«Estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje», de Yolanda Segura (Conarte)

 
 
Sobre esta idea se fundamenta «Estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje», de Yolanda Segura (Conarte), un poemario que trasciende las fronteras y que explica las jaulas éticas y morales que se nos imponen. Todo el libro es un canto a la libertad y la afirmación del lesbianismo como postura política y poética, desde una elaboración exquisita del lenguaje y la forma. Un libro extraordinario que te deseo.
 
 

La forma nos explica

Con este punto de partida, Yolanda Segura construye un poemario que se apoya en la tradición latinoamericana y busca contribuir con una nueva manera de entender el lenguaje poético: como material deformable que nos explique. Así, valiéndose de frases concisas y fragmentarias va dando forma a un libro donde los cuerpos y el deseo son protagonistas. El deseo amorfo que nos representa, tan susceptible de ser traicionado y enjaulado.

«Estancias…» es un libro sobre la libertad del corazón pero sobre todo sobre la posibilidad política de la sexualidad, donde anida lo que somos pero también aquello en lo que pueden convertirnos, si los dejamos. En ese sentido es una lectura que nos invita a oponernos a las formas tradicionales de entendimiento y que busca, revolucionando el lenguaje, una visión amplia sobre las relaciones y los cuerpos.

Y aquí hay que decir que seguramente una de las cosas más interesantes del libro es la forma en la que Segura trabaja con las convenciones e imposiciones sociales, sobre todo en lo referente a la sexualidad. Reformulando las certezas colectivas, nos ofrece una poesía que es un canto al amor lésbico y al deseo libre. Con sensualidad y erotismo nos ofrece poemas que invitan a la postura no convencional y libertaria en lo que atañe al terreno de lo amatorio y del deseo.

En este punto, cabe una mirada sobre la frontera, que dice Segura, es relativa al territorio que nos pertenece. Algo así como que sin frontera no hay espacio del que apropiarse. Sobre los límites que nos imponen y los que podemos tolerar, y también una revisión sobre lo que esos límites implican y, sobre todo, sobre la apropiación del territorio, que implica también el lenguaje y sus palabras, hay maravillosos poemas.

Foto: Imparcial Oxaca

Lo sexual como espacio político

Lo lésbico como espacio político, creo que eso es lo más interesante de esta obra de Segura. Como espacio de libertad y de urgencia. Numerosos poemas se extienden en esta línea y vienen a explicar lo verdaderamente revolucionario del deseo. Como si salir del armario no fuera un gesto único en la vida, sino que debiera reforzarse cada día, en cada poema, en cada oración, en cada mirada.

Segura juega con el lenguaje y con tonos distintos, aprovechando palabras de la burocracia y los formalismos sociales para escribir contra ellos, contra las respuestas predeterminadas socialmente para las mismas preguntas, y nos ofrece un poemario colorido, sensual y político sorprendente.

Es un libro en el que también hay lugar para la tradición poética lésbica, y donde no faltan la Pizarnik y la Thenon, que supieron hacer de lo sexual camino o espacio de trascendencia y trasgresión. Y en este punto, Seguro va un poco más, para explicar lo que lo lésbico ha significado en la liberación de las mujeres. Y aquí, lo lésbico como actitud política contra el patriarcado.

Y siguiendo en esa línea también encontramos exquisitos poemas que trabajan sobre los roles que se nos imponen, como el cuidado, y el abandono de la propia libertad en pos de la felicidad de los otros. En ese sentido, va siendo hora de que las mujeres reconozcamos que todas las que han sabido hacer hueco y herida en el sistema patriarcal han sido lesbianas, transgresoras en la vida y en el sexo. Sin ellas el feminismo no existiría, sin ellas la igualdad no estaría en el centro del debate político social. En ese sentido, este libro es un homenaje extraordinario para las que estuvieron antes y supieron ofrecer luz para el futuro, que es nuestro presente.

Y termino con este poema brutal que confirma no sólo la naturaleza fascinante del libro sino la profundidad estética y política de su autora, donde lo erótico es un espacio ineludible de lucha política. Nadie se pierda este libro exquisito de Yolanda Segura.

Foto: Nvinoticias