Formas de introducir el conflicto en una historia (Conflicto I)

Una vez tenemos el escenario sobre el que deseamos que se desarrolle nuestra historia y hemos planteado detalladamente las características de nuestros personajes, llega el momento de instalarlos en ese escenario y ver hacia dónde nos lleva la trama.

Lo primero sobre lo que tenemos que trabajar es el conflicto fundamental que se planteará en la historia. Y en este punto hay que hacer una aclaración: no existen buenos y malos conflictos, lo importante es cómo son planteados. Como escritor debes estar convencido de que tu punto de vista es importante y de que lo que ocurre es absolutamente relevante como para contarlo. Partiendo de esa base debes jugar con el ritmo de la historia para ir introduciendo los matices y los conflictos menores que derivan y afectan al hilo fundamental. Sobre eso va este artículo, que espero les resulte útil.

El realismo y las estrategias narrativas para insertar conflictos

Una de las formas más comunes de generar conflictos en una historia es a través de la amenaza. Un personaje que de pronto es perseguido-acosado-pinchado por una situación o por otro personaje, y de pronto ve cómo su vida se transforma y se ve envuelto en una serie de acontecimientos turbios en los que tiene que tomar decisiones que no lo llevan a salir sino a hundirse más.

Este recurso es muy útil cuando recién empezamos porque al poner a nuestro prota al filo de las certezas morales y emocionales podemos sacar un buen partido de su personalidad y generar una historia donde el dramatismo se ocupe de marcar el ritmo.

Sin embargo, como ya lo he dicho, es un recurso muy usado, el que podemos leer en cualquier manual básico de narrativa. Y, en lo personal, de tan repetido, me resulta un planteamiento poco realista y absolutamente innecesario. En lugar de adoptar este plan te recomiendo que busques una forma más equilibrada de plantear el conflicto. Lleva a tus personajes al límite, sí, pero sólo si realmente la historia lo necesita. La exageración a veces estropea muy buenas historias, no lo olvides.

Metas, miedos y deseos, ¿cuál es más relevante?

Hablábamos en la construcción de personajes de objetivos y superobjetivos; es decir, de las metas que provocan que nuestros personajes se mantengan en movimiento. A la hora de introducir un conflicto es importante tener presente de qué forma va a afectarlos y trabajar detenidamente sus reacciones.

La aparición de un elemento extraño en escena por ejemplo puede despertar una reacción fóbica en un personaje pero a otro resultarle indiferente, de ahí que sea tan pero tan importante conocer a nuestros personajes como si fueran nuestros mejores amigos; porque sólo así podrás llevar la historia por buen camino y los lectores podrán sentir que tus personajes están vivos.

Muchos autores se mueven por los miedos. Quiero decir, basan el conflicto partiendo de los miedos de los personajes (la pérdida de un ser querido que se materializa, un secreto muy bien guardado que sale a la luz, una ruptura amorosa, etc) y eso está muy bien para plantear la historia, sin embargo, para hacerla caminar, para conseguir que sucedan cosas, más que los miedos lo que realmente debes tener presente son los deseos de tus personajes. Los deseos de un individuo lo llevan a actuar, y al moverse, mueve los engranajes de nuestra narración.

Escribir la mejor historia

Teniendo en cuenta esto debes saber que las metas son importantes, porque nos permiten saber hacia dónde va la historia; los miedos nos ayudan a construir el entorno en el que el personaje se siente a gusto y los espacios oscuros a los que no desea acercarse; y los deseos, por su parte, nos permiten saber hacia dónde se va a mover nuestro personaje, en función de lo que ocurre en la escena y sus propias motivaciones.

Ahora bien. Decía que lo importante no es el conflicto sino la forma en la que lo introducimos. Eso es cierto hasta cierto punto porque hay que tener en cuenta muchas variables. Existen, evidentemente, ideas narrativas muy potentes y otras que seguramente tendremos que descartar enseguida. Lo que sí es cierto es que una vez que hemos dado con el conflicto fundamental que guiará nuestra historia, debemos aferrarnos a él convencidos de que la nuestra es la mejor historia que se haya escrito jamás sobre el tema. En la próxima entrada ahondaré en este tema. ¡Estén atentos!

Comentarios2

  • Rapsodico

    Bien expuesto, Tes. Ilustrativo para todos a los que nos gusta escribir. Un abrazo.

    • Tes Nehuén

      Gracias, Rapsódico. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.

    • Edna Diaz

      Tes: Si yo te enviase unos capítulos de mi novela ¿Podrías darme tu opinion? Perdona mi atrevimiento. Gracias por todo.

      • Tes Nehuén

        Hola, Edna. Si quieres, escríbeme a [email protected] y cuéntame un poco más. Gracias por tu mensaje, y no hay nada que disculpar. Un abrazo.



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