Formas de conseguir un espacio en el mercado editorial

Con ese título parece que lo que vengo a exponer es una especie de receta pro fama literaria pero NO, simplemente es una recopilación de algunos consejos extraídos de diversas webs, a las que recomiendo visitar: escritores.org, Página2 y Ser escritor.

El editor de Alfaguara Gerardo Marín expresa que sin promoción no hay libro; esto significa que puede haber historia pero el libro como artefacto comunicativo sólo puede existir en tanto y en cuanto la gente sabe que existe. Esto convierte a la promoción en un eslabón fundamental en la cadena de la creación literaria.

Es cierto que en muchos casos los encargados de organizar los eventos y toda la difusión en prensa son las propias editoriales o los agentes literarios; no obstante, en caso de que no sea así, es posible que el autor pueda hacer solo su promoción consiguiendo buenos resultados.

Lo importante sería, como dice Ander Izagirre, encontrar vías no tradicionales, salirnos de la estructura rutinaria de promoción de libros. Se refiere a buscar nuevas formas de promoción que llamen la atención de los lectores, que sean entretenidas y que, por sobre todo, transmitan el espíritu de la obra publicada. En el caso de Izagirre, para su obra Plomo en los bolsillos a través de la cual narra el lado más humano del Tour de Francia, narrado por los propios protagonistas, realizó una gira en bicicleta; rompiendo rotundamente con los parámetros que se espera que tenga una presentación.

La promoción es fundamental

Hoy en día se exige de todos una mayor entrega, presencia rotunda en los medios y comunicación con los lectores. Existen para ello algunas herramientas y trucos que puedes seguir para conseguir llamar la atención de editores, lectores y agentes literarios.

Incluso los escritores conocidos necesitan de la promoción, porque un libro sin publicidad es posible que se quede en el olvido. Por esto, por mucho que nos pese, debemos tener presente este punto a la hora de presentar nuestra obra. Como bien lo dice Tim O´reilly no es la piratería el gran enemigo de los autores, sino el anonimato.

Para hacer una buena promoción de tu trabajo es conveniente que tengas en cuenta aquellas herramientas que se encuentran a tu disposición para conseguir darle a tu obra una cierta visibilidad.

Presencia en Internet

Contar con un blog personal, una cuenta en Twitter o una evidente actividad en la red, podrás conseguir que tu nombre aparezca con más facilidad en los buscadores. En el caso de que tengas un blog procura trabajar especialmente en su posicionamiento, para conseguir que sea uno de los listados en las búsquedas llevadas a cabo en buscadores.

Muchos autores se apoyan muchísimo en Twitter para compartir no sólo su trabajo sino también charlas profundas en torno al arte de escribir. Estar allí podría enriquecerte muchísimo; es posible que si lo pruebas te guste, a lo mejor no, pero ¿no pierdes nada con intentarlo, no?

Participación en eventos

Mantenerte conectado con la vida literaria de tu ciudad también puede ser una gran decisión si lo que buscas es una cierta repercusión en el mundo de la literatura. Así que es recomendable que participes en eventos culturales, lecturas , recitales, y te mantengas comunicado con otros autores.

Como un libro no existe sin promoción, aprovecharte de estas tertulias para contarle a los oyentes con quién has publicado y cómo pueden hacer para conseguir tu obra, puede ser una excelente forma de gestionar la promoción en este tipo de eventos.

Participación en concursos

La cantidad de libros que se publica cada año es exagerada y, en medio de esa sobrepoblación de obras es muy difícil destacarse. Por eso, sin duda, participar de concursos de cierto prestigio puede ser una idea excelente. Si consigues ganar, tendrás la promoción asegurada y podrás destacarte entre los muchísimos autores que publican cada año.

Al margen de todo, participar en concursos literarios puede ser una forma fantástica de acabar bien los libros y de ir puliéndolos más y más, porque cada vez que decidas presentarte, volverás a leerlo.

Leer y releer

No siempre cuando creemos que hemos terminado un libro, realmente lo hemos hecho. Cada obra puede ser retocada y mejorada con cada una de las lecturas que se hagan. Por eso, intenta pulir tu obra incluso cuando creías que ya no había nada que hacerle. La mejor forma de hacerlo es pasándole el texto a tus amigos para ver qué experiencia recogen de esa lectura. Y trabajar sobre el feedback.

A simple vista parece algo complicado; no obstante, una vez que te pongas a trabajar en la promoción de tu obra y de tu «marca literaria» los resultados irán viniendo solos. Y, aunque esta no es una receta infalible para lograr el éxito, al menos sí es una invitación a intentar vivir la escritura en todos los ámbitos, que al fin y al cabo es lo que de verdad importa.