La esclavitud en un millón de ruiseñores

La esclavitud es seguramente una de las peores costumbres que ha tenido alguna vez el ser humano. El dominio de aquellas razas que se consideraban superiores sobre las más débiles y la imposición de reglas, negando su independencia y libertad, consiste en las peores vergüenzas de nuestra especie. Susan pone en palabras una historia conmovedora sobre este tema.

Pese a que creemos que ya hace mucho tiempo que se ha abolido la esclavitud de las sociedades, existen muchos lugares donde todavía reina la esclavitud. Sin obviar, esa rivalidad existente entre algunas razas o culturas que parece no disiparse jamás. Por esta razón, nunca viene mal encontrarse con historias que nos recuerdan la importancia del respeto por el otro y sobre todo lo mucho que se enriquece la vida gracias a la diversidad.

Un millón de ruiseñores

La novela de Susan Straight, «Un millón de ruiseñores», publicada por la editorial Papel de Liar, narra la historia de una joven sirvienta llamada Moinette que se encuentra trabajando en una plantación en el Sur de Nueva Orleans.

Moinette es hija de una mujer africana y un hombre blanco (a quien no ha visto en su vida); cuando tenía 14 años debió aprender el dolor de la separación al ser vendida a otra casa y separada bruscamente de su madre, de quien ni siquiera tuvo la oportunidad de despedirse.

Moinette es una joven con un uso de la inteligencia poco usual y un deseo de vivir a su manera demasiado fuerte como para aceptar las cosas tal cual le eran impuestas, por esta razón planea fugarse. A través de esta historia podemos acercarnos al universo de Moinette, percibir con sus sentidos, pensar con su cabeza y entender sus razones para arriesgarlo todo, incluso su propia vida, con tal de tener todo eso que otras personas sí podían poseer.

Un millón de ruiseñores se encuentra basado en una historia real y lo mismo te lleva al borde del llanto como a estallar en una risa, gracias a la delicada línea que rodea ambos sentimientos y al buen uso que Susan consigue hacer de los recursos expresivos.

Acerca de la autora

Susan Straight nació en Riverside (California) en 1960. Comenzó publicando historias para niños y novelas juveniles. Esta es una de sus primeras obras dirigidas a un público adulto con la que ha conseguido ser finalista del National Book Award. Cabe destacar también su colaboración en prestigiosos periódicos como The New York Times, Los Angeles Times y The Nation.

Por otro lado, también ha sido ganadora del Poe de Relato Corto y el Lannan, y actualmente trabaja como profesora en la Universidad de California.

Algunas de sus obras por las que ha recibido varias menciones y una cierta popularidad son: «Blacker than a Thousand Midnights», «The Gettin» Place», «A Million Nightingales» y «Take One Candle Light a Room».

La esclavitud que permanece

La esclavitud es uno de esos temas en los que parece no haber demasiado interés, como si quienes dirigen los hilos de nuestras sociedades pretendieran que pasara el tiempo con tal de que los olvidemos. Existe una mentalidad de olvidar aquello que sea avergonzante, (pretendiendo vivir mejor, aferrándose a lo positivo) pero en ese afán de hacerlo, aquello que se aprendió de las malas experiencias también cae en el olvido, y es como si hubiera sido inútil el sufrimiento o la equivocación.

Que cada tanto surjan obras como esta es sumamente alentador, pues nos recuerdan que todavía hay mucho de lo que aprender. Además, nos ayudan a comprender que olvidando el pasado no construimos un mejor futuro, sino uno donde no seamos quienes somos en realidad, pues nuestra esencia es la sumatoria de experiencias vividas, buenas y malas. Por ende, sólo aceptándolas podremos construirnos un mejor porvenir.

Al día de hoy la mayoría de los países han abolido la esclavitud y en sus leyes existen artículos especiales para proteger los derechos de todos los ciudadanos, sin embargo, decir que la esclavitud ya no existe no es del todo correcto, es más, nada más lejos de la realidad.

En nuestra era existen muchas formas de esclavitud. A simple vista podemos nombrar las exigencias sociales de casarse y tener hijos, las de estudiar de forma sistemática o de cumplir con un sistema de forma obligatoria; una esclavitud que se esconde en que «todos elegimos» cuando en realidad no siempre es así. Las presiones familiares y sociales en muchos casos son muy fuertes y llevan a los individuos a convertirse en una cosa u otra. Este tipo de esclavitud puede revertirse quizás de forma no tan sencilla pero sí posible, rompiendo con las cadenas y buscando el camino individual de cada uno.

Existen otras cadenas que sí son difíciles de romper, pueblos que siguen siendo esclavos, familias enteras viviendo a merced de oligarcas, sufriendo las consecuencias de un sistema cruel donde son tratados como objetos. Esta esclavitud que no vemos pero que aún se encuentra presente en muchos países y contra la que debemos luchar es la que nos presenta Susan; porque no hace falta retroceder decenas o cientos de años en el tiempo, las injusticias siguen aconteciendo en nuestro entorno, en nuestro mundo, sólo tenemos que mantener los ojos abiertos para verlo y no comulgar con la hipocresía.

Esta novela histórica puede ser una buena forma para adentrarnos en las reglas de los sistemas sociales que han manejado no sólo en otros períodos de la historia, sino también en la actualidad, el porvenir de sociedades enteras. Comprender el dolor ajeno y la injusticia es seguramente el mejor punto de partida para empezar a colaborar con nuestro granito de arena por una sociedad más igualitaria.

Para finalizar, les recomiendo la novela y comparto con ustedes la crítica que ha recibido en Estados Unidos. En «The Miami Herald» se ha publicado que esta novela, con una poderosa historia de amor donde se puede apreciar la fuerza de la voluntad y la perseverancia, es electrizante e inolvidable; por su parte en The New Times Book Review, expresaron: