«La hermana de Freud», de Goce Smilevski

De Sigmund Freud se ha escrito muchísimo. Algunas cosas relevantes para la historia y otras que no lo son tanto; pero en cualquier caso todo lo que deseemos saber sobre él, seguramente podremos averiguarlo en la extensa bibliografía que hay en torno a su persona.

Sin embargo, según Smilevski hay personas que han sido silenciadas por la historia y que se merecen un espacio. Una de ellas es Adolphine Freud, hermana del famoso pensador.

Por eso, Goce publicó la obra «La hermana de Freud», donde nos cuenta las intimidades de una familia judía sumamente estricta, en la voz de una joven que es asesinada en manos de los Nazis.

Una obra que  intenta responder a la pregunta: ¿fue Sigmund Freud culpable de la muerte de sus hermanas en un campo de concentración?

Sobre el autor

Goce Smilevski nació en Skopje en 1975 y, además de ser miembro de la PEN Club y autor de Macedonia, es un autor que ha sido galardonado en reiteradas ocasiones. Siendo, entre otras cosas, finalista del Central European Initiative Award.

Incluso, autores de la envergadura de Joyce Carlol Oates y Joshua Cohen no solamente se han hecho un tiempo para leer a este autor sino que incluso han hablado sobre su obra. ¿Quién no desearía estar en boca de estos dos indiscutibles autores de nuestro tiempo?

Cito las palabras de Joshua Cohen:

La familia Freud y el Nazismo

En esta obra, Smilevski nos cuenta una cruenta historia desde la mirada de Adolphine Freud. Los recuerdos de una anciana que, en 1938, al ser testigo de la violenta invasión de las calles por parte del ejército alemán y sufrir en carne propia las humillaciones a las que los judíos son sometidos, solicita ayuda a su hermano para escaparse del país. Dicha ayuda no le viene dada, porque Freud considera que no existe tal peligro, que es una locura momentánea y que no tiene por qué pasar nada.

Pese a todo, él sí abandona el país, convencido por sus amistades extranjeras, quienes colaboran para que abandone su tierra junto a su familia. Le tramitan un salvoconducto que lo llevará a Londres. Además, tiene la posibilidad de crear una lista, en la que incluya a aquellas personas allegadas que desee que marchen con él. En la misma no figura ninguna de sus cuatro hermanas; ni siquiera Pauline, que es ciega. Sin embargo, si hay lugar para su esposa, su hija, su perro. Incluso para su cuñada y su respectiva familia, y para su médico personal.

De este modo, Sigmund se muda a Londres mientras sus hermanas, Adolphine, Pauline, Marie y Rosa Freud deberán quedarse en Viena. Y poco tiempo después serán deportadas a Terezin, un discreto campo de concentración ubicado a unos 60 kilómetros de la actual Praga.

En este período de tortura, las hermanas Freud se reunirán con Ottla, hermana de Franz Kafka; junto a quien serán enviadas pocos meses después a otro campo de exterminio, donde serán asesinadas en las cámaras de gas.

Con un comienzo desgarrador, la historia se centra en la fragmentación de la que es testigo y víctima una familia; en la que los lazos de sangre han perdido cualidad dadas las inclemencias del paso del tiempo.

Nítida crítica a la sociedad de la época

A lo largo de esta novela, llena de tristeza y, sobre todo, de reflexiones intensas, nos acercamos a la infancia de estas niñas, en una familia de origen judío con importantes rasgos de severidad.

A su vez, nos encontramos con una dura crítica a las sociedades de comienzos del siglo XX. A la apatía tan presente en las calles y a la entronización del «sálvese quien pueda».

Pese a que la familia Freud había renegado de su religión (judía). Aferrándose a una vida más pragmática e intentando integrarse en la sociedad vienesa, las hermanas no lograron salvarse de la deportación y la tortura. A través de las páginas podemos vivir esos últimos momentos, de tortura y desesperación, descritos de una forma dramática y directa.

Es una obra que nos permitirá acercarnos a la historia de la Viena en pleno cambio de siglo (entre el XIX y el XX) y a la de una mujer que fue la mayor testigo de la genialidad que poseía Sigmund y la relevancia que significaría su vida para el mundo.

Una mujer que no quiso contentarse con la vida tal cual estaba estipulada; que aspiró a vivir como pocas pudieron en su tiempo. Y, pese a ello, no fue recordada. Apenas si la historia le dedicó unas mínimas páginas… Hasta ahora.

Tormentosas relaciones familiares

La historia de Adolphine se caracteriza por la falta de afecto como principal constante, tanto en la infancia como en las etapas posteriores, y ese abandono sufrido por parte de su hermano que la desolará completamente.

Una infancia coronada de tristeza a causa de dos relaciones conflictivas: con su madre (que la desprecia) y su hermano Sigmund (con quien mantendrá una relación enfermiza, casi incestuosa).

En el caso de la madre. Al intuir la relación que une a sus dos hijos, emprende una guerra psicológica contra la niña, que alcanzará límites inimaginados. (Llegará a amenazar a Adolphine con un cuchillo y, posteriormente, se aislará voluntariamente en un hospital psiquiátrico).

Ambas serán decisivas para el desarrollo emocional de la joven que intentará liberarse a toda costa, en una sociedad donde el papel de la mujer era asignado por los hombres y la estructura familiar era absolutamente patriarcal.

Y ambas obligarán a Adolphine a replantearse cuestiones relacionadas con las relaciones familiares y el rol de la mujer en la sociedad. Llegando a comprender la individualidad y a considerarla a esta (por ende a considerarse) como un ser sintiente con derechos y necesidades, que merece ser respetado.

Reflexiones sobre la maternidad y la autonomía femenina

La relación con su madre la llevará a un planteo obtuso acerca de la maternidad. Adolphine siente una cierta frustración por no ser madre; esto se debe a esos mandatos inculcados por su madre y, obviamente, por la sociedad.

Para muchas mujeres en aquella época (supongo que no hemos avanzado mucho al respecto) el sentido de la vida se adquiría a partir de la maternidad. Adolphine se revela, sin embargo, frente a esos conceptos e incluso se somete a un aborto, cuando es abandonada por Reiner, su amado.

Pese a ello no puede sobreponerse al dolor profundo que se apodera de ella. Y llega a sentir incluso que ese aborto le ha quitado la única posibilidad de darle un sentido profundo a su vida. Supongo que es sumamente interesante que tengamos este tipo de reflexiones a nuestro alcance; para comprender hasta qué punto pueden afectar los mandatos familiares el aspecto emocional de un individuo, aun en contra de sus propios pensamientos y creencias.