En el capítulo anterior sobre creación de personajes me centré en la importancia de crear fichas con nuestras criaturas para que al elaborar la trama seámos capaces de adjudicarles un comportamiento apropiado. ¿Seguimos trabajando?
Hoy profundizaré en ese tema trayendo una guía completa con algunos trucos y consejos para desarrollar fichas de personajes de forma sólida y eficiente.
Construir personajes sólidos
Para que un personaje pueda ser atravesado por una historia debe contar con una personalidad definida de la que se destaquen sus debilidades y sus fortalezas. Tener en cuenta sus características es fundamental para resolver de qué forma los hechos narrados en nuestro texto van a afectarle y de qué manera él, con su accionar y sus decisiones va a interferir para que la trama despunte hacia un sitio u otro.
Entre los puntos que debemos analizar con puntillosidad se encuentran los aspectos físicos, emocionales y la forma en la que se relaciona con el entorno. Y no debemos perderlos de vista en ningún momento.
Preparar una planilla para utilizar con todos tus personajes puede serte de gran ayuda para definir sus rasgos y después conseguir que su presencia en el relato sea eficiente. Para ello es importante saber discernir qué cosas te resultan importantes a ti para incluirlas en la ficha.
De todas formas, para ayudarte a dar el paso inicial, te presento algunas características genéricas en las que se centran la mayor parte de los escritores para definir a sus criaturas. Las mismas están relacionadas con los rasgos físicos, los aspectos socioculturales, las experiencias infantiles y la relación con la familia y el entorno.
Pautas a seguir para crear tus fichas de personajes
1- Definir el perfil del personaje
En primer lugar tenemos que tener en cuenta que nuestro personaje debe tener una vida: un nombre, un trabajo, una edad, unos gustos bien definidos. Por ende, una buena ficha de personaje incluye todos estos aspectos.
Puedes encabezar la lista definiendo los siguientes datos: nombre, edad, domicilio, ocupación, gustos (musicales, gastronómicos, lectores, lúdicos, etc), estilo de ropa que suele vestir, lugares que conoce, ubicación donde se encuentra cuando sucede la historia (en este punto recuerda la importancia de trabajar con esmero el ambiente y sus posibilidades). También debes tener presente su fecha y lugar de nacimiento así como también el lugar (y el modo) en el que pasó su infancia.
2- Definir los aspectos físicos del personaje
Ahora pasemos a otra característica decisiva: ¿cómo se ve nuestra criatura? Posiblemente, dependiendo del lugar de origen tendrá ciertos rasgos distintivos relacionados con el color de la piel, del cabello y de los ojos. Si bien muchas veces estos detalles no afectan el curso de la historias, te pueden servir para dotarla de autenticidad; ten presente, no obstante, que en muchas narraciones los aspectos físicos del personaje pueden ser muy importantes porque provocan hechos y comportamientos que dirigen el curso de la obra.
Para poder completar esta parte de la ficha puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿qué aspecto físico tiene?, ¿de qué color es su piel/ojos/cabello? ¿tiene algún defecto físico? ¿una forma de hablar especial? ¿una habilidad física para destacar?
3- Definir el perfil psicológico del personaje
Antes de sentarte a escribir una palabra tienes que saber cómo piensa, siente y habla tu personaje. Qué cosas le afectan, hacia dónde dirige su búsqueda emocional, qué tipo de relaciones le hacen sentirse bien, cuáles le dañan. En este punto tener presente su infancia puede serte de gran ayuda para definir a consciencia la forma en la que se ha construido su psique.
Para poder realizar esta parte de la ficha puede serte de mucha utilidad hacerte preguntas como: ¿tiene alguna tendencia neurótica? ¿qué ideas/imágenes/pensamientos le obsesionan? ¿qué relaciones le benefician? ¿posee alguna actitud que lo lleva a dañarse o a dañar a otros? ¿qué experiencia de su historia le ha marcado profundamente?
También debes decidir cuál es su forma de pensar, si tiene alguna ideología/religión, si le interesa reflexionar o prefiere vivir de una forma más superficial.
4- Definir el perfil sociocultural del personaje
El comportamiento que tu personaje tiene, la forma en la que se haya integrado (o no) al grupo sociocultural del que forma parte y las relaciones que establece con los demás te permitirá saber si puedes ponerlo en determinadas situaciones. Es evidente que si tu personaje es solitario no puedes de pronto convertirlo en una fantástica criatura con don de gentes porque no sería creíble.
En este punto te pueden servir algunas de las respuestas del perfil psicológico, a las que puedes agregar: ¿cómo actúan los demás cuando él/ella aparece? ¿con qué personas suele tener más afinidad? ¿de qué forma se comporta cuando conoce a alguien? ¿se comporta de una forma especial si el interlocutor es varón, mujer, niño, anciano, o si tiene alguna profesión en especial? ¿qué espera de los demás? ¿qué le gusta de los otros?
Existen otras características a desarrollar en la ficha. Cada escritor realiza su propia planilla y define en ella los rasgos que considera fundamentales en sus personajes y que responden en parte a su propia búsqueda como creador. Así que, es hora de pensar qué rasgos consideras importantes tú en tus personajes y ponerte manos a la obra con tu primera ficha de personajes.
En la próxima entrega profundizaremos sobre otros detalles a tener en cuenta en la creación de personajes. ¡Estén atentos!
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