Hay quien cree que escribir para niños es sencillo; sin embargo, nada más lejos de la realidad. Posiblemente la literatura infantil bien abordada sea uno de los géneros más complicados que existan. En este artículo abordaremos este tema.
¿Por qué escribir cuentos infantiles?
Los buenos autores de cuentos infantiles suelen ser personas que adoran a los niños, que las consideran inteligentes, capaces, imaginativas. Lamentablemente hay muchos que carecen de esta característica, por eso sus historias parecen escritas para seres incapaces de entender cosas profundas o de imaginar una vida diferente.
Los mejores autores de cuentos infantiles son personas que no han abandonado la infancia. No basta con ser adultos y regresar a sentirnos como en aquel entonces; es necesario no haber dejado de tener nunca presente cómo nos sentíamos, por seguir sintiéndonos de la misma manera.
Maestros ineludibles
Existen muchos autores que son insuperables, en lo que a literatura infantil se refiere; en este artículo tan sólo mencionaré a dos que admiro profundamente y que considero «de lo que no hay«. Uno de ellos es el escritor escocés James Matthew Barrie, creador de Peter Pan y de otras historias increíbles; y la otra es Ana María Matute, una de las autoras españolas que más admiro.
James Matthew Barrie nació el 9 de mayo de 1860 en Escocia y fue un conocido escritor que cultivó sobre todo la novela y el drama. Su obra máxima se llama «Peter Pan«, la cual se encuentra basada en su relación con unos niños a quienes también les gustaba mucho crear historias y representarlas, los Llewellyn-Davies.
Las razones que llevaron a Barrie a crear tan magníficas historias, posiblemente sean poco agradables. Lo que suele ocurrir con los grandes artistas es que terribles situaciones los han llevado a refugiarse en su arte y muchas veces, consiguen exteriorizar a través de bellas obras, infiernos y sufrimientos que no se disipan ni con la fama.
En el caso de Barrie se dice que cuando tenía 6 años su hermano David falleció en un accidente de patinaje; su madre jamás se recuperó de esa pérdida y como consecuencia, ignoró completamente a su otro hijo. Su padre tampoco le dio espacio, porque no se relacionaba en absoluto con ninguno de sus hijos (eran 10).
Se entiende entonces que Barrie no haya crecido, se haya quedado en esa etapa para siempre. A muchos escritores nos ha ocurrido eso, que nos quedamos varados en un período de nuestras vidas, en una experiencia y que parecemos escribir por escapar de ese dolor, pero sabiendo de antemano que jamás lo conseguiremos.
El segundo nombre es el de una escritora impresionante, Ana María Matute que nació en Barcelona el 26 de julio de 1925.
Se describe a sí misma como una persona sin una ideología política; sin embargo al acercarnos a su obra encontramos un montón de cuestiones que la convierten en una mujer avanzada, que hace todo tipo de críticas a la forma de vida social y política de nuestro tiempo. Críticas al sistema, a las imposiciones sociales y sobre todo negación a la adultez concebida como el momento en el que dejamos de soñar, son algunas de las características de su prosa.
Una autora a quien no le gusta conformarse, como a ninguno de sus personajes. Escribió una colección numerosa de cuentos, pese a que están dirigidos para niños, son altamente recomendables para adultos, para recuperar la inocencia y acercarnos a nosotros mismos.
En la obra «La puerta de la luna» se recogen la mayoría de sus cuentos. Un libro lleno de historias atrapantes, tristes y a la vez esperanzadoras. Realmente recomendable para aquellos autores que desean entregarse a cultivar este género; seguramente con Ana María podrán aprender mucho más que lo que se explica en los libros de teoría y los talleres de creación literaria.
Algunos consejos para la creación literaria
Lo más importante antes de sentarte a escribir es que tengas algo que decir, en el caso de los cuentos infantiles, que haya una historia en tu mente que quieras explayar sobre el papel.
Una vez que la tienes es recomendable que te acerques a los personajes, que desarrolles de forma individual la historia de cada uno (si lo haces en papel es mejor) de este modo evitarás las inconsistencias. Es bueno tener una idea no sólo de cuáles serán los personajes que participarán en la historia, sino también cómo lo harán, de qué clase son, etc.
Hay que recordar que toda historia debe presentar una introducción atractiva, un conflicto que vuelva necesaria la escritura y un desenlace en el que se resuelva dicho problema. Antes de comenzar a escribir es bueno tener claras cada una de estas partes y escribir teniendo en cuenta los objetivos.
En lo que se refiere al problema o conflicto, que marcará el nudo de la historia, es bueno tener presente que éste no necesariamente responde a una pelea entre dos personajes, también puede ser un conflicto interno del protagonista, donde el objetivo de la historia es que lo resuelva.
Es muy importante también que cuidemos especialmente el clímax, el momento en el que el protagonista o los personajes, dependiendo de cómo hayamos pensado el nudo, se enfrenta al conflicto.
Este momento es crucial en el desarrollo de la historia; al igual que en la música si una historia muy bien escrita y entretenida carece de un buen clímax es como una canción preciosa que siempre es igual.
Otra cuestión a tener en cuenta es la edad de los niños para los que se escribe. Si bien no hay que referirse jamás a ellos menospreciando su intelecto, es necesario ser claros y encarar la historia desde una perspectiva sencilla; de modo que no les resulte complicado seguir la historia.
En la literatura infantil las descripciones de los personajes deben realizarse a través de acciones, porque a los niños, salvo rarísimas excepciones, no les gustan los párrafos largos donde se cuenta cómo es alguien, prefieren descubrirlo a través de la historia.
Pero el consejo principal es que seas tú mismo y que vuelques en la historia tus pensamientos y sensaciones, dejándote llevar por el hilo narrativo y dándole más importancia a la historia que a todo consejo que cualquiera te haya dado, incluyendo los que aquí te presento. Fundamentalmente ten presente que sólo debes escribir cuentos infantiles si sientes la intensa necesidad de hacerlo; no todos hemos nacido con las cualidades necesarias para cultivar este género.
Comentarios7
Precioso artículo sobre enseñanzas para escribir literatura infantil, mil gracias, me ha gustado mucho.
BUEN DÍA ME PARECE MUY BUENOS LOS PASOS QUE DAN EN EL ARTÍCULO, RECOMENDANDO LOS PASOS A SEGUIR PARA ESCRIBIR UN CUENTO INFANTIL, LES FELICITO Y PIDO SIGAN ENVIANDO INFORMACIÓN RELACIONADA CON TODOS PASOS A SEGUIR PARA UNA HISTORIA, YA SEA INFANTIL O DE CUALQUIER OTRO TIPO, NO SOLO CUENTOS, TAMBIÉN NOVELAS, RELATOS, POEMAS EN FIN TODO LO RELACIONADO CON LA LITERATURA, PUES COMO DICEN USTEDES, NO ES FÁCIL ESCRIBIR PARA HACER REIR Y PONER LOS NIÑOS A IMAGINAR Y CREAR.
LES FELICITO NUEVAMENTE Y ESPERO OBTENER MÁS INFORMACIÓN
A mi me encanta escribirle a los niños, en poemas o en cuentos, es una fuente inagotable descubrir cada pensamiento, reacción y amor que ellos brindan.
No es facill escribir sobre ellos, pero si es facil amarlos.
Muy buen reportaje Textil y gracias por compartirlo.
Graciela
Muy buen artículo y completamente de acuerdo con la recomendación de Ana María Matute. Todavía recuerdo la impresión que me causó la lectura de "La rama seca" cuando era niña y planeo utilizar algunos de sus cuentos para mis alumnos de secundaria.
¡Los felicito!
Estela
publicar un poema infantil
¡Muchísimas gracias a todos por sus comentarios! ¡Síí, "La rama seca" es un cuentazo!! ¡Se los recomiendo a todos!
Un abrazo
gracias.
información gratamente presentada
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