Dentro del género de terror, nos encontramos con todo tipo de personajes oscuros, siniestros y que están dispuestos a todo con tal de atrapar a sus víctimas. No obstante, entre todos aquellos destacan los fantasmas, esos seres que, a pesar de estar muertos, no abandonan el mundo terrenal porque tienen un objetivo que cumplir.
Tan fascinantes, misteriosos y generadores de pavor son aquellos que muchos escritores los han utilizado como protagonistas en sus historias. Este sería el caso del autor inglés Montague Rhodes James (1862 – 1936), más conocido como M.R. James.
A pesar de ser anticuario o un experto en la Edad Media, aquel se convirtió en una figura clave dentro del ámbito literario en su momento y aún sigue siéndolo ya que está considerado como un clásico dentro del género de fantasmas.
En concreto, estos son los relatos que sobre esos seres espectrales realizó en vida con mayor maestría:
Historias sobrenaturales. En el año 1991 fue cuando se pudo disfrutar en castellano de esta obra que se encuentra compuesta por un total de once relatos de terror que no dejan indiferente a nadie. Se trata de narraciones donde el lector tiene la oportunidad de asistir a cómo los protagonistas se ven envueltos, en su vida cotidiana, en atmósferas y espacios donde lo sobrenatural cobra protagonismo
Así, documentos antiguos o bibliotecas con gran historia permiten que secretos, misterios, leyendas y hechos trágicos ocultos cobren vida en algunos de los cuentos que se recogen en este libro. Entre ellos destacan, por ejemplo, El tesoro del abad Thomas (1904), Los bancos de la catedral de Barchester (1910), La parcela de Martin (1911), El número trece (1904) o El jardín de rosas (1911).
El conde Magnus. En el año 1902 fue cuando M.R. James llevó a cabo la escritura de este cuento de terror y vampirismo, que no sería publicado hasta el año 1904 y que viene a seguir la temática del amigo del autor, Eduard Frederic Benson.
El personaje protagonista es el que le da título a la obra y está inspirado en una persona de carne y hueso: el conde Magnus Gabriel De la Gardie, que era de origen sueco y que vivió durante el siglo XVII. Se trata de un individuo al que siempre le rodeó la leyenda y el misterio pues se consideraba no sólo que tenía poderes sobrenaturales sino también que había llevado a cabo un pacto con el diablo.
La historia de este cuento da comienzo cuando el narrador afirma que ha encontrado un diario de un viajero inglés que responde al nombre de Señor Wraxall y que ha desaparecido en extrañas circunstancias.
Se trata de un documento que despierta el interés de quien lo ha encontrado por lo que decide abrirlo para leerlo. Así será como descubrirá que su autor llevó a cabo un viaje por Suecia, donde pudo conocer la leyenda del citado aristócrata, al que se le acusó, además de lo anteriormente expuesto, de ser cruel y déspota con sus vasallos.
Esa toma de contacto con la enigmática figura le causará gran interés y así será cómo comenzará a investigar sobre él y sobre su familia. Una acción que, a partir de una visita al cementerio, hará que sienta que le persigue una sombra oscura.
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