En los últimos años se ha producido un aumento del número de personas que a la hora de disfrutar de un libro apuestan por aquellos que se enmarcan dentro del género de la novela histórica. Eso es debido, entre otras muchas cosas, a que gracias a auténticos best sellers se ha despertado la curiosidad por este tipo de libros que mezclan aventuras, acción, misterio e Historia.
Precisamente dentro de esa literatura merece la pena destacar la figura de Alfonso Mateo Sagasta. Se trata de un escritor madrileño que, poco a poco, se ha ido ganando un hueco en aquella gracias a novelas de gran calidad narrativa, de tramas realmente entretenidas y de personajes que atrapan desde la primera vez que aparecen.
¿Quieres conocer algunas de sus mejores obras? Aquí tienes las más significativas al respecto:
El olor de las especias. En el año 2006 fue cuando se produjo la publicación de este libro que toma como escenario la España del siglo X, en el que árabes, judíos y cristianos convivían compartiendo tierra.
En ese marco, y más exactamente en el año 962, es cuando tendrá lugar el acontecimiento que arranca el relato: el robo de un rebaño por parte de unos leoneses a varios caballeros de Castilla. Esta situación hará que los últimos se pongan en marcha para atrapar a los ladrones, y lo conseguirán.
Así, no sólo los atraparán sino que además se encargarán de ejecutar al cabecilla, que no es otro que un conocido conde. Esto lo que provocará es que rápidamente el rey Sancho decida darles un castigo ejemplar, por lo que se verán en la obligación de pedir ayuda a Fernán González para que les tienda una mano y puedan salir impunes de lo que se les avecina.
Ladrones de tinta. Especialmente interesante es esta otra novela de Alfonso Mateo Sagasta que vio la luz en el año 2006 y que gira en torno a una de las obras más importantes de la literatura española y universal de todos los tiempos: Don Quijote de la Mancha.
La trama da comienzo cuando, una década después de que Francisco Robles llevara a cabo la edición del citado libro, se produce una segunda edición por parte de un hombre que se da en llamar Alonso Fernández de Avellaneda.
Esta circunstancia no le gusta nada al primer editor que considera que atenta contra su negocio y contra sus beneficios económicos. Por eso, decide tomar cartas en el asunto. En concreto, lo que hace es encargar a uno de sus empleados que investigue quién es el tal Avellaneda y que, una vez lo haya encontrado, acabe con su vida.
Sin embargo, la misión no será en absoluto fácil para el trabajador. Primero, porque el hombre al que busca no existe en realidad y segundo, porque parece ser que quien ha recurrido a ese hombre tiene un claro objetivo con el lanzamiento de la segunda edición de El Quijote: pretende llevar a su autor, a Miguel de Cervantes, a la hoguera. Y es que tiene la intención de acusarle de homosexual, entre otras cosas.
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