El Siglo XX ha sido clave en la historia de la mujer en el mundo. En él una de las luchas constantes es la enfocada para alcanzar la liberación de la mujer y demostrar que su presencia en el mundo es tan importante como la de los hombres en lo que respecta al activismo y al trabajo intelectual.
El feminismo surgió como una respuesta a un mundo donde la mujer siempre había ocupado un papel secundario, fue un movimiento para exigir el cumplimiento de ciertos derechos, entre los cuales se encontraban la igualdad frente al control de la propiedad privada, en las oportunidades educativas y laborales, y el derecho al sufragio y a todas las libertades, incluida la libertad sexual. La idea central del movimiento era conseguir que la mujer recibiera el reconocimiento que hasta ese momento sólo podían tener los hombres.
Durante la época del Franquismo en España, la posición de la mujer sufrió las devastaciones del machismo, pese a ello, a que el país se hallaba en plena Guerra Civil y a que quienes gobernaban hacían uso de la fuerza para imponerse, hubo mujeres que se hicieron notar y que demostraron que el género femenino era más fuerte de lo que se creía.
En el Siglo XX surgen escritoras que se destacan en varios géneros, aunque todavía el público masivo se resiste a consumirlas, de a poco consiguen hacerse su espacio y ser valoradas por su trabajo, indiferentemente de su sexualidad.
En España entre las escritoras que primero consiguieron publicar libremente después de la posguerra se encontraron: Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite, Mercé Rodoreda, Dolores Medio, Elena Soriano, Ana Mª Matute y Josefina Aldecoa.
Ganadoras del Nadal de novela
Carmen Laforet y Ana María Matute se destacaron por recibir ambas uno de los mayores premios de novela en España, el Nadal, que se otorga cada año por la editorial Destino, la cual pertenece al Grupo Planeta.
Laforet en su obra «Nada», premiada con el Primer Nadal de la historia, en 1940, muestra el período de posguerra en España. Es una obra cuyo protagonista principal es una mujer llamada Andrea, la cual vive en un mundo lleno de pobreza, una familia llena de estructuras y prohibiciones. Esta obra es el reflejo del enfrentamiento de dos mundos opuestos, el conservador y el liberal. Por un lado su familia intentando llevarla por el buen camino y buscando que no se saliera de la normal, de aquello que le correspondía por haber nacido mujer, por el otro el mundo de la universidad, de la libertad y los nuevos caminos que le permitían satisfacer sus inquietudes intelectuales.
Carmen Martín Gaite fue premiada con el Nadal en 1957 por su obra «Entre visillos»; en ella se trataban temas como el aislamiento del ser humano, la soledad y la incomunicación, y las consecuencias que estos podían tener en las vidas de las personas a lo largo del tiempo. Es una pintura literaria de la realidad de la década de los cincuenta, con las prohibiciones del entorno conservador y las vicisitudes que cualquier mujer que deseara vivir libremente debía enfrentar para conseguir sus objetivos..
Dolores Medio fue otra mujeraza del período de posguerra. Con su obra «Nosotros, los Rivero» consiguió el Nadal en 1952 y consiguió su lugar en el mundo de la literatura. Una mujer que es capaz de narrar de forma exquisita las complicaciones de la vida cotidiana de los grupos sociales que se ven afectados por las consecuencias nefastas de la guerra.
Ana María Matute fue de todas estas mujeres una de las más destacas, habiendo publicado su primer libro a los 17 años, cuando España era dominada por un conservadurismo extremo, no cesó nunca de ofrecernos textos magistrales, tiernos y que invitan a la reflexión. En el año 1947 fue finalista del Nadal, pero le fue concedido a Miguel Delibes; sin embargo sí se lo otorgaron en 1959 por su obra «Primera memoria». Una novela increíble donde pueden encontrarse reflejadas las sensaciones de un pueblo bastardeado por las guerras y el olvido. Sin lugar a dudas esta es una de las obras más impresionantes de la Matute, que colaboran con el lugar de la mujer en el mundo y con la preservación de la memoria española a través de la literatura.
Españolas fuertes como el acero
Concha Espina es otro nombre que no debemos olvidar. Había nacido en 1877 y poseía un gran talento para las letras. Apoyó las buenas causas, como la lucha por la liberación de la mujer y la denuncia de las vidas de los mineros en España. Una de sus más importantes obras es «La niña de Luz mela» y entre sus grandes logros estuvo el ser reconocida con el Premio Nacional de Literatura en 1927.
Mercé Rodoreda fue una escritora catalana que mostró una gran creatividad y un compromiso social muy alto, y dada su manera tan directa de contar aquellas verdades en las que creía es que fue condenada al exilio. Su obra «La Plaza del Diamante», publicada en 1962, muestra las repercusiones sociales que pueden traer aquellos sistemas basados en la privación de la libertad y el conflicto de valores.
Pero también hay mujeres actuales que luchan por el espacio femenino en la literatura de España, por nombrar a algunas: Rosa Montero, Carme Riera, María Victoria Atencia, Gloria Fuertes, Espido Freire, Almudena Grandes y Elvira Lindo.
Cabe señalar que Carme Riera y María Victoria Atencia han sido escogidas como candidatas a formar parte del grupo que lidera la Real Academia Española, cualquiera de ellas que lo consiguiera pasaría a ser la cuarta mujer en ocupar un sillón en aquel plantel.
Comentarios1
Las mujeres a pesar de muchas restricciones a lo largo de los siglos ,siempre se ha ido abriendo espacio a punta de talento y esfuerzo en el mundo de las artes ; como también en todo ámbito social .
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