Una complicada vida personal, claramente influenciada tanto por su persecución por parte de Hitler y los nazis como por su ingreso en un campo de concentración o su exilio, es la que determinó irremediablemente la trayectoria profesional del escritor alemán Lion Feuchtwanger.
Un autor este que practicó diversos géneros aunque se decantó especialmente por la novela histórica que en muchos casos plasmó y narró esa etapa histórica cruenta y llena de horror que a él desgraciadamente le tocó vivir o bien que, de un modo u otro, tenía relación con la misma.
Este sería el caso, por ejemplo, del libro titulado Los hermanos Oppermann que se publicó en el año 1933. En él se acerca al lector a la vida de la familia que le da nombre, una familia de la alta burguesía de Berlín que ve como su existencia da un campo radical cuando se produce el triunfo y posterior llegada al poder del Nacionalsocialismo en Alemania.
En concreto, el punto de partida de la narración se sitúa en noviembre de 1932. Una fecha esta que da lugar a que tanto Gustav Oppermann, que es escritor, como su hermano Martin, que ejerce como propietario de una tienda de muebles, empiecen a ir viendo como en su país lo que se está produciendo es una trama con el claro objetivo de acabar con los judíos.
La experiencia que Feuchtwanger vivió en este sentido fue la que le sirvió para poder desarrollar esta narración cargada de dureza y sentimientos, que a nadie deja indiferente.
España y su historia
Precisamente la citada religión, el judaísmo, vuelve a ser protagonista de otra de sus novelas más interesantes. Nos estamos refiriendo a La judía de Toledo, que llegó a los mercados literarios en el año 1955.
Aquella se sitúa en España, en el siglo XII, para acercarnos a un hecho que ha trascendido las barreras del tiempo: la pasión que en su momento sintió el rey Alfonso VIII de Castilla por una judía, Raquel, que vivía en la citada ciudad que es la que da título al libro.
Ese amor será el que se utilice como eje conductor en todo momento de la citada narración que además servirá para conocer en más o menos profundidad la convulsa situación que se vivía en España en aquel momento. Una etapa cargada de horror, de sangre y de ansias de poder que estuvo determinada por la acción de los nobles castellanos que arrasaron ciudades y poblados enteros que habían sido puestos en pie por otras culturas y por personas de religiones distintas a las suyas.
Este país y otra de las historias de amor que se han convertido en leyenda en aquel son igualmente los protagonistas de Goya. En el año 1951 fue cuando se publicó este trabajo que Lion Feuchtwanger realizó para acercar al público la vida de este gran pintor zaragozano y más exactamente la pasión que existió entre él y una de sus grandes musas y fuentes de inspiración: la Duquesa de Alba.
De la misma forma, aprovechará la narración para darnos cuenta de cómo era la vida de los españoles entonces. Una existencia, sin duda alguna, marcada por el férreo gobierno de sus monarcas y por los visos de lo que son las sombras de la Revolución Francesa.
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