Escrivisiones XXII

ESCRIVISIONES XXII. Por María Eugenia Caseiro [entrega 22]
Continuación y final.

Un Alto en el Camino.

¿Es posible escoger y diseñar la vida?, y si lo fuera, nadie en nuestro lugar puede asumir ese nuestro compromiso y desafío al mismo tiempo. Con verdadera certeza puedo aconsejarle que no se detenga, porque el tiempo es verdaderamente apremiante para estos asuntos. Aunque ya hemos aprendido que el tiempo no corre, que el tiempo absoluto ha sido anulado por el tiempo relativo, y que no puede haber sido nada en el espacio si no ha sido primero en el tiempo y viceversa. Y que desde los tiempos desde Demócrito, pasando por Dalton y llegado a nuestros días, conociendo una nueva clase de materia creada por científicos de la NASA (condensado Bose-Eisntein), la ciencia continúa con la investigación y la búsqueda de nuevos horizontes en este camino de “materia”, que bien puede no ser otra cosa que consecuencia de acumulaciones electrónicas. En nuestro viaje por la vida y valiéndonos de del salvoconducto que nos confiere la imaginación, desechemos la percepción negativa del tiempo, ese que casi nunca responde a nuestros intereses; pensemos que ese tiempo no existe, que está solamente en nuestra conciencia. Sin ánimo de contravenir ninguna regla o contrariar a quien piense de otra manera, aunque el tiempo cronológico es imposible de ignorar siempre supeditados a su mecánica, agreguemos a nuestra vida de hoy la connotación amplia y positiva que nos ofrece El Tiempo.
¡Reflexionemos! : En este mundo, en que lo que parece real, no siempre lo es; lo que identificamos como materia, es espacio vacío puntuado de electricidad; lo que damos por lógico, en muchas oportunidades resulta altamente caótico, y además necesitamos asumir que vivimos por no tener la certeza de que lo que llamamos existencia sea ninguna otra cosa; solamente tenemos una vida, y pasa muy deprisa. De una cosa podemos estar seguros, sea cual sea su sexo, raza, nacionalidad, creencias o condición social; todos somos humanos, todos tenemos derechos para con nosotros mismos y obligaciones para con la sociedad y la naturaleza. No importa cómo y cuanto hizo hasta hoy sino para extraer la experiencia, y reponer el alma, la luz, la magia de la vida; desechar la incertidumbre, el olvido, la soledad y las sombras. Anímese a no perder más tiempo, anímese a ser libre, ponga combustible en su lámpara y manténgala encendida a toda costa; asegúrese de sentirse ganador lo que aún le resta de tiempo, que bien puede ser la eternidad, porque este TREN, no se detiene nunca…

“…pues así llegué a saber / que toda la dicha humana
en fin pasa como sueño, / y quiero hoy aprovecharla…”
La Vida es Sueño (v. 3312-15) Calderón

Epílogo.

AL OTEAR POR LA CLARABOYA.

“Hoy te escribo en mi celda de viajero…” (Canciones a Guiomar) Antonio Machado.

La intención de este proyecto, inicialmente de índole personal, gravitaba entre establecer cierto orden en mis pensamientos al transcribir una serie de consideraciones y reflexiones atesoradas en esos cavernosos compartimientos que nos sirven de anaqueles en la memoria, el debate ante la complejidad de de toda condición humana y la legitimidad de mi propio pensamiento, porque el propósito de traspasar al papel los rudimentos almacenados en tal fichero, además de atrevido, corría el riesgo de no alcanzar suficiente claridad al tratar de esquematizarse fuera de sus laberintos. El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, más luego se clarifica, dice un proverbio chino. Finalmente y luego de otear por la claraboya, no encontraba razón capaz de persuadirme de llevar a cabo esta perspectiva que ya se manifestaba en el interés que desde niña tuve por preservar los recuerdos. A pesar de los obstáculos y asumiendo tales riesgos, incluida la carencia de otro aprendizaje que no fuera de la vida misma y algo de autodidáctica, me apliqué a la tarea con la ayuda de mi vocación por las “escrivisiones”. El tiempo dedicado a transcribir estas ideas, se vio interrumpido por un terrible accidente en el que logré salvar la vida, motivo que me hizo valorar la posibilidad, previamente sugerida por quienes lo creyeron antes que yo, de compartir mis pensamientos. Camilo José Sela escribió: “El viajero tiene su filosofía de andar, piensa que, siempre todo lo que surge es lo mejor que puede acontecer.” (El camino de Guadalajara) . Aprovechando esa extensión que me permite seguir adelante, agradezco la vida de la cual tengo aún mucho que aprender, mucho más; si tan solo una de las personas que haya dedicado un poquito de su tiempo a acompañarme en este recorrido por la magia de la vida, se sienta capaz de aceptar esta convocatoria para valorar el incentivo cósmico y emprender un camino mejor hacia el futuro.

Tal vez y sobre todo para los que desconocen el caudal de acontecimientos que pueden sobrevenir a un simple ser humano, las experiencias para tales resoluciones puedan parecer algo limitadas, si teniendo en cuenta el hecho particular de una persona dedicada al hogar y la familia, como es mi caso, amén de cierta inclinación al hechizante universo de las letras, nos cerramos las puertas a la prueba desde un inicio. Pensemos que aunque así fuera, la causa de que no podamos llegar al fondo, no radica en lo profundo del pozo sino en el tamaño de la cuerda que tomamos. Sócrates, maestro de Platón expresó: “La única cosa que sé es que no sé nada; y esto cabalmente me distingue de todos los demás filósofos, que creen saberlo todo”. Sería bueno reflexionar a partir de tal pensamiento. Nuestro paso por la vida es transitorio, una ocasión irrepetible, y de hecho una oportunidad, que como única, debemos aprovechar en todo sentido, y encontrar la manera de alargar nuestra cuerda para aprovechar esa capacidad que todos tenemos de aprender, de explorarlo y analizarlo todo, de profundizar en nuestro espacio interno, y de una u otra forma, sacar buen provecho de toda experiencia como una ilustración, reflexionando seriamente y buscando la mejor manera de aprovechar la única oportunidad que tenemos de ser.

El escritor y humorista norteamericano Mark Twain dijo en una ocasión: “Cumplamos la tarea de vivir de tal modo, que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta”. Y aunque estas escrivisiones cumplen con mi propósito inicial, tratan además de extender una modesta pero sincera invitación, para que cada cual haga sus propias observaciones, consideraciones y decisiones, con el ánimo de encontrar el verdadero camino hacia ese futuro que estamos edificando, como otros en su momento fueron fundamentando lo que ahora es nuestro presente; paralelamente, sugiere una forma de observar el mundo que nos rodea, de tal modo que nos convoquemos a nosotros mismos a intercomunicarnos e identificarnos con él, a aceptar todo aquello que le es inherente y que no podemos cambiar, haciendo lo contrario con todo cuanto nos es posible y necesario emplazar, principalmente en nosotros mismos, para determinar y establecer nuestro papel, de modo que alcancemos la mejor manera de desempeño para éste, redundando así en una cadena de beneficios que bien pueden comenzar con el propio.
“y cuando se ha de morir, / recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda. / Así es y así sea. ” Fernando Pessoa.

María Eugenia Caseiro.
Julio 15 del 2002. (Last modified 1/31/03)

N.A.[1] Al consultar y citar diversidad de autores, consideré oportuno formular una introducción en la que se exponen algunas nociones que al tiempo que sirven como preámbulo de los temas a tratar, permiten desde el comienzo, la familiarización con parte del material consultado y cuyas fuentes aparecen al final del trabajo.

N.A.[2]Los interesados en adquirir el total de las entregas o utilizar el contenido de las mismas como material de consulta pueden hacerlo solicitando directamente el envío y/o consentimiento de la autora en el siguiente correo electrónico:
[email protected]

Bibliografía y consultas.

La Historia y la Evolución de la escritura, por Ángel Oliva

Listado de corrientes, autores y movimientos filosóficos realizada por Elena Diez de la Cortina Montemayor. Proyecto Cibernous: filosofía en la red.
https://www.cibernous.com/autores/

El Pequeño Larousse, diccionario enciclopédico.

Cerebro: la inteligencia, la memoria, la evolución y los ordenadores.
Versee-memint

British medical journal The Lancet, June 19, 1999 (vol. 353, pages 2149-2153)

* Fuente: San Agustín. Confesiones. (Libro X, capítulos 9, 10 y 11) Prólogo, traducción y notas de Pedro Rodríguez de Santidrián. Madrid. Alianza Editorial, 1998.

Santiago Fernández Burillo
28 de agosto de 2002, Fiesta de San Agustín.
©2002 Edición Digital Arvo Net en línea

Charles Darwin y La Evolución.
Gustavo Bueno, ¿Qué es la filosofía?, Pentalfa, edición 1995. (Oviedo, Asturias)

Mente y Cuerpo, Conciencia biológica y experiencia de lo trascendente:
William James y la psicología funcional americana, por EugeneTaylor
Harvard University Medical School,

Funciones del sueño

Sueño y Ritmo Circadiano
https://www.uned.es

GALERÍA.

(1). El Tiempo. Miguel March (Valencia 1638-1670)
Óleo sobre lienzo, 72 x 95.5 cm.
(2). Alegoría de la Vista. Miguel March
Óleo sobre lienzo, 72 x 95.5 cm.
(3). Alegoría del Gusto. Miguel March
Óleo sobre lienzo, 65.3 x 42 cm.
(4). Alegoría del oído. Miguel March
Óleo sobre lienzo, 67.5 x 90 cm.
Firmado: “Miguel Marco I”
(5) El Tacto. José de Ribera, El españoleto
Óleo sobre lienzo (1632-35) 125 x 98 cm.