«El fabricante de honradez», de Don Santiago Ramón y Cajal

"El fabricante de honradez", de Don Santiago Ramón y CajalSubir al altillo y encontrarse con bellezas que creías olvidadas siempre es una gran alegría por eso he creado este espacio para rescates literarios. Hoy en nuestro desván de los libros perdidos les traigo una novela que desde mi humilde punto de vista es fantástica. Se trata de «El fabricante de honradez» de Don Santiago Ramón y Cajal: español, nobel, científico y apasionado por el mundo de las letras; en definitiva, un personaje con muchas facetas.

Ramón y Cajal, entre la medicina y la literatura

Don Santiago Ramón y Cajal nació en un pueblo de Navarra el 1 de mayo de 1852 y falleció en Madrid el 17 de octubre de 1934. Fue un distinguido ciudadano español que se destacó como médico y se mostró fuertemente intrigado por la forma en la que reaccionamos ante las experiencias desarrollando determinadas patologías y fue uno de los médicos imprescindibles para el desarrollo de la «doctrina de la neurona», un estudio innovador en su momento que postulaba que el tejido cerebral se halla formado por células individuales.

Formó parte de la conocida como «Generación de los sabios» y escribió muchísimos libros para dejar constancia no sólo de sus diversas investigaciones sino también para demostrar que el lenguaje es una potente herramienta que nos permite unificar conocimientos y placeres.

Entre sus publicaciones más innovadoras y relevantes se encuentran su «Histología del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados». Pero sin duda los amantes de la literatura lo hemos conocido y admirado por sus novelas de terror, llenas de un no se qué que te invade por dentro y se va apoderando de tus emociones página a página.

"El fabricante de honradez", de Don Santiago Ramón y Cajal

El fabricante de honradez

En el caso de la novela que hoy rescatamos, «El fabricante de honradez», es un libro en el que Don Santiago Ramón y Cajal nos presenta la vida de un científico que se casa con una mujer mucho más joven y que es alumna suya. La cosa va muy bien hasta que se mudan a China para investigar una epidemia que tiene lugar en este país: un virus que está provocando la muerte a centenares de cerdos. Allí trabajarán junto a otro médico que se sentirá fuertemente cautivado por la joven esposa del científico; ella también se siente atraída por él y comienzan una relación amorosa a espaldas del protagonista, evidentemente.

Pero el marido que sospecha la infidelidad, se siente violentamente asediado por los celos y toma la decisión de vengar su orgullo herido. ¿Cómo iba a hacerlo? Pues de una forma sencilla y en un ámbito que él manejara a la perfección. Los infecta con el virus de la peste que han ido a curar. Esto le sirve no sólo para librarse del amante de su mujer sino también para demostrar algo que había estado investigado, que esa enfermedad podía transmitirse de animales a personas. Pero la cosa no termina ahí. Si bien no mata a su mujer, le aplica un suero que va quitándole progresivamente su belleza y elegancia para convertirla en un monstruo. Así, cree, podrá evitarse sus futuras infidelidades.

Todo esto le servirá para realizar un experimento que tiene como objetivo buscar la forma de crear una sociedad sin vicios ni corrupción: un mundo de criaturas monstruosas donde no hay dobles intenciones. Al final, el pobre Alejandro Mirahonda se da cuenta de que reprimir los deseos más banales no es una buena alternativa para alcanzar la felicidad y que no se puede decidir quiénes pueden/deben querernos.

"El fabricante de honradez", de Don Santiago Ramón y Cajal

Ciencia vs ética

En toda la obra de Cajal, que en realidad no son tantos libros, se nota esa eterna disyuntiva entre ciencia y ética. Sus personajes suelen tener acceso a conocimientos científicos que pueden permitirles salir de situaciones difíciles pero siempre dejando tras su paso terribles consecuencias. Al igual que en esta historia ocurre con las otras, donde su pasión por la medicina lo llevan a plantearnos interesantes historias que nos llevan a reflexionar sobre el lugar que ocupa la ciencia en nuestras sociedades.

En su narrativa encontramos un gran conocimiento de causa: sabe explicar con exactitud los efectos que diferentes sustancias pueden provocar en el organismo humano lo cual dota a sus historias de un realismo inquietante. Sin embargo, escribe con una intencionalidad que roza la sátira lo que dota a sus libros de un humor extraño y un clima que nos va atrapando segundo a segundo hasta dejarnos desnudos frente al terror y la inquietud.

Los invito a visitar otras entradas del desván de los libros perdidos; donde hemos leído con anterioridad obras como «Andanzas del impresor Zollinger» de Pablo d’Ors; «Adiós a todo eso» de Robert Graves; «El país de las pieles» de Julio Verne o «El camino de las llamas» de Hugo Wast.

"El fabricante de honradez", de Don Santiago Ramón y Cajal



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