te conocimos a partir de ella. ¿Cómo ha cambiado tu vida desde la obtención del Premio Andalucía Joven de Poesía?
— Mi vida sigue igual, si bien, como indicas, el premio sirve para darte un poco más de visibilidad y asegurar la publicación en una editorial contrastada.
— Has publicado todo un poemario basándote en las cualidades o propiedades de la luz, Tras la luz. Es sorprendente la arquitectura de ese libro porque todos los poemas parecen haber sido escritos para cada momento de luz. ¿Cómo fue componerlo? ¿Te interesa la fotografía por casualidad (aparece esa insistencia de los cambios en la luz a través del tiempo tan importante en este otro arte)?
— Me gusta la fotografía, sí, pero soy un mero aficionado. Tras la luz nace con un espíritu casi haikista, la obsesión de utilizar imágenes muy pulidas, a veces fogonazos o flashes. En él la estructura es minimalista. Intentar decir mucho utilizando los mínimos recursos posibles. Abunda la elisión. Intenté unir forma y concepto de la manera más concreta que me fue posible.
— A diferencia de Tras la luz, La cuerda rota es un libro que abraza los abismos. ¿Tiene que ver con el momento de tu vida en que lo escribiste? Al leerlo, parece como si uno como lector no tuviera descanso o refugio, todo puede desmoronarse de un momento a otro. ¿Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia?
— La cuerda rota es el libro con el que más he disfrutado a la hora de concebirlo, cada noche me enfrentaba al reto de escribir un nuevo poema, tardé un par de años en acabarlo y disfruté mucho con todo el proceso. La corrección de cada uno de los poemas, las opiniones de mis amigas al respecto, las noches que se hacías mañanas… Respecto a los abismos, no creo que tenga tanto que ver con el momento de mi vida como con el momento social en el que nos encontramos. El hecho de tomar una voz femenina me parecía interesante, suponía un incentivo más para enfrentarme a la creación de este libro, de hecho esa voz femenina es la que dota al libro de un hilo argumental sólido.
— Hay en La cuerda rota una gran carga de simbología y mitología: hay Grecia, hay Roma, hay leyendas y guiños a historias de las Sagradas Escrituras. ¿Cómo se consigue aunar elementos tan antagónicos en un libro que en sí mismo ofrece una solidez tan determinada?
— Ese recorrido histórico que sirve de trasfondo a La cuerda rota es el que le da cierto equilibrio a la obra, me decanté por el versículo porque me sentía muy cómodo con él y por influencia del romanticismo francés. De manera indirecta este libro quería ser un homenaje a la historia de las mujeres denostadas por la Historia, pero luego todo esto tornó en una trama de amor/desamor.
— También me parece algo destacable que hayas podido combinar esas historias tan aferradas a las sociedades patriarcales con una voz nítidamente femenina. ¿Es parte de una búsqueda de igualdad? ¿Crees que los poetas tienen la obligación de pensar la realidad, ofrecer respuestas y jugarse por ella?
— Sí, en parte es una propuesta feminista en búsqueda de esa igualdad entre hombres y mujeres. Creo que la literatura, en general, más que la obligación, tiene el deber de ofrecer respuestas, es el canal para que las mujeres y los hombres puedan pensar, reflexionar y decidir por sí mismos, en la diversidad de lecturas se encuentra la capacidad de discernir para el lector.
— En los últimos años la poesía se ha poblado de voces nuevas y firmes que vienen a romper con el discurso machista tan afincado en las letras. ¿Crees que a través de las letras se puede apostar por un cambio social sin precedentes?
— Las letras siempre han sido motor de cambios, desde los fenicios hasta nuestros tiempos. Los precedentes, creo, no lo marcan las letras, los precedentes lo marcan las personas, a través de las personas podemos apostar por ese cambio social.
— ¿Qué otros proyectos vienen (o están siendo) ahora?
— Pues ahora mismo ando en barbecho, las prisas que tuve en su momento ahora han tornado en tranquilidad. Lo que venga bienvenido sea, pero creo que tardará en llegar.
—Muchísimas gracias, de nuevo por tu tiempo y por tu poesía. Un abrazo.
— Muchísimas gracias a ti por permitirme andar por aquí. Ha sido un placer. Un abrazo.
FOTOGRAFÍAS: LUIS ALGUACIL MORALES
Comentarios1
Qué bien que las generaciones nuevas vengan empujando fuerte. Enhorabuena al Escritor! Y siempre ADELANTE!!
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