Gairín Muñoz y Zaidenwerg y dos poemarios imperdibles

La poesía no necesita adeptos, sino amantes. Nos lo enseñó Lorca y lo hemos venido repitiendo hasta aprenderlo. Sabemos que es verdad. La vida sin poesía sería una cosa aburrida y con menos sentido del que ya de por sí carece. Ahora bien, no toda la poesía nos ilumina o nos despierta esa pasión. Para que un libro nos sacuda a veces debemos superar muchísimas lecturas previas. Sobre la pasión poética, las posibilidades del lenguaje y las alternativas de encontrar cierto tipo de salvación en lo poético van las lecturas que recomendamos a continuación. Dos poemarios intensos y muy diferentes entre sí que, esperemos, llamen tu atención.

«Tiempo de frutos», de Ramiro Gairín Muñoz (Piezas Azules)

En la poesía de Ramiro Gairín Muñoz podemos encontrar un trabajo cuidadoso de la forma, que tiene el objetivo de ofrecer una visión de lo poético vecina a lo sensorial. Un poeta que es capaz de contar la vida de una forma sencilla es alguien que la ha entendido mejor que nosotros.

Tiempo de frutos puede leerse como un ajuste de cuentas con el pasado, una revisión de lo vivido y una recapitulación de todo. Las pérdidas, las alegrías, lo deseado, lo conquistado, todas estas experiencias se miden en la página y van enhebrando una serie de premisas y preguntas en torno a la existencia que son contundentes mensajes para quienes leemos.

A través de un lenguaje aparentemente sencillo, el poeta consigue ahondar en cuestiones delicadas, e invitarnos así a conseguir una interpretación más honda de esa idea que en principio se mostraba sencilla. Un trabajo exquisito de hondura y forma que vuelve hipnótica su poesía.

De la edición, que es hermosa, habría que destacar las ilustraciones de Lalo Cruces que nos ayudan a alcanzar una comprensión todavía más profunda de la poética de Gairín. Ambos juegan con un lenguaje que denota cierto apego por lo superrealista, pero sin abandonar del todo el realismo, y creo que es una perspectiva perfecta para hablar de las cosas (y la forma) que atraviesan estos poemas.

Un libro para leer despacio, mientras interiorizamos las imágenes de un mundo que ha ido desapareciendo pero cuya estela permanece y sacude el presente de la voz poética. De alguna forma la gran tesis del libro podría ser ésa: el carácter cíclico de la vida pero también la gran influencia que todo lo vivido (y lo ansiado) tiene sobre la formación observadora, como si miráramos el mundo en función de lo que el mundo ha sembrado en nosotros. Una de las muchas lecturas que puede ofrecernos este libro.

«50 estados. 13 poetas contemporáneos de Estados Unidos» de Ezequiel Zaidenwerg (Kriller 71 – Fulgencio Pimentel)

Amantes, no adeptos. Sin duda este libro de Ezequiel Zaidenwerg es el reflejo de lo que la pasión puede conseguir en una persona: la creación de una obra nueva, distinta que nos invite a reflexionar no sólo en aspectos de la vida sino también de las posibles poéticas de un territorio.

Haciendo uso de su inmensa creatividad y de sus infinitos conocimientos sobre poesía y traducción, Zaidenwerg construye en 50 Estados una antología ficticia sobre 13 poetas estadounidenses. Creación y traducción, tensiones químicas en la escritura, pasiones todas amasadas por la palabra son los hilos conductores de un libro extraordinario. Además de una antología bilingüe, cada poeta viene acompañado de una entrevista en la que discurren en torno a su afinidad con las instituciones, sus referencias y sus miedos. De este modo también puede leerse como una novela coral.

Lo más interesante de este libro son las preguntas que atraviesan todo el texto: en torno a la idea de identidad, autoría y mundos poéticos. Podríamos intuir que la gran idea de Zaidenwerg es ofrecer un ejemplo de la importancia de los poemas y la insignificancia de los poetas. Aquí los únicos existentes son los poemas, los que tienen vida y realidad. Quizá si nos atreviéramos a cultivar la palabra desde ese lugar otro sería el mundo, más versátil y ancho. Ahí, entonces la gran invitación de esta antología a explorar los territorios desconocidos de las voces. Un libro verdaderamente fascinante que te recomendamos aquí.